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Cien mil barceloneses se manifiestan por la autonomía

Alrededor de 100.000, personas -150.000 según el servicio de orden- se congregaron anoche en la plaza de San Jaime y calles adyacentes, ante los edificios del Ayuntamiento y de la Diputación de Barcelona, para apoyar con su presencia la entrega de una carta al alcalde de Barcelona, José María Socías, en la que se solicitaba el restablecimiento «de los principios e instituciones configurados en el Estatuto de Autonomía de 1932» y que el catalán fuese declarado lengua oficial del Ayuntamiento de Barcelona.El acto se llevaba a cabo en La festividad de San Jorge, patrono de Cataluña, y se enmarcaba dentro de la campaña Volem l'Estatut (Queremos el Estatuto), lanzada y organizada por la Asamblea de Cataluña (AC), con el apoyo explícito de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona.

El alcalde recibió a Josep Benep y Pere Portadella, del secretariado de la AC, quienes le hicieron entrega de un escrito, con las dos peticiones indicadas. El señor Socias mostró su conformidad con el texto y tuvo palabras de elogio para AC y su representatividad, afirmando que él también era «partidario del Estatuto que devuelva a Cataluña las instituciones catalanas».

Posteriormente, el señor Socias departió en el vestíbulo del Ayuntamiento con los principales líderes de la oposición democrática catalana: Jordi Pujol y Joan Reventós; Antonio Gutiérrez Díaz, del PSUC; Empar Pineda, del Movimiento Comunista de Cataluña, y muchos otros. Mientras, en la plaza y calles adyacentes, una auténtica marea: humana gritaba Volem l'estatut, Fraga, el pueblo no te traga, Samaranch, fot el camp (Samaranch, lárgate) y saltaba alegremente coreando «fascista el que no vote». También se cantó, masivamente, Els Segadors, himno patriótico catalán.

EL PAIS fue informado en fuentes muy directas de que el acto multitudinario era resultado de una concentración previa entre el gobernador civil de Barcelona. Manuel Ortiz, y los dirigentes de la AC, concretamente, Josep Benet y Pere Portadella. Este contacto con los dirigentes de la AC había constituido muy posiblemente la primera negociación política de Manuel Ortiz desde su reciente toma de posesión.

Fruto de aquella negociación se celebró una reunión en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, entre responsables del servicio de orden de la concentración y altos cargos policiales, en un tono de gran cordialidad. Estaban presentes veteranos dirigentes nacionalistas catalanes y no menos veteranos miembros de la Brigada de Investigación Social de Barcelona.

Resultado de estos contactos fue que el responsable del numeroso servicio de orden de la concentración -identificado con un brazalete con la bandera catalana- estuvo acompañado de un agente del Cuerpo General de Policía para concertar el control de la concentración ante posibles desbordamientos o provocaciones, que, afortunadamente, no se produjeron.

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Todo el día de ayer Barcelona tuvo un aire de fiesta política y catalanista sin precedentes: tenderetes de partidos políticos -particularmente de los no legalizados- llenaban las Ramblas, donde las banderas catalanas coexistían con otras rojas, de Galicia, de Euskadi e, incluso, pendones morados de Castilla.

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