_
_
_
_
_

La edil de seguridad y fiestas dejó a Leganés sin coches patrulla y sin feria

Noemí Selas asegura que lo hizo “para no regalar el dinero de los vecinos” y que “todo es culpa de la oposición por no votar a favor de las partidas presupuestarias”

Patricia Ortega Dolz
Noemí Selas (izquierda), junto al alcalde de Leganés, Jesús Gómez, en 2013.
Noemí Selas (izquierda), junto al alcalde de Leganés, Jesús Gómez, en 2013.europa press

Noemí Selas dice que llegó a la política hace siete años “para ayudar” y que hoy, pese a los abucheos que le han dedicado en actos públicos los vecinos de Leganés (180.000 habitantes), las críticas y la petición de cese que exigen ahora los policías locales del municipio en bloque “por su incapacidad”, continúa en la actividad pública por la misma razón por la que empezó.

Ella, con una amplia carrera de comercial en una multinacional de coches, se encontró a los cuatro años de aparecer en un puesto intermedio de una lista del Partido Popular, como concejal de Festejos, luego de Deportes y ahora de Festejos y de Seguridad Ciudadana. Pero en un tiempo récord ha logrado que en las áreas de su responsabilidad ocurran cosas que parecerían imposibles: hacer unas fiestas de San Nicasio —patrón de la localidad— sin feria ni feriantes, unos encierros sin toros, y dejar una comisaría de policía con tres coches patrulla y sin motos, obligando a sus 237 agentes a acudir a los avisos a pie, en autobús o utilizando irregularmente vehículos del depósito municipal —no rotulados ni habilitados al efecto— para acudir a emergencias o patrullar.

Yo salgo a patrullar con ‘los chicos' en el turno de noche”, dice la edil

Fue su amiga y vecina Guadalupe Bragado quien la llevó de la mano hasta la política municipal: “Le pareció que podía aportarle ideas”, dice Selas. Lo curioso es que Bragado fue una de las alcaldesas más fugaces de la historia de España. Duró exactamente 23 días en el puesto, después de haber logrado en 2007 arrebatarle el poder a la izquierda en una de las principales poblaciones del llamado “cinturón rojo” madrileño. Un pacto en forma de moción de censura presentada por PSOE e IU acabó con su mandato casi antes de empezar y, acto seguido, se fue con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que la premió con un cargo como directora general de Juventud. Sin embargo, aquella lista de Bragado continuó su curso político. Y hoy el que entonces era su portavoz, Jesús Gómez Ruiz, es el alcalde de Leganés. Y la que ocupaba el puesto número 12 es hoy la concejal de Festejos y Seguridad.

Una unidad de policía canina sin vehículo

P. O. D.

El alcalde de Leganés, Jesús Gómez Ruiz, lo tiene claro: “Es un boicot”. Está convencido de que “el espectáculo” que está dando “un grupo de policías locales” de su municipio no es más que una campaña de desprestigio de su equipo de gobierno —principalmente de él y de la concejal de Seguridad y Festejos, Noemí Selas— “con fines políticos”.

El viernes pasado los policías, encerrados en una asamblea que finalmente se levantó ayer, denunciaron que sólo cuentan con tres coches patrulla para 237 agentes y que eso les obliga a acudir a los avisos a pie, en autobús o a utilizar —infringiendo la Ley de Seguridad Vial— vehículos recuperados del depósito municipal sin distintivos de ningún tipo. Gómez Ruiz lo ve como un problema menor: “Se trata de una situación provisional, yo creo que no hay ningún problema en usarlos”. Sin embargo, habla de “actos de mala fe” e incluso de “huelga de celo” de los policías por su “política de sanción de aparcamiento”: “Ponen multas en lugares donde se aparca mal de toda la vida, porque ya hay familias con dos y tres coches en algunas zonas residenciales, como el barrio de El Carrascal”. Y para defender la gestión de su concejal de Seguridad recuerda que “fue ella quien creó la unidad canina”, aunque reconoce que hoy por hoy no existe un vehículo para llevar a los canes y se utiliza también uno de los del depósito.

Criada en una familia de clase media en las urbanizaciones del barrio de Carrascal, Selas fue elegida por el actual alcalde para llevar esas dos áreas “porque están íntimamente relacionadas. Lo principal en unas fiestas es la seguridad”, explica Gómez Ruiz. Y justifica su elección: “Para gestionar no hace falta ser especialista en la materia”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Él, y Selas por extensión, explican las paradójicas situaciones acontecidas en el municipio acusando a sus predecesores en el cargo: “Los de antes pagaban a la empresa que explota la plaza de toros entre 120.000 y 140.000 euros por organizar los encierros y nosotros decidimos que no pagábamos porque entendimos que eso entraba dentro del contrato de explotación de la plaza firmado con el Ayuntamiento”.

Esa decisión supuso el año pasado una especie de actuación teatral protagonizada por ambos, la concejal y el alcalde, a la puerta de la plaza, el día de los encierros. Llamaron a la puerta para que alguien soltase a los novillos. Y, ante la falta de respuesta, el regidor leyó un comunicado por megafonía, con el consecuente enfado de los leganenses que habían acudido a correr delante de los toros. El caso de las fiestas sin feriantes de 2012 fue parecido: “Antes les dejaban no pagar tasas por poner sus puestos en el recinto, y nosotros consideramos que tenían que pagar la luz y el agua como todo el mundo. Se enfadaron y se fueron, pero todo era para no regalar el dinero de los vecinos”, argumenta Selas. “Ella ha sido firme y categórica”, apostilla el alcalde.

Los agentes locales levantaron ayer su asamblea pidiendo el cese de Selas

Pero con tanta firmeza y determinación ha cosechado una fama de “limitada”, “frívola”, “infantil”, o “artificial”, que son los adjetivos con los que se refieren a ella sus adversarios de la oposición, a los que ella culpa de todo “por no votar en los plenos a favor de las partidas presupuestarias destinadas a comprar coches y motos”. En la comisaría los agentes la califican de “prepotente” y “no dialogante”. Ella les llama familiarmente “los chicos” y asegura “salir con ellos a patrullar en el turno de noche para conocer sus problemas”.

Pero el resultado es que “los chicos” levantaron ayer su asamblea de seis días pidiendo su cese “por incapaz”, porque desde que asumió el área hace un año y medio no se ha convocado una sola reunión de mandos policiales “para planificar objetivos, como qué hacer a la salida de un colegio, en una zona donde se trapichea con drogas o en una zona de copas”. Cuando se le pregunta al respecto, ella responde con un golpe directo: “Pregúntale al jefe de la policía”, que es Juan José López Ferrer, un alto mando de la Guardia Civil que el ayuntamiento fichó por 70.000 euros anuales después de que el alcalde expedientara a la anterior cúpula policial en 2013. En todo caso, la edil asegura que está previsto que lleguen nuevos coches patrulla “en un mes”, gracias a una subvención de la Comunidad de Madrid.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_