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El Benfica acaba con el Zenit

El líder de la Liga portuguesa elimina al poderoso conjunto ruso y se mete en los cuartos con buen fútbol y Renato Sanches en plan estrella

Rafael Pineda
Semedo y Zhirkov disputan un balón.
Semedo y Zhirkov disputan un balón. KIRILL KUDRYAVTSEV (AFP)

El Benfica, pura historia del fútbol europeo, hizo honor a su enorme tradición para superar la prueba del Zenit y meterse en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Fue mejor el líder de la Liga portuguesa que el Zenit, al que dominó en muchas fases del partido, con Renato Sanches como aspirante a futbolista grande. Al Benfica sí le tocó sufrir en la segunda parte, cuando Hulk empató la eliminatoria con un gol de cabeza. Once minutos después, el meta Ederson salvó el jugadón de Dzyuba, que estuvo a punto de hacer el segundo. Respiró el Benfica cuando Raúl Jiménez se sacó un trallazo desde fuera del área que fue al larguero después de tocar el balón Lodygin. Corrió Gaitán como un gamo para marcar a placer de cabeza y meter al Benfica en cuartos. Talisca, en la última jugada y con el Zenit de rodillas, hizo el segundo. Gran semana de los benfiquistas, que se hicieron el sábado con el liderato de su Liga tras derrotar al Sporting y ahora se cuela entre los ocho mejores de la Liga de Campeones.

Cada temporada, un chorro de millones inunda las arcas del Zenit en busca de una gesta en la Liga de Campeones. Nunca pasó el gigante ruso la frontera de los octavos de final. En esta ocasión, a los millones del Zenit se antepuso la historia y el corazón de un grande de Europa, el Benfica, que llegaba al duelo con la ventaja del 1-0 logrado en la ida y una impresionante racha de solo una derrota, ante el Oporto, en los últimos 16 partidos (con 15 triunfos). El Benfica fue competitivo desde el inicio del partido, a pesar de sus numerosas bajas en defensa, con una zaga improvisada donde mandó el centrocampista Samaris. En el eje volvió a relucir la figura de Renato Sanches, un espectacular proyecto de futbolista a sus 18 años. Arriba, el Benfica resulta peligroso con dos veteranos como Mitroglou y Jonas. El propio Jonas tuvo la primera ocasión a los cuatro minutos, con una falta que rechazó bien Lodygin. También la tuvo Renato Sanches, que no solo juega y distribuye, sino que tiene un gran disparo desde lejos. Su lanzamiento, muy ajustado, estuvo a punto de ser el primero del conjunto portugués.

El Zenit apenas tuvo continuidad en el juego, muy apagado Danny. Creó peligro por la fortaleza de Dzyuba, quien se benefició en un par de ocasiones de la ternura de la defensa lisboeta. Primero le ganó la oposición a Samaris para lanzar muy ajustado al palo de Ederson. Luego, tras una pared de cabeza con Danny, estuvo a punto de batir a Ederson, que salió muy rápido.

El Zenit apretó en la segunda mitad. No tenía más remedio. Empató después de una jugada de Zhirkov, que se le puso de lujo a Hulk. El brasileño, ex del Oporto, marcó a placer y abrió el camino de una posible prórroga. Rui Vitoria metió en el campo a Raúl Jiménez y el mexicano se inventó un gran remate que acabó abriendo las puertas de la gloria al Benfica. Corrió Gaitán y marcó para eliminar al Zenit, incapaz de superar, otra vez, la barrera de los octavos de final. Talisca, en el descuento, hizo el segundo en pleno derrumbamiento del gigante ruso. La historia sigue viva en la Liga de Campeones con la clasificación del Benfica.

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