Los ecologistas se preparan para una nueva temporada de caza de focas en Canadá
El Gobierno ha permitido la matanza de hasta 275.000 jóvenes focas arpa en la costa este del país - Las ONG denuncian las consecuencias de esta "brutal matanza"
La caza de focas anual en Canadá, que el Gobierno ha prometido que será más "humanitaria" este año, comenzó ayer con la llegada de 16 barcos con cien cazadores a bordo, procedentes de las Islas Madeleine, hasta Cabot Strait, al este del país. Durante las primeras horas de caza, sólo se han capturado tres ejemplares, debido a la gruesa capa de hielo que impidió la entrada de los barcos. Mientras, activistas de organizaciones como la Sociedad Humanitaria de los Estados Unidos y el Fondo Internacional para la Protección de los Animales (IFAW) sobrevolaban la zona con helicópteros para documentar la polémica caza, informa en su edición digital The Canadian Press.
El Gobierno ha permitido la matanza de hasta 275.000 jóvenes focas arpa o de Groenlandia en los témpanos de hielo de la costa este de Canadá, pero sólo se ha informado de la caza de tres ejemplares en el Golfto de St. Lawrence, donde viven cerca de 92.000 ejemplares. "Ha sido un comienzo muy lento", ha asegurado Phil Jenkins, portavoz del Ministerio de Mar y Pesca, que ha señalado que los barcos han tenido dificultades para llegar hasta las manadas de focas debido al grueso hielo.
Los cazadores de focas deben seguir tres pasos a la hora de matar a los animales: dispararlos o golpearlos, comprobar su pulso, y desangrarlos antes de despellejarlos, una medida tomada para acabar con las denuncias de los ecologistas. "Esta última obligación no se está cumpliendo", denuncia Fink. "Uno de los cazadores golpeó una foca, pero escapó al agua, herida. Es lo mismo de siempre: los cazadores se dan prisa y todo es horrible allí", agrega.
Los grupos ecologistas han protestado por no permitirles observar la caza y afirman que en ningún caso las medidas tomadas por el Gobierno son más humanitarias, sino que aseguran una matanza "más rápida". "Desafortunadamente, este año creo que la caza va a ser sólo comercial, como de costumbre. No espero ninguna mejora en la forma de matar a los animales o en el seguimiento de la caza", ha señalado Sheryl Fink, de IFAW. "Es descorazonador que la caza comercial haya empezado y estos cachorros estén siendo brutalmente golpeados, disparados y despellejados para fabricar artículos de moda que nadie necesita", ha denunciado Rebecca Aldworth, de la Sociedad Humanitaria de Estados Unidos.
Otras denuncias de los ecologistas
Aparte de la polémica que genera todos los años el inicio de esta matanza, los observadores denuncian que el Gobierno ha dificultado su labor sistemáticamente retrasando la entrega de permisos. El portavoz del Ministerio de Mar y Pesca, Phil Jenkins, ha negado estas acusaciones alegando que la Administración se ha estado asegurando que el número de observadores no supera al de cazadores. "Es difícil llegar a un acuerdo más transparente que éste", ha agregado.
Por otra parte, está previsto que el buque danés Farley Mowat, propiedad de la Sociedad Pastora de Conservación Marina, llegue a la zona durante este fin de semana. Según el fundador de este grupo, Paul Watson, las autoridades canadienses dieron instrucciones al barco a darse la vuelta el viernes cuando comenzó a aproximarse al límite de 200 millas, pero el Farley Mowat no hizo caso de la advertencia. "No tienen derecho a cortar el paso de un buque extranjero en la zona de exclusión económica de 200 millas", dijo Watson en una entrevista desde Los Ángeles recogida por The Canadian Press. Según un portavoz de Transporte de Canadá, el Gobierno ha prohibido al Farley Mowat la entrada en aguas canadienses hasta que no cumpla con las convenciones internacionales sobre seguridad marina.
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