La oposición, a las puertas de la legalidad

Mientras que el poder pudiera estar pensando en un nuevo enfoque para el referéndum, el órgano unitario de la oposición denuncia, pero no rechaza abiertamente la ley de Asociaciones e insta a la necesidad de negociar un pacto con el poder. Los partidos políticos del oposición parecen decidirse por aceptar los cauces otorgados por los refórmistas para acceder a la legalidad.

El presidente Arias se reunió ayer por la tarde con los ministros de la Gobernación, Presidencia, Movimiento y Hacienda, para preparar el referéndum. El señor Fraga advirtió el miércoles, en el mitin de Reforma Democrática, que votar no en la consulta plebiscitairia será estar a favor de la ruptura. Radio Nacional de España y Televisión Española dedicaron en sus emisiones de ayer abundante información de precalentamiento sobre la llamada a las urnas.Todavía, según algunas fuentes consultadas por EL PAIS, el alcance de las preguntas y hasta el mismo tema de la consulta no está del todo claro.

El presidente del Gobierno estuvo ayer con el Rey y con el presidente de las Cortes. Algunas informaciones han relacionado estas visitas con un nuevo planteamiento del referéndum, por el que se desdoblaría en dos consultas. La primera trataría sobre la reforma de la ley de Sucesión y sería realizada antes del verano, para celebrar en la rentrée una nueva votación sobre el sistema de las nuevas Cortes.

De cualquier manera el tema del referéndum, ya en marcha a nivel de propaganda, no parece estar definitivamente sentenciado. Un miembro de la oposición democrática, José María Gil Robles, ha hecho llegar a don Juan Carlos un informe sobre el referéndum planeado por los reformistas.

El seis, en las Cortes

Las Cortes por su parte celebrarán el día 6 un Pleno para estudiar la reforma del Código Penal que fue devuelta a la Comisión de Justicia en la anterior reunión de la Cámara. El punto clavé para la legalización de los partidos políticos estará en las exclusiones, encaminadas fundamentalmnte a dejar fuera de juego al Partido Comunista.

Manuel Azcárate, miembro del comité ejecutivo, ha manifestado -según la agencia Cifra- que su partido piensa actuar en público tal como lo hagan los demás y no piensa admitir exclusiones temporales. El señor Azcárate reconoció que no se puede sentenciar un fracaso total del reformismo y que si el Gobierno insiste en no reconocer al Partido Comunista, éste podría reconsiderar su actual política. Aventuró la hipótesis de que el Partido Socialista, aceptaría la nueva ley de Asociaciones.

Aunque la decisión del PSOE no ha sido tomada por la ejecutiva del partido, EL PAIS ha podido saber que el PSOE legalizará su situación. Su entrada en los registros creados por el reformismo arrastrará a la casi totalidad de los partidos de oposición, salvo -claro está- los que se vean impedidos por las limitaciones gubernamentales.

Un comunicado emitido ayer por Coordinación Democrática califica de denunciable la ley de Asociaciones, pero sin llegar a rechazarla abiertamente, y no declara, formalmente, una negativa de los partidos integrados en la plata-junta a aceptar los cauces de legalización otorgados por el Gobierno.

La cautela guardada por la mayoría de los partidos en tomo a este temase interpreta como un cierto pudor de los círculos de la oposición a romper filas. La cuestión parece ser quién dará el primer paso, porque luego puede convertirse en una carrera.