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Preocupación en Aranda de Duero por el Centro Nuclear de Soria

«Arandino, infórmate. Sólo tú debes decidir.» Con esta frase lanzada desde el altavoz de un automóvil se despertó a los ciudadanos de Aranda de Duero en la mañana fría y con niebla del domingo. Realizaban el llamamiento distintas entidades de Aranda y su comarca. Algunos sectores están preocupados por las repercusiones que pueda tener para la zona la posible instalación del Centro de Investigación Nuclear de Soria.

El motivo es que Aranda, en la general Burgos-Madrid, con 25.000 habitantes y un creciente sector industrial, se encuentra aguas abajo del Duero a cuyas orillas, cerca de Almazán, se pretende instalar el Centro. La preocupación radica ante todo en el agua de uso doméstico que en su mayor parte proviene del Duero, exceptuados algunos manantiales. Además los regadíos de la zona son importantes y el agua utilizada por la central y devuelta al cauce inquieta a los agricultores del área.El llamamiento tenía como acto central una conferencia de Pedro Costa, ingeniero, sobre el problema nuclear en Castilla, quien señaló ante todo que hubiera preferido que se hubiese realizado en forma de debate con algún miembro de la Junta de Energía Nuclear, pero que ésta rechaza sistemáticamente cualquier diálogo frente a los ciudadanos afectados por los proyectos de la Junta.

Por lo que se refiere al de Soria, el conferenciante señaló sus tres partes: un reactor rápido, una planta de tratamiento de combustible irradiado y unas instalaciones para métodos de fisión. Señaló que suponen tipos de investigación potencialmente muy peligrosa -el primero, por ejemplo, no existe ni en Estados Unidos-, y los pocos ejemplos restantes, Francia, Inglaterra y URSS, están teniendo especiales dificultades. Subrayó la especial fragilidad ecológica de los cursos de agua, limitados y sin la posibilidad de dispersión que tiene el mar.

Tras señalar que la vertiente nuclear del programa energético español es desorbitada e ignora por completo la investigación sobre otras fuentes renovables como la solar, geotérmica, o eólica, sostuvo que las comunidades deben procurar mantener a nivel de estudio todos estos proyectos hasta que el próximo nuevo Gobierno pueda, ya respaldado por el pueblo, reestructurar todo ese plan energético.

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