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El Getafe empata de forma inexplicable ante el Valencia

Los de Esnáider acumulan ocasiones pero no logran una victoria vital

Alejandro Prado
Alcácer, tras marcar el empate. Yoda se lamenta.
Alcácer, tras marcar el empate. Yoda se lamenta.MARISCAL (EFE)

El Getafe hizo todo para ganar un partido vital que les sacaba de un pozo que parecía que no tenía fondo, pero inexplicablemente los de Esnáider solo empataron y se pasarán toda esta semana preguntándose por qué. El Valencia llegaba tranquilo, solo con el objetivo de acabar dignamente una temporada horrible. Los de Ayestarán compitieron, no perdonaron los fallos de su rival y Diego Alves lo paró casi todo, pero incluso los che parecían conmovidos por la entrega de un equipo que intenta revelarse a un futuro que pintaba muy negro hace solo siete días.

Lo que está claro es que Esnáider ha cambiado la cara de este Getafe. Los parroquianos del Coliseum han visto demasiadas veces como su equipo se desmorona al primer palo recibido. Este domingo acabó la primera parte encerrando a su rival y perdonando ante Alves. La suerte tampoco acompañó cuando un trallazo de Pedro León reventó el larguero. Tras el descanso, Parejo marcó de tiro libre sublime y la suerte parecía echada para un equipo que le cuesta dios y ayuda citar al balón con la red.

Pero el Getafe, lejos de hundirse, se lanzó al cuello de su rival, rabioso, y no paró de generar ocasiones -algunas clarísimas- hasta que Medrán resolvió un barullo en el área y empató. Las tablas eran poco botín para los azules visto lo visto, así que los de Esnáider aprovecharon la inercia del partido y siguieron atacando y atacando. Scepovic robó la cartera al poco de salir y se plantó delante de Alves para marcar, todo lo contrario que hizo su sustituido, Álvaro Vázquez, en la primera parte.

El campo estaba tan inclinado hacia la meta valencianista que el Getafe siguió buscando un gol que ya no le era necesario, la remontada se había consumado, pero los de azul no podían dejar de mirar al marco contrario. En esas, Sarabia, que completó un gran partido, entregó hacia atrás a un rival y propició una contra fácil y letal que Alcácer culminó. El público se heló y el delantero che ni celebró el logro por respeto a su pasado azulón. Tampoco en ese escenario se rindió el Getafe, que buscó la victoria hasta el segundo final, cuando ni Vergini ni Yoda embocaron a un metro de la línea de gol.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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