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Adolfo Suárez, Federico Silva y Gregorio López Bravo formaron la terna

Adolfo Suárez, Federico Silva y Gregorio López Bravo fueron los nombres que, tras siete horas de deliberación y, al parecer, varias votaciones, eligieron los consejeros del Reino como componentes de la terna que fue elevada al Rey a media tarde de ayer por el presidente del Consejo, Torcuato Fernández-Miranda.

Tras cerca de siete horas de deliberación, el Consejo del Reino elaboró por fin la terna de la que el Rey designó presidente del Gobierno. Estoy en condiciones de ofrecer al Rey lo que me ha pedido dijo el presidente del Consejo. Torcuato Fernández-Miranda, al finalizar la reunión de la mañana de ayer que duró tres horas y veinte minutos.

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El señor Fernández-Miranda, con gesto de satisfacción, añadió que iba a ponerse en contacto telefónico con el Rey-cosa que hizo minutos después desde su despacho de presidente-de la Cámara— y que a primera hora de la tarde se desplazaría a La Zarzuela para entregar al Monarca las actas —resumidas— de la reunión y la lista de los tres nombres elegidos por los consejeros.

Cada cual ha manifestado su opinión, contestó el señor Fernández-Miranda a una pregunta sobre si había habido unanimidad, añadiendo que se sentía satisfecho porque cada uno de ellos había cumplido con su deber. El presidente manifestó también que las deliberaciones se habían llevado en un clima de gran cordialidad y respeto mutuo, indicando que el Consejo había funcionado tal y como corresponde a un organismo de este tipo.

Los consejeros que salieron a continuación del presidente —-a excepción del señor Girón, que fue el primero en abandonar la sala de reunión sin detenerse a hablar con los periodistas— se negaron a hacer ningún tipo de declaración, alegando el carácter secreto de las de liberaciones, pero en sus rostros se reflejaba cierta satisfacción.

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Enrique de la Mata, secretario del Consejo, fue abordado por los periodistas minutos más tarde, pero también se negó a hacer ningún tipo de comentario en torno al tema. Sus respuestas fueron evasivas y de sus palabras tan solo pudo desprenderse que se había elaborado un acta —resumida-de las deliberaciones, que sería entregada al Rey por el presidente del Consejo.

La reunión de ayer —tras más de seis horas de deliberaciones el día anterior— comenzó a las once menos veinte de la mañana y a ella asistieron los dieciséis consejeros.

Sólo se produjo un breve descanso a media mañana en el que les fue servido un refrigerio. Al finalizar la reunión —dos y cinco de la tarde— los consejeros abandonaron el palacio de las Cortes, sin detenerse en el bar o los pasillos y disculpándose con una sonrisa ante las preguntas de los informadores presentes. Sólo permanecieron en las Cortes el presidente —que se comunicó telefónicamente con el Rey— y el secretario del Consejo señor De la Mata, quien, al parecer, estuvo redactando el acta de las dos sesiones.

Torcuato Fernández-Miranda abandonó las Cortes a las tres menos cuarto de la tarde y, tras almorzar en su domicilio, se trasladó al palacio de La Zarzuela, donde llegó a las cinco menos cuarto de la tarde.

A esas horas aún no se había confirmado cuál era la verdadera terna elevada al Rey. Desde que finalizó la reunión del Consejo, comenzaron a circular con gran intensidad dos ternas distintas: una, la que se daba como segura, estaba formada por José Maria de Areilza, Adolfo Suárez y Federico Silva la otra, que circuló especialmente en medios sindicales, la integraban los dos últimos citados, junto a Gregorio López Bravo.

El gran sigilo con que se ha seguido la elaboración y posterior composición de los tres posibles presidentes, fomentó ayer el que hasta en círculos generalmente bien informados, se dudase hasta ultimísima hora sobre la auténtica composición de la terna. A diferencia de ocasiones anteriores —junio y diciembre de 1973— en que la composición de la terna se supo de inmediato y hasta el nombre del que sería nombrado presidente —Carrero y Arias, respectivamente— en esta ocasión las filtraciones fueron mínimas y las contradicciones entre los posibles componentes de la terna persistieron durante varias horas.

Las agencias informativas fueron dando, sucesivamente, a lo largo de la tarde, ternas distintas. Cifra que fue la primerá en avanzar nombres, dio como seguros los nombres de Areilza, Suárez (Adolfo) y Silva. Seguidamente Pyresa, citaba, junto a esta terna, de la Suárez, López Bravo y Silva. Europa Press insistiría sobre esta última combinación.

Cuando poco después de las seis de la tarde se conocía el nombramiento de Adolfo Suárez como nuevo presidente del Gobierno, en algunos círculos, en los que había figurado el nombre de Areilza como candidato con más posibilidades, produjo cierta sorpresa. El hecho de que el nombre del conde de Motrico figurara, desde los primeros momentos como componente de la terna, fue uno de los factores que provocó esta interpretación.

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