Marcus Slaughter deja el Real Madrid

Marcus Slaughter pone rumbo a Turquía. El pívot estadounidense del Real Madrid aceptó una oferta del Darüşşafaka Dogus y abandonará el club blanco, en el que ha militado las tres últimas temporadas. Una potente oferta económica al baloncestista parece ser la causa de la marcha de uno de los jugadores fetiche para el madridismo. Slaughter, de 30 años, percibirá 2,5 millones por las dos próximas temporadas, más del doble de lo que cobraba en el Madrid. El club se muestra comprensivo dadas las cantidades y percibirá de la entidad turca los 500.000 euros de la cláusula de salida, informa Faustino Sáez.

En principio, Slaughter iba a empezar el curso como jugador número 13 y tercer extranjero del equipo (tras Ayón y Thomkins), exactamente igual que el año pasado, y sus apariciones se iban a limitar a la Euroliga. La mezcla de esa presumible falta de minutos y el esfuerzo económico de los turcos han hecho decantarse al pívot americano, pieza clave en el sistema de Pablo Laso por su intensidad defensiva y su capacidad para ir de aro a aro con gran rapidez. Slaughter, además, tenía el apoyo del aficionado madridista por la identificación que siempre tuvo con el club. Era habitual ver su figura de más de dos metros en las gradas del Santiago Bernabéu y viajó más de una vez para ver partidos de fútbol.

La temporada pasada el estadounidense empezó solo jugando en la Euroliga al estar ocupadas las dos plazas de extranjeros por Campazzo y Ayón. En febrero, poco antes de la Copa del Rey, consiguió un pasaporte de Guinea Ecuatorial, con lo que pasó a equipararse a los jugadores comunitarios en virtud de un acuerdo comercial internacional, los llamados pasaportes Cotonou. Este verano, el jugador perdió el pasaporte por unas irregularidades detectadas, al igual que K. C. Rivers, que tuvo que dejar el Madrid.

A priori, el juego interior no debe resentirse demasiado dada la gran afluencia de hombres altos. Ayón, Felipe Reyes, Nocioni y los fichados Hernangómez y Thompkins, pero el club está sopesando la posibilidad de incorporar un pívot comunitario. La baja de Slaughter deja a Laso sin ese hombre esencial para él que podía apretar en la defensa debajo del aro e incluso presionar la subida de balón del base rival.