Por un modelo eficiente y transparente
El Gobierno aprobó el 3 de diciembre la privatización parcial de AENA, junto con un paquete de medidas para reducir el déficit. Las compañías aéreas desconocíamos el contenido de esta norma, que contempla la gestión individualizada de los aeropuertos mediante concesión o mediante la creación de sociedades filiales.
El anuncio de un nuevo modelo de gestión aeroportuaria se enmarca en el proceso de liberalización del sector iniciado por las compañías aéreas y empresas de handling; está condicionado también por la regulación de la UE en materia de tasas; y en España por los insostenibles costes de navegación aérea y la demanda de descentralización de las comunidades autónomas. La crisis ha servido de catalizador de la decisión.
Las aerolíneas defendemos, independientemente de su condición de público o privado, un modelo aeroportuario eficiente, transparente en su gestión y en el sistema de fijación de tasas, que debe incluir el procedimiento de consulta previa; un modelo que evite las subvenciones cruzadas desde aeropuertos eficientes a otros que no lo son; que apueste por la intermodalidad e impulse de manera continuada la calidad.
La descentralización de la gestión suena bien, es razonable aproximar capacidad de decisión y territorio. Pero más allá del carácter público o privado o del grado de descentralización, el problema subyacente en cualquier modelo es la falta de rentabilidad de muchos aeropuertos y quién asume estas pérdidas. El desarrollo de rutas de aeropuertos secundarios se sustenta en subvenciones a aerolíneas, de autonomías, Ayuntamientos y otros, por valor de unos 100 millones al año. Cabe preguntarse si es sostenible este modelo y quién pagará esta cuenta, además de cubrir el déficit estructural de esos aeropuertos.
Gracias a las inversiones realizadas, Barajas y El Prat tienen gran capacidad de crecimiento y compiten con otros grandes aeropuertos europeos para canalizar tráficos de conexión. A pesar del alto nivel de amortizaciones, volverán a ser rentables a corto plazo, máxime con los incrementos de tasas aprobados, con la oposición de las compañías aéreas (17% en Madrid y 11% en Barcelona).
El transporte aéreo es un sector clave para España. Tres de cada cuatro turistas llega en avión. Mil nuevos pasajeros crean un empleo directo y casi tres indirectos. Por ello debemos dotarnos de un modelo de crecimiento sostenible.
Manuel López Colmenarejo preside la patronal de aerolíneas ACETA.
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