Las webseries piden paso: 'The Confession'
24 acabó en 2010 tras ocho temporadas. Fue una de las series que revolucionó la forma de ver y entender las series en televisión, en su caso en las cadenas que emiten en abierto en EE UU. La serie se cerró con la promesa de que tendría una conclusión en el cine, una película de la que seguimos esperando detalles concretos. Su protagonista, Kiefer Sutherland, ganó un Emmy y un Globo de Oro por su interpretación de Jack Bauer, un personaje que ya forma parte del olimpo de los héroes televisivos y que le sirvió de paso para resucitar una carrera profesional que llevaba años dando tumbos. Tras 24 se embarcó en The Confession, un proyecto en el que no se alejaba demasiado de la estela de la serie de Fox pero que traía como novedad su plataforma de emisión, porque The Confession es una webserie (por lo menos en su origen).
El planteamiento de The Confession es sencillo: 10 capítulos de aproximadamente 10 minutos cada uno en los que un asesino a sueldo (Kiefer Sutherland) y un sacerdote (John Hurt) discuten sobre el bien y el mal, sobre la existencia de Dios, la justicia... Como dice en el primer capítulo el personaje de Sutherland, él no quiere que el sacedote le convenza para que deje de matar pero quiere que por lo menos lo intente.
The Confession es sencilla en la forma y muy cuidada en el fondo: pocas localizaciones, solo dos actores principales... pero tiene una fotografía y un montaje no tiene nada que envidiar a muchas de las series que se pueden ver en televisión. Unos de los responsable del proyecto es el propio Sutherland, que aprovechó la pausa entre el final de 24 y el comienzo de sus dos nuevos proyectos (una obra de teatro en Broadway y la serie Touch, que se estrena la próxima primavera en EE UU) para rodar la webserie. The Confession tiene de hecho una clara inspiranción en 24 en el perfil del personaje de Sutherland y en la estética que envuelve a los 10 webisodios.
El pase de The Confessión centró el taller de webseries que se celebró el pasado viernes en el Festival de Series de Madrid. Juan Pablo Seijo, experto en comunicación digital y contenidos web, hizo un recorrido por la historia de las webseries, un formato cada vez más profesionalizado y que se está convirtiendo en una de las mejores opciones para descubrir nuevos talentos. Algunos ejemplos que se pudieron ver en el taller:
- The Spot (1995) Está considerada como la primera webserie de la historia y su inspiración es la serie Melrose Place, que triunfaba en EE UU por aquellos años. The Spot era además interactiva y los espectadores pordían elegir el desenalce de la historia de cada capítulo. Los capítulos no están disponibles pero este es un reportaje dedicado al éxito que cosechó The Spot poco después de estrenarse en la Red.
- Las pioneras en España. La primera webserie fue La cuadrilla espacial (sobre un grupo de toreros que exploraban en el espacio a bordo de su nave cañí en el año 3000) pero la más exitosa fue Javier y Lucy ideada por Javier Fesser. Las dos se pudieron ver en la web de plus.es (los vídeos de Javier y Lucy están disponibles en Youtube).
- Cálico Electrónico (2004). Obra de Nikodemo, el superhéroe animado (y en flash) se convirtió en un fenómeno en la Red. Este capítulo (la aparición en escena de los niños mutantes) es de los mejores.
- El salto de Battlestar Galactica. Su caso es uno de los hitos en la historia de las webseries: sirvieron para explorar detalles ocultos en la historia principal, conocer más a algunos personajes secundarios y alimentaron el culto fan a la serie. Otras series como Lost, Scrubs o recientemente The Walking Dead no han dudado en echar mano de los webisodes para hacer la espera entre temporada y temporada más llevadera.
- La buena salud de las webseries españolas. En el blog le hemos dedicado dos post a las producciones españolas, en el taller del Festival de Series se habló de Perestroika y Malviviendo.
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