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EL PAÍS, 40 años de bicapitalidad periodística

Una exposición reúne más de 400 imágenes para fijar una época y un diario

Desde la izquierda: Manuel Mirat, consejero delegado de Prisa Noticias; Juan Luis Cebrián, presidente del grupo Prisa, editor de EL PAÍS; Santi Vila, consejero de Cultura de la Generalitat; Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, y Lluís Bassets, director adjunto de EL PAÍS.Vídeo: JOAN SÁNCHEZ / EPV
Carles Geli

“¿Tú ya te has puesto las gafas? Dicen que mejor sentado, pero se vive más de pie”, aconsejaba, impregnado aún por el espíritu periodístico, Juan Luis Cebrián, presidente del grupo PRISA, ante las gafas de realidad virtual que muestran el trayecto de una noticia recogida por EL PAÍS desde que se produce el hecho hasta que llega a la mesilla del comedor de casa del lector, ya sea en papel, en una tableta o a través de un smartphone. Las gafas, que permiten un envolvente y alucinante viaje al periodismo desde la sensación de encontrarse suspendido en la Estrella de la Muerte starwarsiana, es lo primero que se encuentra el visitante de la exposición que este diario ha organizado con motivo de sus 40 años de vida, los que van desde esa realidad virtual a la primera edición en papel del 4 de mayo de 1976, un facsímil en edición limitada del cual podía conseguirse a la salida del Espai Endesa de Barcelona que acoge la muestra, comisariada por Goyo Rodríguez.

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Anna Belén y Víctor Manuel, Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat, o el príncipe Felipe que hoy es Rey pasan, entre otros, en sucesivas imágenes suyas de todo ese periodo de manera rauda, marcando el inexorable paso del tiempo y dando un poco el pulso de la muestra: una decena de espacios que, en todos los soportes imaginables, intentan fijar cuatro décadas vertiginosas a partir, mayormente, de fotografías: 400 en total.

Así lo constataban Cebrián, junto al consejero de Cultura de la Generalitat, Santi Vila, o el primer teniente de alcalde del Consistorio barcelonés, Gerardo Pisarello, comentado la sucesión de momentos acaecidos en Cataluña: el president Tarradellas en la plaza de Sant Jaume tras su retorno del exilio, las victorias de Jordi Pujol o Pasqual Maragall, la última cena en El Bulli de Ferran Adrià, el auge del soberanismo, un Josep Maria Flotats frente al Teatro Nacional de Cataluña… “El hijo pródigo”, se le escapó ante la visión del actor a un Vila que, frente a la imagen del poeta Jaime Gil de Biedma, preguntó a Cebrián: “¿También colaboró con vosotros?”. “No solo eso: participaba en reuniones periódicas para comentar la situación catalana”, le informó el entonces director del diario.

Humor desde las antípodas

Metáfora del espíritu del diario, la inauguración congregó a una nutrida y plural representación cultural y política. Ello permitió ver departir con sosiego y humor gente tan distante en el espectro ideológico como el congresista por En Comú Podem Xavier Domènech con uno de los impulsores de Ciutadans y colaborador del diario, Francesc De Carreras; o al exconsejero de Interior, Ramon Espadaler; la edil de Ciudadanos Carina Mejías, el regidor del PP en el Consistorio, Santiago Rodríguez, y los directores generales del Liceo y del Palau de la Música, Roger Guasch y Joan Oller.

A ese grupo se añadió raudo Miquel Iceta, primer secretario del PSC. La evocación de imágenes y de décadas pretéritas distendió las reticencias habituales, lo que permitió a Vila lanzar al líder socialista: “Ni se te ocurra desearnos suerte a ninguno de los presentes”, bromeando sobre sus últimas intervenciones animando a Pedro Sánchez y Hillary Clinton.

Imágenes sobre los inmigrantes en Melilla o el drama de los refugiados en Siracusa, extrabajadores de Lehman Brothers poniendo su vida en cajas al desalojar sus despachos, el llanto —ya secos los ojos— de mujeres en el genocidio de Bosnia o las flores y las velas titilando por la muerte de Michael Jackson demoraron los parlamentos que inició Pisarello, evocando el editorial que llevaba el primer ejemplar de 1982 salido de la delegación catalana del diario, recogiendo unas palabras de 1902 del poeta Joan Maragall. “Maragall hablaba de unos nuevos españoles deseosos de una opinión pública moderna, de la necesidad de renovar hábitos políticos… Hoy, en un mundo marcado por la incertidumbre, la sociedad nos exige renovar esas ideas de 1982”, fijó, a la vez que animaba al periódico a seguir como “puente entre Cataluña y el resto de España sin que suponga sumisión de nadie”.

“Nos animó e iluminó a crear esa edición catalana la consciencia de la bicapitalidad que tiene en todos los ámbitos España entre Madrid y Barcelona, ese diálogo bilateral”, recordó Cebrián, que enlazó esa filosofía con la praxis: el diario se edita hoy en ocho países y cuatro lenguas distintas y tiene 17 millones de usuarios únicos en la Red, más de la mitad en América Latina: “Queremos servir a Cataluña desde esa concepción de la globalidad”, dijo. Pero siempre a partir de “la independencia profesional: somos una empresa, no un partido político y nos guía el interés de nuestros lectores; queremos promover la unidad desde la diversidad y desde la confrontación democrática”. Y, a rebufo de las últimas palabras del expresidente Obama, acabó: “Lo fundamental es la democracia. Pero esta no es solo votos: es el respeto a la ley y el reconocimiento a determinados valores y a las minorías”.

Vila elogió el talante de un diario que rezuma “una democracia liberal moderna” y pidió a la cabecera que, “como ya hiciera en un momento fundacional como fue 1976, ayude a construir un nuevo pacto hoy, a conformar una mayor calidad democrática”. Desde un diario que definió “siempre progresista y moderno”. Sí, ese que va del papel de 1976 a las gafas virtuales de 2016.

Por la tarde se proyectó en el ámbito de la exposición el documental sobre el 23-F El País, con la Constitución, presentado por los periodistas del diario Milagros Pérez Oliva y Jacinto Antón. Tras el pase tuvo lugar un animado coloquio con el público.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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