El Rayo hunde al Getafe

El Rayo salió del fango a costa de un Getafe que se hunde de manera alarmante tras 11 partidos sin ganar y viendo cómo su rival de hoy se va tres puntos por encima, una fortuna en la zona baja de esta Liga. Los dos estaban igual de necesitados, pero los de Jémez pusieron mucho más para seguir respirando con holgura. Los locales apostaron por el pragmatismo dejando a un lado el virtuosismo y basaron su juego en hacer llegar el balón a la banda y que los dos nueves puros cazaran una. Ahí destacó Bebé, claramente el jugador más en forma del Rayo en las últimas fechas; y triunfaron los dos arietes con un golito cada uno.

Ambos entrenadores optaron por forrar el centro del campo, pero la sorpresa la dio Paco Jémez al colocar a una línea defensiva de tres, y los tres, laterales naturales. El único central puro del Rayo en el once, Llorente, aparecía en el medio. Escribá fue más convencional, el trivote ayudaba a la defensa y daba más vuelo a Medrán para ir arriba.

El Getafe salió bien. Apretó bien arriba al Rayo confiando que los de Jémez cometiesen errores en la salida del balón desde atrás. Alguno hubo, pero lo máximo que sacaron los visitantes fue un disparo ajustado de Sarabia que Juan Carlos mandó a córner.

Andaba el Getafe a gusto con la pinta del partido cuando llegó el alboroto. Gol de Javi Guerra que valió durante un minuto, el tiempo que los jugadores azulones estuvieron rodeando al árbitro. El delantero rayista remató en clara posición adelantada, pero el colegiado interpretó en un primer momento que el balón procedía de un futbolista del Getafe. Tras una consulta con su asistente, el trencilla cambió de opinión y el cero a cero regresó al marcador. Por poco tiempo, porque tres minutos después Javi Guerra embocó de nuevo tras una doble parada de Guaita tras un córner. A los rayistas les dio por celebrar el tanto en la cara del árbitro, que solventó la afrenta expulsando al portero suplente.

El jaleo envalentonó al Rayo, que se hizo con el control de manera radical. El Getafe dejó de oler el balón y no lo volvió a ver en todo el encuentro. Los azulones intentaron presionar con voluntad, pero se vieron derrotados ya en el primer cuarto de hora. Y en el Rayo mandaba Bebé, incisivo y potente por la izquierda, agresivo en la conducción pero algo impreciso en los centros. Mientras el Getafe tenía poco a lo que agarrarse. Álvaro Vázquez sigue negado, y los intentos de Medrán desde la lejanía apenas inquietaban al meta franjirrojo.

En la segunda parte se durmió el partido, hasta reinaba el silencio en un Estadio de Vallecas a rebosar. Pero es que no pasaba nada, lo cual era bueno para el Rayo. En los últimos 20 minutos el Getafe adelantó líneas por la necesidad, pero sin mucha convicción. Con el campo abierto Bebé estaba en la gloria, así que agarró un balón en una contra y solo lo soltó para dárselo a Quini, que extrañado por estar tan arriba remató al muñeco. La sentencia no se hizo esperar, ya que en la continuación de la jugada Pablo Hernández centró por bajo desde la derecha y Miku remató perfecto al primer palo. El choque parecía sentenciado ya con el 1-0, pero el segundo golpe acabó por derribar a un Getafe que se encamina hacia el precipicio a grandes zancadas.