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Ciclismo

Doce años de triunfos

La victoria de Felice Gimondi en la LIX edición del Giro de Italia pone de actualidad nuevamente a uno de los más grandes corredores de la historia del ciclismo mundial. En efecto, tras haber vencido en la ronda italiana en los años 67 y 69 ha vuelto a hacerlo cuando está a punto de cumplir los 34 de edad, después de seis sin conseguirlo. Pese a su veteranía y a que pocos, muy pocos, esperaban un nuevo triunfo suyo en el Giro, ha sabido imponer su experiencia y también su buen momento al resto de jóvenes italianos, a la nueva revelación, De Muynck y al maltrecho Merckx. No cabe duda que tuvo la suerte de cara hasta en las caídas, pero también supo buscarla con su buen hacer.Gimondi nació el 29 de septiembre de 1942 en Sedrina, pueblecito situado a 17 kilómetros de Bérgamo. Con 1,78 metros de estatura su peso ideal ha sido siempre, en su mejor forma, de 72 kilos. Profesional desde 1965 sólo ha corrido con dos equipos en su carrera: el desaparecido Salvarani y el actual, Bianchi.

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Gimondi ganó el Giro en la última contra reloj

Su primer gran triunfo internacional fue todavía como aficionado, cuando a los 22 años, en 1964, venció en el Tour del Porvenir. Su revelación en el ciclismo mundial fue muy temprana y ello avala mucho más la brillante longevidaddeportiva del corredor. El paso en 1965 al campo profesional resultó fulgurante, pues nada menos que ganó su único Tour de Francia, por delante de Poulidor, clasificado a 2' 40" y Motta. Se unió así en el historial de la gran ronda francesa a sus compatriotas Bottechia, vencedor en 1924 y 25, Bartali, 1938 y 48, Coppi. 1949 y 52 y Nencini, que ganó en 1960. Tras su victoria, que además tuvo el mérito de romper la racha de Anquetil, triunfador desde 1961 cuatro veces consecutivas, ningún italiano más ha ganado el Tour. Se impuso en tres etapas, la de Rouen y las dos contra reloj del Mont Revard y de París. Para completar su brillante primera temperada como profesional hizo tercero en el Giro, por detrás de Adorni y Zilioli.

En 1966 su palmarés comenzó a tener triunfos en las carreras clásicas. Venció en la París-Roubaix, París Bruselas y el Giro de la Lombardía, en su LXII edición. En el campeonato del mundo, tras no haber podido participar el año anterior, en San Sebastián, por sufrir una rotura de clavícula días antes, estuvo escapado hasta la penúltima vuelta, pero fue cazado y acabó décimo. Aún debería esperar siete años para sumar a su historial el maillot arco iris.

Al año siguiente, como en 1969, venció en el Giro.

Tras vencer de nuevo en el Giro en 1969, su historial iba a decaer poco a poco hasta 1973. En efecto, sólo victorias aisladas Giro de Romandía, de los Apeninos y Escalada de Montjuich, en el mismo 1969; trofeo Matteotti, tercero tras Monsere y Mortensen en 1 mundiales de Leicester y segundo del Tour, pero a 10'41" de Merckx, en 1970; Giro del Piamonte, G.P. Castrocaro y segundo en los mundiales de Mendrisío, también por detrás de Merckx, en 1971. El «monstruo» belga se iba a interponer en su camino como en el de tantos otros.

También la Vuelta a Cataluña pasó a su historial en 1972, año en el que volvió a ser campeón de su país y décimo en los mundiales de Gap: Al siguiente, en Barcelona precisamente, lograría el maillot arco iris de campeón, superando a Maertens, Ocaña y Merckx, escapados con él bastantes kilómetros. Se unía a otros triunfadores italianos: Guerra, 1931, Binda, 1927, 30 y 32, Coppi, 1953, Baldini, 1958 y Adorni, 1968. Después incluso hizo segundo del Tour, nuevamente tras Merckx. Ese era su sino. En 1973 ocurrió lo mismo en el Giro, donde terminó a 7'42" del belga. En el 74, tercero, pero sólo a 33", siendo segundo Baronchelli a 11". Si venció en la Milán-San Remo fue porque Merckx no corrió.

En 1975, -por último- sólo fue tercero en el Giro, por detrás de Bertoglio y Galdos y quinto del Tour, tras Thevenet, Merckx, Van Impe y Zoetemelk. Fue sin embargo, el primer italiano. En realidad hizo lo mismo que acaba de demostrar con su último triunfo. La nueva ola transalpina de los Baronchelli, Moser o Bertoglio todavía tienen mucho que aprender de él.

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