La federación de atletismo activa su protocolo contra los abusos sexuales a menores
Los técnicos deberán presentar un certificado para obtener la licencia
Todo aquel técnico que desee obtener una licencia de entrenador de atletismo, o renovar la que ya posee, a partir del 1 de enero próximo deberá presentar, entre otros documentos, un certificado de delitos de naturaleza sexual emitido por el registro central de delincuentes sexuales que acredite la carencia en su historial de condenas por delitos de tal índole. Hasta ahora, el documento solo se exigía, por imposición del Consejo Superior de Deportes (CSD), a los técnicos contratados por la federación.
Es la primera medida tomada por la Federación Española de Atletismo después de la denuncia de un joven exatleta de Tenerife contra el entrenador Miguel Ángel Millán. Es también, asegura Raúl Chapado, presidente de la federación desde hace un mes, el primer paso de la activación de un protocolo de prevención de los abusos sexuales en los equipos nacionales, el ámbito de poder de la federación, que quiere que se extienda a través de las comunidades autónomas a todos los clubes.
La obligación de que todas aquellas personas que trabajen con niños, como maestros, monitores o entrenadores, deban disponer del certificado figura en la Ley del Menor, en vigor desde enero de 1996 y tiene un valor relativo. Su cumplimiento no habría impedido, por ejemplo, que Millán hubiera obtenido licencia de entrenador nacional, pues en el registro solo figuran los que han recibido una condena firme. Ni a los denunciados ni a los investigados, como Millán, responsable de pruebas combinadas en el comité técnico de la federación hasta hace mes y medio, ni a los condenados en primera instancia se les niega el documento.
La Federación Española de Atletismo contaba ya con un protocolo contra los abusos desde octubre de 2014. Figura perdido en su página web, como gráficamente señala un técnico del CSD, y nunca se desarrolló. “Lo asumió la federación de atletismo como lo hicieron todas las federaciones porque lo exigió el CSD, ya que si no no habría derecho a subvención”, señala uno de los miembros de su comité asesor, un órgano que, presidido por José María Odriozola, también presidente de la federación desde 1989 hasta hace un mes, nunca se reunió. El comité se estableció para examinar cualquier tipo de denuncia que se presentara y decidir si se comunicaba al juzgado o se investiga con más detenimiento. Si la denuncia proviniera de un menor, no necesitaría siquiera reunirse el comité, será el presidente de la federación quien la trasladara directamente a la fiscalía de menores. “No ha habido ninguna denuncia en los dos años de existencia del protocolo, que también exige reuniones anuales para valorar su aplicación, y no ha habido ninguna”, explica la misma persona.
En el protocolo, establecido por un equipo de la Universidad de Vic a raíz de la denuncia de la gimnasta Gloria Viseras por abusos contra el entrenador Jesús Carballo, figuran una serie de medidas cuyo repaso despertó observaciones sobresaltadas por parte de algunos asistentes a la junta, representantes de clubes que señalaron que les obligaría a cambiar de procedimientos y a incurrir en más gastos. Las reuniones con los atletas deberán celebrarse en despachos con puertas abiertas y anotadas en un registro, en el que consten el horario y las personas asistentes. En los viajes y concentraciones, los menores no pueden viajar solos en el coche de un adulto y deben dormir en habitaciones dobles y separadas de las de los adultos. En ningún caso un adulto puede dormir con un menor. Las visitas deben ser controladas por el responsable de la concentración. También deben permanecer abiertas las puertas de los vestuarios, en los que no puede entrar un adulto solo, y a puertas abiertas deben realizarse los entrenamientos en recintos cerrados. Se recomienda que los entrenamientos en el exterior se hagan por zonas habitadas y si se va a correr al campo o al bosque, los menores deben ir acompañados por varias personas.
“Tenemos que trabajar todo lo posible para que un caso como el de Millán no vuelva a suceder”, dice Chapado, un presidente que quiere tomar la iniciativa. En el caso Millán, la decisión de apartar al técnico murciano del cargo de responsable de combinadas la tomó el anterior presidente, Odriozola, instado por el CSD, que le informó de la denuncia del joven en un juzgado de La Laguna y le exigió actuar con rapidez.
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