Si navegas, no conduzcas
Internet se instala en los coches y con él otra causa de distracción - Móviles, GPS y DVD llenarán de 'infoocio' el salpicadero - Las autoridades, preocupadas por los riegos al volante
Daniel de la Cruz y Rachel Kazan son vecinos en CES, la feria de la electrónica de Las Vegas, que finalizó el domingo. Vecinos, pero nada más. Trabajan para intereses diametralmente opuestos. De la Cruz conduce lo más parecido a un Pachamóvil. Kazan lo prohibiría.
Kazan se echa las manos a la cabeza cuando se le mienta el coche de De la Cruz. "Para impedir esas cosas es para lo que estamos aquí". Al saber que el periodista es español, exclama: "¡Qué suerte! En su país está prohibido telefonear mientras conduces y zigzaguear de carril en carril".
Daniel de la Cruz llegó a Las Vegas desde Florida conduciendo su coche GMC con 85.000 vatios de sonido repartidos en 160 altavoces empotrados en cada rincón del automóvil. "Desde hace 14 años me dedico a tunear y las ferias me contratan para exhibir mis coches. Llevo gastados 150.000 dólares en éste". En el impecable salpicadero de piel de melocotón no hay relojes de revoluciones, nivel de gasolina o velocímetro. Todos son pantallas de televisión. En medio del volante se incrusta el mando: su iPhone. "Con él controlo sonido, imagen, encendido y apagado de pantallas. También si quiero muestro el nivel de gasolina".
115.000 españoles son denunciados al año por conducir y usar el teléfono
EE UU debate ahora restricciones para la tecnología al volante
Los fabricantes quieren incorporar al coche hasta tres pantallas
El envío de mensajes de móvil es causa frecuente de accidentes
Los cambios son lentos: el cinturón es obligatorio desde 1992 y aún cuesta
Incluso hablando con manos libres el conductor tarda más en reaccionar
Los expertos apoyan un bloqueo de aparatos con el auto en marcha
La tecnología evita accidentes con el frenado automático o el avisador
Kazan trabaja en la FCC (Federal Communications Comisión) para buscar o desarrollar tecnologías que reduzcan los accidentes por distracción, un fenómeno calificado por el presidente de esa comisión, Julius Genachoeski, como "epidemia".
El despiste del conductor causó en EE UU en 2008 el 16% de los accidentes mortales (5.800 muertes) y el 21% de los heridos (515.000 personas). Pero en ese país de la exageración, la lacra no es hablar por el móvil mientras se conduce, sino escribir mensajes al volante. El 50% de los jóvenes admite que lo hace.
La feria electrónica fue más allá que nunca en la presentación de productos multimedia para el automóvil: radio por satélite, televisión móvil y conexiones Wi-Fi, lo que significa la posibilidad de navegar por Internet.
La industria tecnológica entra con sus chips en la del automóvil: de la información (GPS y mecánica) al entretenimiento (vídeos, música e Internet). Infoocio en el salpicadero.
Ford captó el protagonismo de la feria con MyTouch, porque para el fabricante el coche no es sólo un medio de transporte sino un "compañero" de viaje. MyTouchFord incluye a Eva, un avatar que ejerce de azafata para casi todo. Eva resuelve tus dudas en la carretera. Eva te recuerda la agenda del día. Eva busca un artículo en Internet y te lo lee. Eva te sugiere la música del momento.
El salpicadero de un Ford con MyTouchFord no tiene una ni dos pantallas. Son tres. El volante se llena de botones a uno y otro lado, para controlar la pantalla de la izquierda o la de la derecha. En la izquierda, los datos de la gasolina, la mecánica y la seguridad; en la derecha, información sobre la temperatura, el audio, la comunicación telefónica y los menús de navegación. Todas las funciones también aparecen en la tercera pantalla, táctil y de ocho pulgadas, donde la nueva generación del software (SYNC de Microsoft) reconoce 10.000 órdenes (frente a las 100 del anterior). La pantalla aprovecha las habilidades Wi-Fi, con un navegador integrado, gráficos en 3D, conectores USB, lectores de voz y conexión para el teclado. Todo preparado para que el conductor permanezca atento a la pantalla. Una vez instalado el Wi-Fi, se abre Internet y con él su mundo de aplicaciones, como el acceso remoto al diagnóstico del coche.
El modelo Lincoln MXK será el primero con MyTouch en 2011. En cinco años, el 80% de la flota Ford llevará integrado el sistema MyTouch.
"La tecnología y la industria avanzan más por criterios mercantilistas que sociales", constata Ana Ferrer, directora del Observatorio de la Dirección General de Tráfico, "luego la sociedad y las administraciones públicas tienen que demostrar esa problemática, en base a los problemas ya causados".
España no es ajena al aumento de accidentes por despiste. En 2008, 115.558 conductores fueron denunciados por conducir hablando por el móvil y se detrajeron 346.674 puntos por este motivo, el 13% del total de puntos detraídos.
Un total de 1.147 personas fallecieron en la carretera por distracciones, aunque la DGT reconoce que es imposible estimar cuántos fueron concretamente por distraerse con el móvil. "La Guardia Civil llega después del accidente", cuenta Ferrer, "Es difícil que el causante de un accidente reconozca que hacía algo ilegal o irresponsable".
Los miles de muertos empiezan a dejar huella. "La gente empieza a considerar la cuestión al mismo nivel que la conducción bajo los efectos del alcohol", según Steve Farley un legislador del Arizona.
Hasta hace poco las normas prohibicionistas eran derrotadas por principio, por atentar contra la libertad personal. Una iniciativa californiana a principios de siglo para prohibir que el conductor hablara por teléfono fue rechazada a las primeras de cambio con el argumento de que también se debería prohibir a las conductoras que se maquillaran.
Actualmente 19 Estados de EE UU prohíben escribir textos mientras se conduce, seis exigen el uso de manos libres en el coche; otros sólo imponen la prohibición a los jóvenes. La mayoría sólo prohíbe el móvil a los conductores de autobuses escolares, en un ejemplo de pensamiento políticamente correcto.
Atajando por el lado ejecutivo, Barack Obama se puso manos a la obra y en octubre firmó una orden prohibiendo a los 4,5 millones de funcionarios escribir SMS o telefonear durante las horas de trabajo en los coches oficiales.
Legislativamente quien llega más lejos es Nueva Jersey, que propone prohibir la manipulación de los GPS con el coche en marcha. En la feria Zoomsafer propuso un sistema para bloquear el móvil cuando se va a más de 15 kilómetros por hora. Pero es un servicio tan voluntarista como quien se inscribe en una lista de ludópatas.
"La tecnología ha ayudado mucho a reducir el riesgo de accidentes", reconoce Ferrer. "No hay más que recordar el airbag o el ABS, pero en otros casos no ocurre así. El móvil, la manipulación del GPS o la posible colocación de pantallas en el salpicadero del coche no van en el buen sentido".
La empresa Flir se presentó en la feria con PathFindIR, un sistema de visión nocturna. ¿Para conducir sin luces? "Se podría", explica Bob, "pero está pensado para detectar a personas y animales en la noche, verlos mucho antes que con los actuales sistemas". También, pensando mal, podría servir para la caza nocturna. La documentación oficial explica que este sistema es perfecto para evitar accidentes; ver antes las cosas (mejora cuatro veces la visibilidad) da más tiempo para reaccionar en situaciones de poca visibilidad, como de noche o con niebla.
"Para el coche, para la casa, para cualquier sitio", era el reclamo de la firma Cio, otra pantalla pensada para captar la televisión móvil. Un monitor de 10 pulgadas, con controles táctiles, CD, DVD y todo lo que se quiera colocar en el coche.
En el mismo sentido, Mtevo presentaba su sistema de navegación "todo en uno". Por qué reducir la pantalla del GPS a los mapas, si la mayoría de los viajes sabemos adónde vamos. En esas ocasiones, la pantalla se puede aprovechar no como información, sino como entretenimiento: videoclips, conexión del iPod, la televisión y, si tiene Wi-Fi, también Internet.
"Siempre tenemos que ir por detrás", se queja Ferrer. "Pedir que se regulen cosas que ya han salido al mercado significa superar más obstáculos, más presión. Incluso en un tema tan evidente como la limitación de velocidad, resurgen lobbies para exigir más velocidad. La última prueba lo tenemos con la idea de limitar las grandes cilindradas de las motos. Los fabricantes pusieron el grito en el cielo. Ahora el Rally Dakar, una competición de máximo riesgo, ha prohibido esas motos por las muertes que había".
El asunto de las distracciones por la multitarea del conductor va más allá de la seguridad nacional y comienza a presentar efectos colaterales. Por ejemplo, la vertiente judicial. Jennifer Smith demandó en octubre al fabricante de teléfonos Samsung y a la operadora Sprint. Su madre había muerto a causa de un choque provocado por un conductor que se distrajo con el móvil. El conductor reconoció que la causa del accidente fue la llamada que recibió a través de su operadora (Sprint) en su móvil (Samsung).
Ha pasado un cuarto de siglo desde que los fotógrafos y cámaras de televisión se reunieron en torno al Chrysler de un ejecutivo de la operadora Ameritech para captar el momento de la llamada con un móvil a un nieto de Graham Bell. Desde entonces, la industria en Estados Unidos ha explotado publicitariamente "la libertad" que da dictar cartas a la secretaria mientras conduces en tu coche.
La directora del Observatorio de la DGT recuerda que desde 1992 es obligatorio el cinturón, pero que aún hay gente que no se lo coloca porque los cambios sociales cuestan. En ese sentido, Ferrer apunta a una mayor regulación. Ya está la de manos libres. "Aunque también distrae una larga conversación, y luego existe el problema de la manipulación del móvil: se quita las manos del volante y la mirada de la carretera".
El secretario norteamericano de Transporte, Ray LaHood, también sugiere ir más allá legislativamente. "Las reformas legales no deben detenerse con la prohibición del texting". A falta de estadísticas exactas de accidentes por distracciones tecnológicas, sí hay estudios teóricos. Tras minuto y medio de conversación (incluso con manos libres) el conductor deja de percibir el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera durante la llamada y se tarda más en reaccionar, "comportamientos todos ellos que pueden desencadenar un accidente".
"La tecnología puede ayudar más", añade Ferrer. "Nuestra propuesta es que si el GPS reconoce el movimiento, inmediatamente se bloqueen estos mecanismos, el teléfono y demás".
Audi también se ha apuntado a la navegación por Internet en sus modelos de gama alta. En la pantalla salta un aviso para no usar el coche en marcha, aunque las dos primeras palabras son, "por favor". Nada de sistema de bloqueo, nada de apagón automático. Se puede navegar libremente como se puede libremente ir a 200, con una diferencia, esto está prohibido.
"La tecnología del automóvil siempre sigue dos vías a la vez", explica Ferrer. "Fabrica coches para ir a 200 por hora y a la vez compramos el kit de limitación de velocidad; pero la sociedad ya se empieza a plantear la posibilidad del coche cívico. Frente a la libertad para correr y matarme, la conducta más social de que todos tenemos que convivir en un espacio cada vez más pequeño".
"La tecnología va ayudar aún más a reducir accidentes, como el frenado automático cuando te acercas a un coche o el avisador de accidentes, y nos vamos a tener que acostumbrar a conducir distinto; pero creo que en el tema de la distracción, el bloqueador de los distintos aparatos con el coche en movimiento es la solución".
Acabada la feria, De la Cruz regresa con su discomóvil a su casa de Naples. Más de 3.800 kilómetros a través de Arizona, Nuevo México, Tejas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida. En ninguno le podrán multar por conducir con 160 altavoces, media docena de pantallas y un iPhone por velocímetro si lleva puesto el cinturón de seguridad.
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