El riesgo de explosión crece
El comité de crisis teme que el magma brote a poca profundidad junto al litoral - En esos casos, la lava reacciona violentamente con el agua marina
En 1963 surgió una isla al sur de Islandia. Fue por una erupción submarina y el nuevo trozo de tierra fue bautizado con el nombre de Surtsey. Desde entonces, cuando una erupción submarina se produce muy cerca de la costa y a poca profundidad se conoce como erupción surtseyana. Estas generan una violenta explosión y son mucho más peligrosas que las erupciones submarinas a gran profundidad.
José Luis Barrera, vicepresidente del Colegio de Geólogos y conocedor del vulcanismo en El Hierro, señala que a gran profundidad, el peso de la columna de agua impide incluso la salida de gases. "A partir de 600 metros no se ve ni el burbujeo en la superficie". Pero el temor del Instituto Geográfico Nacional (IGN) es que junto a la isla canaria surja alguna boca de la erupción más próxima a la costa que, "dada la disminución de la profundidad, puede originar explosiones surtseyanas debido a la interacción del magma con el agua". Por eso se ordenó desalojar La Restinga, el pueblo más cercano al punto en el que presumiblemente comenzó la erupción submarina. A poca profundidad, el contacto de la lava con el agua puede lanzar el agua vaporizada y trozos de lava a gran distancia. "Es muy violento debido a que el agua se mezcla con el magma y se vaporiza y se une con los gases del magma. Además, arrastra lava", explica Barrera.
La directora del IGN en Canarias reconoce que la evolución del fenómeno volcánico es por ahora desconocida y ha reiterado que sería de gran ayuda poder contar con un robot submarino para analizar este fenómeno con mayor precisión. El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha reaccionado a su petición y ha informado de que se están haciendo las gestiones necesarias para que Telefónica ceda a los científicos un buque que la operadora emplea en el despliegue de la fibra óptica y que dispone de un robot submarino que permitirá tomar imágenes del fondo marino.
Ayer, los terremotos se desplazaron hacia el norte, en dirección a tierra firme mientras el tremor volcánico duplicó su intensidad. Como existe una fisura en esa zona no es descabellado pensar que haya otra salida de magma. La propia morfología de El Hierro respalda la idea de que puedan existir distintos puntos para la erupción. La isla no tiene un único gran volcán, "sino más de 500 cráteres a cielo abierto y un gran número cubierto por coladas recientes", según el plan volcánico.
El IGN afirma que en El Hierro comenzó la madrugada del lunes una erupción submarina a unos cinco kilómetros al sur de La Restinga. Como no hay barcos en la zona capaces de auscultar el fondo marino (el buque oceanográfico Miguel Oliver, por ejemplo, de la Secretaría General del Mar, estaba ayer en puerto), el IGN se basa en indicios. El creciente "tremor volcánico" registrado desde el lunes y que implica movimiento de magma; que la deformación de la isla parece haber cesado, y la aparición de peces muertos en un reconocimiento en helicóptero.
En privado, algunos científicos de otros institutos oficiales dudan de que eso sea suficiente para afirmar categóricamente que hay una erupción, pero respetan lo que ha dicho el IGN, que es quien coordina la emergencia. Barrera sí matiza la afirmación: "No hay pruebas concluyentes de que haya una erupción. Es una incógnita. Hay documentados casos en los que ha habido mortandad de peces por seísmos". "No se puede decir que haya habido una erupción, pero tampoco que no la haya habido. Sabemos que ha empezado el proceso pero no cuándo ni cómo va a acabar", señala Barrera.
Bajo las aguas junto a El Hierro hay una cordillera volcánica, por lo que si ha habido una erupción no sería ni la primera ni la última.
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