Cuando la publicidad se convierte en noticia
'Los Angeles Times' coloca un gran anuncio de la película 'Alicia en el País de las Maravillas' cubriendo la totalidad de su portada y abre el debate sobre la repercusión de la crisis en la prensa
Los lectores de la versión impresa del diario estadounidense Los Angeles Times fueron testigos el viernes de un hecho sin precedentes. La portada del diario fue invadida por una publicidad a todo color de la película Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, estrenada el viernes en Estados Unidos, con una imagen de Johnny Depp caracterizado como el Sombrerero Loco. Se trata de la primera vez que uno de los grandes periódicos del país lleva hasta ese extremo la colocación de publicidad en sus páginas, según recogen diversos medios locales y blogs estadounidenses.
La publicación californiana no ha especificado cuánto ha pagado Disney, estudio responsable de la cinta, por colocar el anuncio. "La primera página de The Times es un bien muy valioso, por lo que el precio ha sido acorde con ello", se ha limitado a explicar un portavoz del diario en un comunicado. No obstante, la bloguera de Hollywood Sharon Waxman cifra en 700.000 dólares (unos 514.000 euros) la cuantía percibida por Los Angeles Times.
"Johnny Depp es el Sombrerero Loco", rezaba la frase situada por encima del rostro del actor, un habitual en las películas del director Tim Burton. A los lados, el periódico escogía dos noticias antiguas sobre la reforma sanitaria y el conflicto de Afganistán y un pequeño cintillo avisando de que se trataba de publicidad. Sólo si el lector pasaba la página podía acceder a la verdadera portada.
Según otro de los grandes periódicos estadounidenses, el neoyorquino The New York Times, el redactor jefe de Los Angeles Times y varios de sus segundos en la jerarquía del diario se opusieron fervientemente a colocar un anuncio ocupando toda la portada, pero se vieron obligados a acatar la decisión de los directivos financieros.
Esta iniciativa del diario angelino, frecuente en la prensa sensacionalista pero tradicionalmente rechazada por los diarios generalistas, ha abierto el debate sobre los límites de la publicidad en la prensa en épocas de crisis. Los problemas financieros a los que se enfrentan los medios impresos, que han tenido que acometer importantes medidas como la reducción del formato o la reestructuración de la plantilla debido al descenso de las ventas, han flexibilizado las fronteras de los principios sobre publicidad.
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