“Los policías dispararon tantas veces que parecía una traca”

Tres policías municipales de la localidad madrileña de Getafe, Antonio Miguel G. M., Oscar Daniel C. U. e Ismael G. M., se sientan desde esta mañana en el banquillo de los acusados de la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid. Están acusados de los delitos de homicidio consumado y homicidio en grado de tentativa, al ser los supuestos autores de los disparos que mataron el 21 de noviembre de 2011 a David Prieto Fandiño, de 28 años, y dejaron herido grave a su compinche, Roberto García. Los agentes protagonizaron una persecución de más de 14 kilómetros, desde su término municipal hasta el distrito de Arganzuela. 

Los hechos se produjeron poco antes de las once de la mañana, cuando David Prieto y Roberto García se encontraban en la calle del Ferrocarril, en Getafe. Un policía municipal que estaba fuera de servicio llamó a su centralita y avisó de que había visto a los dos ocupantes del Citroën C-3 como metían a la fuerza a una persona en los asientos traseros del vehículo. Pese a que iba con otros tres familiares y se dirigía al cementerio, siguió al C-3 y pasó la matrícula. Este constaba como robado en los archivos policiales. Se inició una persecución en la que se sumaron cuatro coches patrulla para detener a Prieto y García. Los agentes les dieron alcance en la confluencia de las calles de Canarias y Vara del Rey. Se inició entonces un tiroteo en el que resultó herido mortalmente el copiloto y de carácter grave el conductor.

Los agentes, que han sido los primeros en testificar, han asegurado que dispararon contra el coche que llevaba Roberto García, un Citroën C-3 que figuraba como robado en los archivos policiales, porque su conductor intentó atropellarlos en cuatro ocasiones. Por el contrario, el conductor ha sido muy gráfico durante el interrogatorio: "Los policías dispararon tantas veces que parecía una traca".

El primero en intervenir ha sido el supuesto autor del disparo que mató a Prieto Fandiño, Antonio Miguel G., que ha relatado que se encontraba en las dependencias policiales, en el Sector 3 de Getafe, cuando se recibió el aviso de que se había producido un secuestro. Junto con su compañera, salieron en persecución al C-3. Según iban de camino, les fueron dando las indicaciones de por donde se movían los supuestos delincuentes. Cuando llegan a Madrid capital, pasan junto al coche del compañero que vio la escena y éste les hizo señales de que continuaran hacia el paseo de las Delicias. Le lograron dar alcance en la confluencia de las calles de Canarias y Vara del Rey. 

En ese punto, le cerraron el paso tres patrullas, pero el conductor del C-3 hizo cuatro maniobras bruscas hasta que se abrió paso y bajó en contra dirección, según Antonio Miguel G. "Alguien gritó arma de fuego, arma de fuego y yo lo repetí. Tenía la pistola sacada y disparé a los bajos del coche, mientras me echaba hacia atrás, hasta que me tiré a un lado para que no atropellaran", ha añadido el agente. Las pruebas de balística concluyeron que hizo cinco disparos, uno de los cuáles mató a Prieto Fandiño. El agente ha mantenido que el proyectil rebotó contra el suelo.

Sus dos compañeros han mantenido la misma defensa de que Roberto García intentó atropellarlos cuando le cerraron el paso. También han afirmado que tiraron a las partes bajas del coche. "Si a esa distancia disparo a los cuerpos, no habría podido fallar", ha destacado gráficamente Óscar Daniel C. Los tres agentes han reconocido que no podían ver si había alguna persona en el asiento trasero. De hecho, con la cantidad de disparos que habían efectuado (15), esta persona habría muerto alcanzada por bastantes balazos.

El testimonio más revelador ha sido el del conductor del C-3. Este ha empezado diciendo que el coche no estaba robado y que lo tenía David Prieto un mes y medio antes del día del tiroteo. Además, ha negado que condujera a 140 kilómetros por hora por la autovía de Toledo (A-42) como han denunciado los agentes en sus declaraciones. En su interrogatorio ha quedado claro que sí se conocían las víctimas y los agentes, cosa que han negado los policías. "Me han detenido cinco o seis veces. Se han dedicado durante años a ponerse delante de mi domicilio, en Getafe, y a esperar a que saliera para quitarme las motocicletas que llevaba. También me han arrestado por robo con fuerza y robo de un coche en 2009 y 2010", ha relatado.

Pero el punto más gráfico ha sido cuando el Citroën es interceptado por la policía en la calle de Canarias. "Cuando vi a los coches patrulla con las luces y las sirena, me aparté a la derecha para dejarles pasar ante mi sorpresa de que me cerraron. Justo cuando se bajaron, empezaron a dispararme. Una de las balas me dio en un lateral de la cabeza y me dejó sordo. A partir de ahí, hicieron tantos tiros que parecía una traca". Instintivamente, el conductor soltó el embrague y el coche salió hacia adelante, los disparos continuaban, por lo que hizo varias maniobras hasta que pudo escapar. "David ya estaba caído hacia adelante. Le habían disparado a la cabeza y una de las veces cayó sobre mi lado", ha recordado la víctima, que también está acusado por los agentes. 

Roberto logró salir por Vara del Rey hasta que perdió el conocimiento y chocó contra dos vehículos aparcados. Los agentes abrieron la puerta y le tiraron al suelo sin auxiliarle, según su versión: "Me enganchó por el hombro y yo empecé a decirle que tenía una hija de cinco años". Los agentes buscaron la supuesta arma de los ocupantes del vehículo, pero no había ninguna. Mientras, David estaba caído junto al salpicadero. Murió al día siguiente en la unidad de cuidados intensivos del hospital 12 de octubre.

La primera sesión del juicio, que se prolongará hasta el próximo martes, ha durado hasta las tres de la tarde. A ella han acudido cerca de medio centenar de policías locales de Getafe, que han intentado arropar a sus compañeros frente a los medios de comunicación. No ha sido necesario, porque, en contra de lo que ocurre siempre en la Audiencia Provincial de Madrid, se les ha permitido salir en un coche particular desde el garaje. 

El que sí ha salido por la puerta principal ha sido Roberto García: "Se ha puesto en evidencia durante esta primera sesión que están mintiendo y que fueron a por nosotros para matarnos". También ha estado en la sesión María José Fandiño, la madre de David, que ejerce la acusación particular a través del abogado José María Garzón. La mujer ha pedido que se haga justicia ya que en su opinión los policías asesinaron a su hijo.