Persiste la alerta de trombas de agua

Inundaciones de bajos, carreteras cortadas y caídas de catenarias ferroviarias

Agua, agua y... más agua. La previsión meteorológica del servicio de Protección Civil de la Generalitat sigue siendo de lluvias y, de hecho, las cuatro provincias catalanas estarán hoy en alerta por la posibilidad de chubascos localmente fuertes. Unas trombas que tenderán a disminuir a lo largo del día.

El Vallès, Garraf, el Segrià y el Baix Empordà fueron las comarcas en las que en la tarde de ayer se produjeron más llamadas al teléfono de emergencias, por inundaciones en plantas bajas, garajes y calles. Las precipitaciones obligaron a activar el plan Ferrocat, por la caída de catenarias. Una entre Sant Vicenç de Castellet y Calaf —afectando a las líneas R4 y R12— y otra entre Sant Vicenç de Calders y Sant Sadurní d'Anoia, en la R2. La normalidad ferroviaria se restableció pasada la media noche.

Por la mañana y hasta primeta hora de la tarde, las trombas castigaron especialmente a localidades del Baix Penedès. Calles que se convirtieron en cursos de agua y barro que llegaron a mover vehículos estacionados, como ocurrió en Segur de Calafell. Bajos inundados y personas armadas con cubos, escobas y fregonas intentaban achicar agua y retirar barro de los aparcamientos y las entradas de sus casas. Los Bomberos de la Generalitat recibieron un centenar de avisos por el episodio de fuertes lluvias desde la madrugada de ayer hasta media tarde. Las llamadas alertaban de inundaciones en plantas bajas, garajes y calles; o a petición de retirada de árboles semicaidos y elementos de la vía pública arrastrados por la fuerza del agua.

Algunas de las poblaciones que tuvieron importantes precipitaciones fueron: Segur de Calafell (Baix Penedès) con 82 litros por metro cuadrado, Cunit (Baix Penedès) con 44,9 litros, 22,8 en Pinós (Solsonès), 21,4 en Castell d'Aro (Baix Empordà), 20,5 en La Pobla de Segur (Pallars Jussà) y 20,4 en La Vall d'en Bas (Garrotxa).

En Palamós (Baix Empordà), la acumulación de agua estuvo acompañada de un problema en el sistema de saneamiento al verterse sólidos al mar, por lo que se activó una embarcación de Salvamento Marítimo. En Rupià (Baix Empordà), la tromba de agua provocó un corte de luz en la mañana de ayer que afectó a todo el municipio que no volvió a tener luz hasta pasadas las 13.30 horas.

Poblaciones de la provincia de LLeida también se vieron perjudicadas por el episodio de tormentas. Especialmente en la comarca del Segrià, donde se inundaron bajos de edificios, y problemas en las carreteras. Como en la N-230 a su paso por Almenar —la entrada a la localidad quedó completamente anegada — y un vehículo quedó atrapado por el agua acumulada sin que sus ocupantes resultaran heridos. También tuvo problemas la Autovía A-14, entre Alguaire y Almenar, que quedó obstaculizada por el desprendimiento de una roca.

En la Pobla de Segur (Pallars Jussà) llovió muy intensamente a primera hora de la tarde. Las intensidades máximas a las que se llegaron ayer a primera hora de la tarde fueron de 57 litros por metro cuadrado en 30 minutos en Vilanova de Meià (Noguera), 41 en Lladurs (Solsonès), 34 en Algerri (Noguera), 28 en Alfarràs (Segrià) y 26 en Camarasa (Noguera).