La sanidad pública pierde puntos
Los españoles aprueban la gestión de las administraciones, pero prefieren cada vez más la privada - El barómetro refleja el hartazgo por las listas de espera
La salud de la Sanidad pública ha vuelto a empeorar. El respiro ha sido corto y vuelve a perder apoyo respecto a años anteriores. Los españoles siguen prefiriendo recurrir a ella frente a la privada, pero menos que hace cuatro años. Esta última gana terreno en la atención especializada, urgencias y hospitales. Algo que las asociaciones y sindicatos atribuyen al empeoramiento de algunos servicios y las listas de espera. Un tema que preocupa a la población. La Sanidad aprueba con un 6,29 el examen que le hacen los ciudadanos. Los más satisfechos: los asturianos y los navarros. Los menos, los canarios y los gallegos. El barómetro Sanitario 2008, hecho por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), muestra que siete de cada diez encuestados cree que la sanidad pública funciona bien pero que necesita cambios.
- Pública o privada. Los ciudadanos prefieren los servicios sanitarios públicos frente a los privados. Sin embargo, los primeros pierden poco a poco el apoyo de la población. Sube el porcentaje de personas que recurrirían a especialistas privados (un 1% más que en 2007). Bajan los que escogerían acudir a las urgencias o los hospitales públicos. Sólo se salva la atención primaria pública.
Esa pérdida de preferencia por la sanidad pública es algo que Antonio Cabrera, secretario general de la Federación de Sanidad de CC OO, achaca a la demora en la atención y los servicios de hostelería. "La pública deja mucho que desear en la espera y en la hostelería. Pero en profesionales, calidad, innovación y medios está muy bien. A la hora de la verdad, los ciudadanos prefieren la pública para las cosas graves", sostiene Cabrera. Javier Rodríguez Medel, portavoz de la federación de asociaciones para la defensa de la sanidad pública, apunta otra explicación: "Se le están dedicando recursos insuficientes. Está más masificada, se ha recortado el número de camas hospitalarias y también el personal. Además, ha aumentado la población pero la financiación sigue siendo escasa".
Llama la atención que en autonomías como Madrid o Valencia, donde la privatización ya está avanzada, aumente la preferencia por la atención primaria pública. Un esquema que, en el caso de Madrid, se repetiría en el resto de atención sanitaria. "En Madrid y Valencia los procesos privatizadores han sido más intensos. La gente tiene más experiencia en la sanidad privada y considera con mayor interés los servicios públicos", dice Rodríguez Medel.
- Listas de espera. El 50,2% de los ciudadanos opina que la situación de las listas de espera no ha cambiado respecto de años anteriores. Además, el 34,1· de los españoles cree que las autoridades sanitarias no están tomando iniciativas destinadas a mejorar ese tiempo de acceso a los servicios. Ese dato no puede mejorar, para Antonio Cabrera, si no se dota de más recursos a la sanidad. "Hacen falta más quirófanos, más tecnología, más pruebas diagnósticas, que es donde más listas de espera hay, y también hay que mejorar la organización de los profesionales", dice. "Si esto no se hace se corre el riesgo de que se lleve a cabo la privatización", añade. Rodríguez Medel comparte esa visión y sostiene que, sin una apuesta decidida acompañada de más financiación, no mejorará".
- Cambios fundamentales. Siete de cada diez españoles creen que la sanidad funciona bien, para el secretario de Federaciones Sanitarias de CC OO, tiene su riesgo. "La gente sigue apostando por los servicios públicos pero piensa que necesita reformas para mejorarlo y más financiación, más recursos...", dice. Sin embargo, el resto de la población considera que son necesarios cambios fundamentales o incluso rehacer el sistema. Un porcentaje de la población que prefiere, según Rodríguez Medel, los servicios privados.
- Servicios. La cercanía de los centros y el trato recibido por el personal sanitario son los aspectos más valorados de las consultas de medicina general y pediatría. El tiempo de espera hasta entrar en consulta y el tiempo que se tarda en hacer las pruebas diagnósticas es lo peor puntuado por los ciudadanos. En la especializada suspende todo lo que tiene que ver con tiempos de espera y aprueba y con nota el número de especialidades a las que se tiene acceso y el equipamiento tecnológico en los centros. En la hospitalaria sacan mala nota las comodidades disponibles en las habitaciones.
El diagnóstico de los pacientes
- Importancia. La sanidad, con un 28,1%, es lo más importante para los ciudadanos. Por encima de la vivienda (20,3%) y educación (20,2%).
- Necesidades. Tres de cada diez españoles creen que el sistema sanitario necesita cambios fundamentales o incluso rehacerse.
- Nota. Los ciudadanos dan una nota de un 6,29 al sistema sanitario público. En 2004 esa nota fue de 6,12.
- Valoración. La cercanía de los centros, el trato recibido y la confianza y seguridad que transmite el médico son lo mejor del sistema público, según los ciudadanos.
- Suspensos. Suspenden las listas de espera. El 50% de la población cree que no ha mejorado. Las peores notas en este sentido se las llevan las consultas externas de la asistencia especializada y las demoras sufridas por los ciudadanos en los hospitales.
- Coordinación. El 86,2% de los ciudadanos cree que las comunidades deberían coordinarse para ofrecer nuevos servicios.
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