Un empleado de un testaferro multiplicó por diez sus ingresos

Lino José Iglesias, empleado de uno de los acusados en el caso Ciempozuelos, reconoció en la sesión de este martes que multiplicó por diez sus retribuciones cuando trabajó para el empresario Francisco Javier Marazuela. La Fiscalía considera que el dueño de Frangest, Urbanges, Ischadia Bus y Viajes Sanitur utilizó sus sociedades para canalizar comisiones ilegales a los exalcaldes Pedro Antonio Torrejón (2003-2006) y Joaquín Tejeiro (1991-1995), que están acusados de recibir hasta 40 millones de euros de empresas con intereses urbanísticos en Ciempozuelos.

Iglesias, que declaró ante el juez como testigo, explicó que trabajó para Frangest —dedicada a la promoción y el desarrollo urbanístico— y la agencia Viajes Sanitur. Contó, además, que inicialmente percibía un salario de 1.200 euros, pero que Marazuela le ofreció un porcentaje por la localización de propietarios dispuestos a vender suelo en Ciempozuelos.

"Me dijo que la vida me iba a ir mejor", apuntó el testigo, que detalló también que disponía de planos de los terrenos que le interesaban a Marazuela, que a su vez le indicaba a qué propietarios debía visitar, para que, más tarde, cerrara los acuerdos.

Iglesias admitió que sus retribuciones se multiplicaron por diez en 2005 y 2006, y que obtuvo unos ingresos que le permitieron comprarse la casa donde vive.

Durante la sesión de este martes, también compareció como testigo Abelardo Martín Torres, uno de los propietarios que vendió por un importe de 230.000 euros una finca de 4.000 metros cuadrados de suelo rústico a las empresas Sanedi, Edificaciones Tifan y Bitango Promociones. El testigo explicó que Iglesias, a quien conocía de Ciempozuelos, les ofreció un precio por la propiedad familiar, que suscribieron un contrato privado en 2006 y que firmaron la escritura pública al año siguiente.