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Asenjo, un joven veterano

A sus 25 años, el meta, que sufrió dos graves lesiones de ligamentos, cumple a gran nivel su octava temporada en Primera

Asenjo atrapa el balón ante Mustafi
Asenjo atrapa el balón ante MustafiAFP

No toda la gente de fútbol repara en que Sergio Asenjo tiene 25 años, que lleva acumulada mucha experiencia en sus guantes tras ocho temporadas en la élite, que sufrió dos graves lesiones que cortaron su progresión que hicieron dudar de su valía. No así el Villarreal que en el verano del 2013, tras regresar a Primera, solicitó al Atlético de Madrid su cesión. Confió el club castellonense en el portero palentino que en cinco temporadas apenas había disputado 50 encuentros oficiales. El Villarreal entendió que Asenjo tenía el talento y el potencial que le hizo debutar en Primera en diciembre del 2007 con el Valladolid precisamente contra el conjunto amarillo.

Su seguridad en la portería, su envergadura, con 189 centímetros, contribuyeron a que el Villarreal regresase a lo grande en Primera

Los inicios de Asenjo auguraban una carrera prometedora. El Valladolid tan solo era una estación de aprendizaje para alcanzar cotas más altas. En su segunda temporada en pucela sufrió su primera lesión importante siendo operado de menisco apartándose de los terrenos de juego tres meses. Tras dos cursos en el Valladolid, en julio del 2009 fue fichado por el Atlético de Madrid que desembolsó cinco millones de euros. Al final de su primera temporada en el Calderón, en la que alternaba titularidad y suplencia compitiendo con De Gea, el ahora portero del Manchester United, en mayo del 2010 y en vísperas de la final de Europa League que el Atlético ganó al Fulham, Asenjo padeció la rotura parcial del ligamento cruzado de la rodilla derecha, lo que le dejó en el dique seco en los siguientes ocho meses.

Recuperado de la lesión de ligamentos, en enero del 2011 Asenjo marchó cedido al Málaga. Necesitaba comenzar de cero, volver a sentir las sensaciones debajo de los tres palos sin la presión añadida de hacerlo en un club exigente y con grandes aspiraciones como el Atlético. Apenas un mes duraron sus esperanzas. El cinco de febrero del 2011 volvió a romperse la rodilla derecha. Idéntica lesión a la anterior en el mismo lugar. Se oscurecía el futuro de Asenjo. “Tengo 21 años y no puedo tirar la toalla. Me ha tocado vivir este años dos experiencias negativas, pero lo que quiero es que la rodilla quede bien”, se conformó Asenjo con su infortunio. Volvió al Atlético de Madrid y pasó los dos siguientes cursos prácticamente inéditos a la sombra de Courtois.

El Villarreal creyó en Asenjo. Encontró el palentino en la localidad castellonense un destino tranquilo, un club modélico, un equipo joven con aspiraciones, un entrenador, Marcelino, que confiaba en sus frenadas facultades. Su seguridad en la portería, su envergadura, con 189 centímetros, que le validan en el juego aéreo, contribuyeron a que el Villarreal regresase a lo grande en Primera, consiguiendo la sexta posición alcanzando la Liga Europa. El club de Roig, hábil negociador, rebajó la cláusula de compra establecida con los colchoneros a sabiendas de que las intenciones rojiblancas no pasaban por recuperar al portero palentino. Para suplir a Courtois, el Atlético de Madrid fichó el pasado verano a Jan Oblak por 16 millones de euros y a Miguel Ángel Moyá por otros tres. Y dejó marchar a Asenjo por tres millones. Ahora, en su mejor momento y con una larga carrera por delante, le llega la oportunidad en la selección española.

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