John Foxter,

corresponsal de Ciese (Centro de Investigación Espacial de Sevilla Independiente), afirma que los terrestres somos los hombres-probeta para los avances tecnológicos de los habitantes de la galaxia triangular Andrómeda. Al no salirles bien el experimento y desviarse la Tierra hacia la carrera nuclear, ahora se sienten responsables de esta gran tragedia que nos llevará al final del mundo terreno entre el año 2000 y 2004, por lo que se dejan ver en forma de ovnis en sus misiones de vigilancia de la Tierra.