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Reportaje:FUERA DE RUTA

El acuario del gran desierto mexicano

Cuatro Ciénegas, un peculiar valle árido con 500 manantiales y piscinas naturales

Si un milagro es un hecho extraordinario, fue un milagro ver llover en Cuatro Ciénegas, un lugar remoto en el inmenso desierto de Chihuahua, al norte de México. Y extraordinario es también que aquí, en un paraje rodeado de montañas de 3.000 metros de altura y a más de mil kilómetros de

cualquier océano, vivan 69 especies de animales y plantas únicas en el mundo. Milagro es que haya 500 manantiales, medio centenar de pozas de aguas transparentes (la poza Azul, la de las Becerras, la poza de los Gatos...) y lagunas de un intenso color turquesa como Las Playitas (con seis hectáreas de extensión), con orillas arenosas donde rompe el oleaje.

Y para que no falte de nada en este valle increíble -60 kilómetros de largo por 40 de ancho, situado a 720 metros sobre el nivel del mar-, emerge, en su extremo suroeste, un mar de dunas de yeso blanco como la nieve, y en el que se oculta "una intensa vida animal de conejos, coyotes, lobos, mapaches e insectos", explica Javier García, guía de la zona.

A Cuatro Ciénegas se llega por la carretera nacional número 30 desde Monclova. Los 83 kilómetros de distancia se recorren, en apenas una hora, en alguno de los muchos autobuses de línea regular que a lo largo del día comunican ambas ciudades. La inmensa llanura que se atraviesa sólo se rompe por el perfil que dibujan los picos de las seis sierras que rodean el enclave.

Una vez en el valle, el viajero se topa con el cerro del Muerto. La vida cobra aquí otras dimensiones mientras empiezan a sucederse los prodigios. En contraste con los suelos polvorientos, el agua aparece y desaparece a capricho, siempre en torrentes de caudal cristalino, de los que aún se ignora su origen. Nadie -y lo han intentado científicos mexicanos, italianos y estadounidenses, entre otros- ha podido averiguar de dónde procede tal abundancia y por qué esconde tanta vida. El nombre Acuario del Desierto, acuñado en su día por la National Geographic, ha sido adoptado por las autoridades mexicanas, la Unesco y la WWF. El biólogo norteamericano, W. L. Minckley (1935-2001), que dedicó 40 años a estudiar estas pozas, lo resume así: "Aquí hay más diversidad acuática que en todos los desiertos de América juntos".

En el valle se han registrado 1.225 especies nativas de animales y plantas. De éstas, 69 son endémicas y otras 19 están catalogadas como exóticas. Entre las especies únicas en el mundo que viven aquí destacan los peces, de los que los biólogos han catalogado 10 clases; dos de ellos, la mojarra común y la mojarra cuatrociénegas, destacan por encima de todos; el primero es carnívoro (los bañistas pueden dar fe de los mordiscos que pegan en el momento en que dejan de mover los pies en las charcas) y el segundo se alimenta con los caracoles que extrae del lecho arenoso de las lagunas. Además, el valle de Cuatro Ciénegas ofrece a los investigadores 12 tipos únicos de moluscos acuáticos, 8 crustáceos, 9 reptiles diferentes y 18 plantas endémicas.

La estabilidad ambiental mantenida durante miles de años (aunque la temperatura alcance en invierno -8 grados y en verano sobrepase los 45) ha hecho posible que el tiempo parezca haberse parado. También el Gobierno de Coahuila, Estado al que pertenece Cuatro Ciénegas, y los habitantes de la zona luchan por la promoción de su valle. Y lo cuidan. En 1994 crearon un área natural protegida de 150 hectáreas. Hoy tratan de sacarle el máximo provecho turístico, promoviendo todo tipo de actividades de estudio y de ocio al aire libre. La oferta es variada y va desde la práctica del buceo en las pozas (más de 20 metros de profundidad en algunas) hasta el descenso por los cañones más próximos. Acampar y bañarse a la luz de la luna en Las Playitas o en la poza de las Becerras, donde el agua mantiene una temperatura estable de 34 grados, es una experiencia única, aunque los peces, de vez en cuando, muerdan.

Un poco de historia

Como a cualquier otro lugar mexicano, también los españoles llegaron aquí. Lo hicieron, en 1647, dos franciscanos, Francisco Peñasco y Juan de Larios, que fundaron una comunidad. Luego vendrían los soldados y comenzaría la lucha para someter a las tribus nativas a lo largo de 200 años, pues, según cuenta Juan Enciso, vecino de Cuatro Ciénegas, "los indios tobosos eran tan fieros que antes de someterse prefirieron morir. Y tuvieron que exterminarlos".

Sea o no cierto, la vida en el valle siguió su curso y en 1845 llegaría el ferrocarril. El agua y la magia que entraña el lugar han permitido que la ciudad mantenga intacta la vitalidad. La industria de cera de candelilla, extraída de una planta desértica autóctona denominada drag, y, curiosamente, el negocio vitícola, que elabora unos caldos dulzones, son dos de las riquezas agrícolas del valle.

Por lo demás, la gente es abierta y amable; todos los sábados hay baile en la plaza Mayor, y entre semana, en las taquerías, siempre se escucha música alegre. Los visitantes no suelen ser muchos, apenas 75.000 el año pasado, y de éstos, sólo un 10% son extranjeros; la gran mayoría, estadounidenses. La frontera con Tejas queda a poco más de tres horas de coche. Y después de un día de aventuras y de haber visto tortugas (Trionix ater), peces que muerden y alguna mariposa monarca... apetece recobrar fuerzas, por ejemplo, en La Casona, donde se come bien por unos 20 euros.

GUÍA PRÁCTICA

Datos básicos e información

- Prefijo telefónico: 00 52 869.

- Oficina de turismo de Cuatro Ciénegas (696 05 74).

- www.coahuila.gob.mx.

- www.rutadeldesierto.com.

Cómo ir

- El aeropuerto más cercano es el de Monclova, con conexiones desde las principales ciudades mexicanas. También se llega a Cuatro Ciénegas en autobús (que en México funcionan muy bien) desde Monterrey (a 195 kilómetros) o Saltillo (a 192 kilómetros).

Dormir

- Hotel Santa Fe (696 04 25). Bulevar Juárez, s/n. Cuatro Ciénegas. La habitación doble, unos 28 euros.

- Hotel Ibarra (696 01 29). Zaragoza, 200. Cuatro Ciénegas. La doble, 26.

- Hotel Plaza (696 00 66). Hidalgo, 202. Cuatro Ciénegas. La doble, 38,50.

Comer

- El Doc y La Casona, ambos en el centro de la ciudad. Se come bien. Hay que calcular unos 20 euros.

Visitas

- El Ayuntamiento de Cuatro Ciénagas, a través de su Oficina del Área de Protección (696 09 87), facilita guías con camioneta por 50 euros por día. El viajero desconocedor de la zona necesita de su ayuda para visitar lagunas como Las Playitas, en las que se puede acampar; la poza Azul, un centro de estudio de la flora y la fauna del valle, y la poza de las Becerras, preparada con duchas, sanitarios, barbacoas y otras dependencias que facilitan la estancia a los bañistas. Aquí también se puede acampar. También puede practicarse en la zona barranquismo, bicicleta de montaña y escalada.

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