El Ministerio de Agricultura defenderá las demandas de Fabra en la Unión Europea

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, se comprometió ayer ante el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a defender en Bruselas las demandas de los agricultores valencianos ante el veto ruso a las frutas europeas.

Fabra se entrevistó en Madrid con la titular de Agricultura para pedirle que presione para incluir los cítricos, los caquis y las granadas entre los productos que recibirán ayuda de la UE.

“Ha sido una reunión muy positiva y la ministra se ha comprometido a recoger nuestras peticiones ante el consejo de ministros europeo del próximo viernes”, explicó el presidente de la Generalitat al término de la reunión. “La ministra se ha comprometido a hacer un seguimiento exhaustivo y periódico para estudiar las incidencias del veto ruso”, añadió.

El jefe del Consell insistió, tal y como han reiterado los representantes del campo valenciano, en que las ayudas europeas previstas inicialmente “son insuficientes, tanto para la Generalitat como para el sector agroalimentario”. “Así se lo he trasladado a la ministra”, remachó Fabra, que estuvo acompañado en la reunión por el vicepresidente y consejero de Agricultura, José Ciscar.

Durante la entrevista, ministra y presidente analizaron las consecuencias del veto ruso para las frutas valencianas, que el año pasado se exportaron por valor de casi 126 millones de euros. Una cantidad que contrasta con el paquete de ayudas europeas, cifrado por ahora en algo más de 177 millones de euros.

Además de trasladar sus exigencias a la ministra de Agricultura para que las defienda en Bruselas en la reunión de ministros del ramo, Fabra anunció que el Consell pondrá en marcha una campaña en los colegios valencianos para concienciar sobre la calidad de las frutas y verduras autóctonas y promocionar su consumo.

Promoción interna

La iniciativa en los colegios se enmarca dentro de la campaña de promoción institucional que pretende poner en marcha el Consell para trasladar el mensaje de que los productos valencianos son de gran calidad y que su consumo ayuda a los agricultores y a la economía familiar de muchas personas.

Las organizaciones agrarias reclaman una mayor protección de los productos europeos frente a países terceros.