_
_
_
_

Lo que el juez cree que hizo Bretón

El auto redactado por José Luis Rodríguez Lainz apunta a que este “hizo desaparecer” a los niños por venganza y no descarta que estén vivos

Bretón escucha al juez Lainz durante una reconstrucción de los hechos.
Bretón escucha al juez Lainz durante una reconstrucción de los hechos.F. J. VARGAS

“Había tomado ya una firme decisión de hacerlos desaparecer, que no dieran desde ese momento señales de estar vivos o muertos, como forma de infligir a su esposa el castigo más doloroso que pudiera haberse imaginado”. Las 46 páginas del auto de procesamiento redactado por el juez José Luis Rodríguez Lainz apuntan directamente contra José Bretón por la desaparición de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, el pasado 8 de octubre.

El plan. El juez recalca que Bretón, “obsesionado por el hecho de haber visto romperse su esquema de vida familiar, comenzó a idear la posibilidad de causar un daño grave a su esposa como represalia a su decisión”. El lugar donde trazaría sus planes “durante noches enteras” es la finca que los padres del procesado tienen en Las Quemadillas, a las afueras de Córdoba. El magistrado señala que Bretón fue al lugar al menos 11 veces entre “el 15 de septiembre y el fin de semana del 7 al 9 de octubre”. “Estuvo ideando la estrategia para, aprovechando que estaban sus hijos en su compañía, hacerlos desaparecer, bien solo, bien con la posible participación no comprobada de terceras personas”.

El viaje. Bretón accedió al régimen de fines de semanas alternos como fórmula de visitas a sus hijos. Cuando el viernes 7 de octubre les recogió en la casa de la abuela materna en Huelva, hizo algo raro: puso sus maletas en el asiento delantero. Según el juez: “Para que la abuela no pudiera ver que en el interior, el encartado portaba una serie de objetos no determinados, entre ellos posiblemente más sábanas de las encontradas posteriormente en el coche, destinados a dar cumplimiento a su fatal designio”. “La razón de la ocultación no puede ser otra que llevaba dentro todo el dispositivo de objetos destinados a dar cumplimiento a su atroz designio criminal”.

“Portaba sábanas destinadas a dar cumplimiento  a su fatal designio”

La coartada. Ya en Córdoba, el juez mantiene que Bretón plantea a sus hermanos una visita el sábado al área recreativa la Ciudad de los Niños, afirmando que antes había quedado para comer con unos amigos. Según Lainz, Bretón quería “hacerse ilocalizable durante todo el mediodía y la tarde, facilitando la preparación y ocultación de su plan; mientras que daba forma al lugar elegido para simular la pérdida de sus hijos: la Ciudad de los Niños”.

Un desconocido. La mañana de la desaparición, Bretón lleva a los niños a casa de su hermana y se hace con las llaves de su coche, con el que se traslada a Las Quemadillas. Del vehículo “sale aparentemente junto a otra persona cuya identidad no ha podido ser determinada”. Tampoco se sabe por qué fue allí “pero, muy probablemente, estuviera directamente relacionado con su propósito de hacer desaparecer a sus hijos”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

A la carrera. A su vuelta, Bretón y sus hijos regresan brevemente a la casa de los abuelos paternos. Tras cuatro minutos, se marchan en el coche de Bretón rumbo a la parcela. Es la última vez que se ve a los pequeños. En el camino, Bretón comprueba que ha desconectado la localización de su teléfono móvil. Dos minutos después de cerrar la cancela, llama por última vez a su esposa. Ella no responde. El juez no descarta que para entonces ya se hubiese deshecho de los niños, pero lo ve poco probable.

La desaparición. En Las Quemadillas, Bretón desactivó las aplicaciones vía Internet de su móvil para no ser localizado. Entre las 13.48 y 17.30 no hay constancia de que saliera de la parcela. El magistrado contempla que Bretón aprovechara el lapso para plagar de pistas falsas el lugar y el posterior trayecto a la Ciudad de los Niños.

Las pesquisas. Desde la Ciudad de los Niños, Bretón llamó a las 18.41 al servicio de emergencias, alertando de la desaparición. Antes había cruzado numerosas y confusas llamadas con sus dos hermanos y una con su madre. Hora y media después, denuncia la pérdida de sus hijos en comisaría. Se le interrogó numerosas veces. Finalmente, es detenido y enviado a prisión el 21 de octubre, acusado de detención ilegal y simulación de delito. El juez sigue sin descartar que los niños estén vivos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_