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Un olor fétido

y nauseabundo, que surge del río Tajo, afecta gravemente a la ciudad de Toledo desde la medianoche del domingo. Decenas de miles de peces flotan muertos sobre las aguas del río, que presentan un color negruzco, en los que sobresale el color blanco del vientre de los peces muertos o moribundos. Parece ser que la catástrofe ecológica proviene de la apertura de las compuertas del río Manzanares, cuyas aguas contaminadas y podridas han ido a parar al Tajo.

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