El sexo se 'moviliza'
Los contenidos para adultos llegan al móvil de la mano de la nueva generación de telefonía
"Nadie va a comprar un móvil capaz de ver vídeos para bajarse un trailer de Walt Dinsey. Pero sí lo comprará para ver un video erótico tranquilamente". La frase es de Harvey Kaplan, presidente de Xobile, la mayor empresa de contenidos para adultos de móvil. La pronunció hace dos años en una entrevista a The New York Times y ha sido profética. Xobile.com suma 20.000 nuevos suscriptores mensuales.
Y no está sola. Las compañías clásicas de contenidos eróticos como Private o Playboy se han volcado en adaptar sus contenidos a las especificaciones y usos del móvil, que forman una parte cada vez más importante de sus ingresos. Y al tirón del negocio ha comenzado a aparecer una industria cinematográfica, con directores y actores especializados. Y las películas eróticas para móviles, antes meras traslaciones de las películas de cine, comienzan a independizarse y a tener su propio formato.
Los horóscopos o las felicitaciones eróticas tienen más éxito que el porno duro
Los 'videoclips' duran entre uno y cuatro minutos, y cuestan como mínimo 1,2 euros
"No es lo mismo ver una peli en una televisión de 22 pulgadas que en un pantalla de 2. Para empezar, en el móvil no puede haber más de una actriz o un actor, porque si hay más no se distinguen. Y casi todo tienen que ser primeros planos", dice Conrad Son, el afamado director porno catalán que ha se ha pasado de la pantalla grande al celular, hasta el punto que gusta autodenominarse como el primer realizador de porno para móvil de España.
Conrad ha encontrado en el móvil un filón de la muy explotada cantera del cine erótico. Realiza 25 películas al mes, en sesiones de cuatro diarias. Los videoclips duran entre uno y cuatro minutos, y el coste de producción es de entre 600 y 1.000 euros, nada que ver con los 6.000 euros que cuesta la realización de una producción para la pantalla grande.
El éxito de los llamados contenidos para adultos es espectacular: apenas tiene un año y medio de vida. Cuando nacieron empresas como Xobile o Ohmobile en EE UU casi no habían terminales de tercera generación, los que permiten descargarse contenidos audiovisuales, y los pocos aparatos que estaban en el mercado no estaban al alcance de cualquiera. Valían a partir de 350 euros.
Las operadoras apostaron por utilidades como la navegación por Internet o las videollamadas. Nadie podía aventurar que alguien usara la pequeña pantalla del móvil para descargarse una película porno. Aunque no hay muchos datos sobre el volumen de fondos que mueve este negocio por la sencilla razón de que casi nadie reconoce su práctica, diversos estudios como el de Juniper Research de septiembre de 2006 estimaba un mercado de 2.100 millones de euros en 2009 sólo en EE UU.
"En España estamos aún empezando. Puede que ya hablemos de entre 8 y 10 millones de euros al año. Tenemos mucho recorrido, porque ya hay un parque de cuatro millones de teléfonos 3G", dice Christian Thorn, director general de Lechill Mobile, con sede en Barcelona, que trabaja además para países escandinavos, Alemania, Francia, Eslovaquia, y EE UU.
Thorn señala que las tres grandes operadoras españolas -Movistar, Vodafone y Orange- cuelgan de sus portales 600 nuevos videoclips de contenido erótico a la semana, lo que da una idea de la importancia creciente de este fenómeno, al que se dedican alrededor de 30 empresas.
Los grandes proveedores de contenidos tampoco han querido quedarse al margen. Private lidera este mercado. En marzo de 2006 lanzó su portal de Internet para móvil wap.private.com. Actualmente sus contenidos pueden verse en 533 millones de 60 operadoras y de 29 países, según indica Zaida Mas, directora de marketing de la firma.
¿Cuál es la razón de este éxito? Emilio Marqueze, dueño del mayor portal de contenidos para adultos en España, lo tiene muy claro: "En el móvil está el futuro. Las empresas estamos apostamos por él porque, a diferencia de Internet, donde se ha instalado la cultura del gratis total, el usuario del móvil tiene una costumbre de pago. Al cliente también le viene bien porque tiene acceso a un contenido salvaguardando su intimidad y sabe que pagar por el móvil es fiable".
Cada videoclips de un minuto cuesta 1,2 euros (+IVA) y el pago se realiza mediante el envío de un mensaje de texto (sms). Por cada minuto extra el cliente debe mandar un nuevo sms. La forma de pago condiciona la propia realización del videoclip. "Tienes que poner caliente a la gente en 40 segundos. La actriz no controla el tiempo, a sí que rodamos con un temporizador. Y vamos dictando órdenes. Todo va muy rápido", dice Conrad Son.
Y es que el cine erótico para móviles comienza a también a tener su propia personalidad. "Los fondos son virtuales, creados por ordenador, para que resalten los primeros planos. Y en escena sólo aparece la chica. El cuerpo del chico nunca sale, como mucho se le ven las manos o los genitales de forma que al cliente, que tiene el móvil en la mano, le parezca que es el protagonista de la escena". En las películas trabajan apenas seis personas: el director, el operador de grúa, la actriz y peluquera/maquilladora. Actrices porno como Sonia baby o Evita de luna ya se han pasado a la pequeña pantalla.
Con todo, el porno duro (hardcore) no es el producto que tiene más éxito. Los horóscopos, el pronósticos del tiempo, las felicitaciones de cumpleaños o las invitaciones a despedidas de solteros, todas ellos con contenidos eróticos para ambos sexos, son las aplicaciones que arrasan. "Si a la gente le mandas una invitación con una chica o un chico quitándose algo de ropa le parece simpático, peor la pornografía ofende". Los videoclips también adaptan sus contenidos a acontecimientos deportivos como mundiales de baloncesto, partidos de fútbol, o fiestas populares como los carnavales.
No obstante, no todos son adeptos a la erótica del móvil. Los problemas de seguridad y de censura ya. La archiconservadora Coalition for the Protection of Children and Families ya ha puesto el grito en el cielo para que se limite o se prohíban estos contenidos. En España la política de seguridad de las operadoras se ha ido extremando. Movistar no tiene estos contenidos muy visibles en su portal emocion, avisa de que para acceder a los mismos es preciso ser mayor de edad y además el cliente puede pedir que siempre que se restrinja el acceso. No obstante, el modelo a seguir es que ya aplica Vodafone. Para poder descargarse estos contenidos es preciso primero darse de alta. Así se evita que los menores usen estos servicios.
El negocio del erotismo en el móvil está a punto de dar un vuelco pese a su escasa edad. Hasta ahora los contenidos se cuelgan en los menús de los portales de los operadores (emocion de Movistar o Vodafone Live!). Pero pronto habrá portales propios del móvil (.mobi) a los que se podrá acceder directamente como en Internet. "El futuro está en los off portal. Eso permitirá que los portales especializados nos independicemos de los operadores, y podamos comercializar libremente nuestros servicios y rebajar los precios", indica Marqueze.
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