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La Urbana clausura las terrazas de los porches del mercado de la Boquería

El Consistorio alega que no tienen licencia y los restauradores desobedecen la prohibición y vuelven a colocar mesas y sillas

Alfonso L. Congostrina
Las terrazas de la boquería sin ninguna mesa ni silla
Las terrazas de la boquería sin ninguna mesa ni sillaRuth de la Rosa

La Guardia Urbana de Barcelona ha requisado esta mañana las mesas y las sillas de los bares y locales de degustación situados en los porches del mercado barcelonés de la Boquería. La policía municipal ha cumplido una orden del consistorio que alega que las terrazas de los citados locales no tienen los permisos ni las autorizaciones pertinentes. La intervención de los agentes ha provocado el enfado de los restauradores que acusan al consistorio actual de haber emprendido una cruzada contra unos empresarios de los que dependen cerca de un centenar de trabajadores.

A las ocho de la mañana el bar La Virreina comenzaba a colocar las mesas y las sillas en uno de los porches del mercado. Al lado, los trabajadores de uno de los locales más grandes, El Pòrtic, ordenaba sus mesas esperando a los clientes más madrugadores. A diferencias del resto de mañanas, hoy en lugar de clientes aparecieron varios agentes de la Guardia Urbana de Barcelona acompañados de técnicos municipales que procedieron a requisar sillas y mesas y colocarlas en un camión. El motivo: “Las terrazas no se ajustan a la normativa”. La mayoría de comercios abren pasadas las 10.00 de la mañana por lo que el resto de restauradores pudieron salvar su mobiliario de las manos de los agentes. Aun así, el enfado se apoderó de los laterales del más famoso de los mercado barceloneses.

Desde el Ayuntamiento se ha informado que los citados empresarios ya habían sido alertados “en más de dos ocasiones de que las terrazas no se ajustan a la normativa”. El Consistorio ha justificado su actuación remarcando que estas terrazas suponen un obstáculo en el caso de una posible evacuación de urgencia en el mítico mercado.

Este mediodía los ánimos estaban muy crispados entre los restauradores. El propietario del bar la Virreina aseguraba que con la eliminación de la terraza “no nos queda otra que la ruina, nuestros locales son pequeños y no cabe nadie dentro, vivimos gracias a la terraza”.

La dueña del Pòrtic, Maria Angeles Molino, denunciaba que la intervención de hoy es la guinda del pastel de una polémica que proviene de la época de Xavier Trias al frente de la alcaldía. “Trias decidió dignificar este espacio que estaba junto a los antiguos almacenes del mercado. Los hosteleros nos gastamos muchísimo dinero en una remodelación con la promesa verbal que nos darían permiso de apertura y terraza”, recordaba Molino. Oti, una empresaria hostelera con dos restaurantes en los porches, criticaba que después de hacer inversiones, finalizar las obras y abrir al público nunca llegaron las prometidas licencias. “Conocemos toda la normativa, sabemos que debe haber un paso entre mesas y sillas… hemos tenido varias reuniones con Gala Pin y el actual consistorio no quieren cumplir la promesa del gobierno de Trias”, denunciaba Oti.

Según los restauradores, tras la victoria de Barcelona en Comú comenzaron a llegar las advertencias de que debían retirar las terrazas. Pronto llegaron las multas. “Yo he pagado tres multas, la última la pasada semana, son de 900 euros pero con un descuento considerable por pronto pago”, afirma Molino.

Tres locales mantenían abierta la terraza. “Son los que recibieron las licencias en la época en que Itziar González era concejal del PSC en Ciutat Vella”, informa Oti. El resto de pasillos están desiertos. “Hay cien familias que viven de estas terrazas, yo tengo 13 empleados y si no me dejan poner terraza tendré que echar a la mitad del personal”, reconocía Molino.

La hora de la comida se acerca y los minirestaurantes están vacíos. Los clientes no tienen sillas donde sentarse. Algunos de ellos creen que la única solución “es la desobeciencia y que volvamos a colocar nuestras terrazas”, se reafirma Oti. Poco después del mediodía, la mayoría de la veintena de restaurantes volvieron a instalar mesas en la terraza ilegal y a servir comidas. Esta tarde se reuniran entre ellos exigiendo soluciones.

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