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Los veterinarios piden un mejor ordenamiento admistrativo

El Consejo General de Colegios Veterinarios de España ha hecho pública una nota en la que manifiesta su desacuerdo y su protesta por «no haberse reconocido las justas aspiraciones de la organización colegial veterinaria» en la ordenación administrativa del Ministerio de Sanidad, cuya formalización apareció en el Boletín Oficial del Estado el pasado sábado.

La organización colegial se queja de que «el primer Gobierno que se titula democrático» no ha tenido en cuenta la opinión y colaboración ofrecida por esta organización, siempre en interés de la salud pública». Concretamente, los veterinarios estiman que en la nueva estructura del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social debería haber figurado una dirección general exclusivamente dedicada a la sanidad veterinaria, en vez de la dirección mixta Salud Pública-Salud Veterinaria que contempla el decreto. El aumento de una nueva dirección general exclusiva de los veterinarios no originaría, según éstos, ningún nuevo coste, ya que los veterinarios españoles estarían en condiciones de autofinanciarse.El Consejo General de Colegios -continúa la nota- seguirá reivindicando una situación orgánica más eficaz dentro del Ministerio de Sanidad, acorde con la función sanitaria que prestan al país los profesionales veterinarios, por lo que, de momento, convocará una asamblea nacional de veterinarios antes de las elecciones municipales.

La organización colegial veterinaria española se considera por ello desligada de toda responsabilidad en cuanto a los problemas que pudieran surgir en el futuro, en relación con sus actividades en la salud pública, como consecuencia de la estructuración dada al nuevo Ministerio de Sanidad.

«Lo que en realidad queremos los veterinarios - ha explicado a EL PAIS Antonio López Suárez, vicepresidente primero del Colegio y subdirector de la Sanidad de Madrid- es procurar que el pueblo tome conciencia de la importancia que el veterinario tiene en relación con la salud pública, ya que éste controla y supervisa el 80% de la alimentación del español en relación con los productos de origen animal. «De ahí que estimemos que los veterinarios deban tener igualdad administrativa en el mismo orden, por ejemplo, que los médicos o los farmacéuticos».

Aunque el veterinario rural no podrá desaparecer -sí está desapareciendo el veterinario «dedicado al animal de turno» o a asistir al parto de la yegua-, la profesión se desplaza a marchas forzadas, en opinión del vicepresidente del Colegio, hacia la industria de la alimentación, que se establece, lógicamente, en zonas urbanas. En estas zonas es donde más se nota la incidencia de la transmisión de enfermedades de productos animales al hombre. Un ejemplo concreto: en la sección de sanidad de la alimentación de Madrid el número de veterinarios (unos 80) es igual a la de la suma conjunta de químicos, farmacéuticos y médicos que trabajan en la inspección de alimentos.

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