UPyD acusó de forma “temeraria” a los estudiantes de la Autónoma
La juez condena solo a una multa por desórdenes a cuatro alumnos que abroncaron a Rosa Díez en una conferencia
Una de cal y otra de arena para Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en el proceso judicial contra jóvenes independentistas que abroncaron a la líder del partido, Rosa Díez, durante una conferencia en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en marzo de 2010. Un juzgado de Sabadell ha condenado a penas de multa de hasta 1.200 euros a cuatro jóvenes por un delito de desórdenes. UPyD, sin embargo, también deberá pagar: ha sido condenado a pagar dos quintas partes de las costas judiciales por haber acusado “de forma temeraria” a los implicados por delitos más graves.
En el proceso penal, la condena en costas a la parte que ejerce la acusación —popular, en el caso de UPyD— es excepcional. Por lo general, si los acusados resultan absueltos, se declaran de oficio. La ley prevé, sin embargo, una excepción: cuando la acusación “se lleva a cabo con temeridad o mala fe”. La titular del juzgado de lo penal número 1 de Sabadell considera que eso es lo que hizo el partido de Díez al acusar a los jóvenes de dos delitos: impedir el ejercicio de libertades de reunión o manifestación y provocación al odio y la violencia contra grupos por motivos ideológicos.
La sentencia absuelve a los jóvenes de esos delitos, así como de coacciones y torturas. Durante los incidentes, recuerda la juez, “no hubo daños, lesiones, ni se obstaculizaron vías de manera peligrosa ni se impidió a nadie ejercer sus derechos cívicos”. La juez condena a Oriol C. D. a pagar 1.200 euros por desórdenes y al resto de acusados —Laura R. M., Guillem G. C. y Aitor B. A.— a 1.050 euros cada uno por “perturbar gravemente” el orden durante la protesta independentista con motivo de la visita de Díaz.
El 5 de marzo de 2010, la líder de UPyD fue invitada a la Facultad de Ciencias Políticas para impartir una conferencia en el salón de actos. Medio centenar de personas se concentró en la plaza cívica de la universidad y lanzó proclamadas contra la diputada, contra sus posiciones políticas y a favor de la independencia, considera probado la sentencia. “Fuera fascistas de la universidad” y “que se vayan”, gritaron los jóvenes. Más tarde, irrumpieron en el salón de actos, se subieron a la tarima y, cuando Díaz entró en la sala, la diputada tuvo que dar marcha atrás “ante las aglomeraciones que había en los pasillos y el clima de gran tensión existente”. No consta, en cambio, que los alumnos estuvieran cerca de ella. Díez describió el ataque como el más violento que ha sufrido nunca. El acto se celebró en otra sala y, aunque un grupo golpeó las paredes, “no impidió su celebración”.
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