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Presentación de la futura patronal catalana

Ante unos 1.500 empresarios tuvo efecto ayer, en el palacio de Congresos de Barcelona, un acto del futuro organismo empresarial catalan, para constituir la entidad fomento del Trabajo.Tomaron la palabra los empresarios Félix Gallardo, José Bertrán, Luis Miratvilles y Antoni Forrellad, este último dirigente del partido político Convergencia Democrática de Catalunya.

En la reunión quedó claro que el Fomento del Trabajo será el organismo que agrupará a los empresarios catalanes después de la desaparición de la Organización Sindical verticalista.

Félix Gallardo manifestó el deseo de que el Gobierno diera prioridad al enfoque económico de los temas pendientes de solución, precisando que «se ha de evitar que la economía caiga en el caos».

Afirmó que los empresarios catalanes «se han de sentir catalanes en Madrid, españoles en Bruselas y europeos en Nueva York».

Sin citarlo, aludió a unas declaraciones del presidente de la Agrupación Cristiana de Dirigentes, según las cuales el Fomento del Trabajo era parte del bunker.

A continuación tomó la palabra José Bertrán, quien se manifestó en términos más triunfalistas y genéricos que los demás ponentes. Afirmó que «en Cataluña podemos crear la región más próspera de España».

Acto seguido intervino Luis Miratvilles, colaborador directo durante muchos años del alcalde Porcioles y promotor de una asociación política integrada en el Movimiento-organización, manifestando «que no estaba ligado a nada ni a nadie».

Miratvilles afirmó que «si en política se pronostica un otoño caliente, en la empresa tendremos un invierno ardiente». Añadió que «Comisiones Obreras, UGT, USO y CNT querían arrinconar en la pared a la empresa».

El último en intervenir fue Antoni Forrellad, quien fue el que sostuvo criterios claramente liberales.

Rebatió una afirmación de Félix Gallardo, según la cual los últimos cuarenta años habían sido malos para los empresarios, afirmando que «los cuarenta últimos han sido malos para todos, no solamente para los empresarios».

Opinó que era necesaria la creación de una central sindical de carácter patronal y defendió el diálogo con auténticos representantes de la clase obrera. Al respecto afirmó que «el obrero no cree lo que le decimos nosotros con relación a nuestros balances económicos».

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