El deshielo de los icebergs antárticos altera la actividad biológica de su entorno
Un estudio revela que las imediaciones de estas masas de hielo se han convertido en "hervideros" de vida oceánica
El calentamiento global ha resquebrajado las plataformas de hielo en la Antártida y el aumento de icebergs ha alterado los sistemas ecológicos en torno a esas moles de hielo, según un estudio publicado la revista Science. Según la investigación realizada por científicos de la Institución Scripps de Oceanografía y del Instituto de Investigaciones Monterey Bay Aquarium (MBARI), las inmediaciones de los icebergs se han convertido en "hervideros" de vida oceánica.
El estudio detectó a través de las imágenes proporcionadas por los satélites al menos mil icebergs, algunos de ellos de decenas de kilómetros de diámetro, sobre una superficie de unos 12.500 kilómetros cuadrados. En esos témpanos, que nacen principalmente en la plataforma colindante con el mar de Weddell, pululan, sobre un radio de más de cuatro kilómetros, grandes comunidades de aves marinas que les sobrevuelan y todo un mundo de clorofila, fitopláncton, peces y krill, señala el estudio.
"Productividad biológica"
Los icebergs albergan material "terrestre" que van liberando en el mar a medida que se derriten como resultado del aumento de la temperatura marina en su aproximación a latitudes más altas.
Un resultado de ese proceso ha sido un aumento de casi un 40% en lo que los científicos califican como "productividad biológica" en la zona del mar de Weddell, un brazo del océano Atlántico que se incrusta en el continente antártico al sudeste del Cabo de Hornos. Según Ken Smith, oceanógrafo del Instituto de Investigaciones Monterey Bay Aquarium, un resultado de esta mayor "productividad" biológica es que los icebergs pueden absorber una cantidad importante del dióxido de carbono, el principal factor del calentamiento global.
Impacto ambiental
Para comprender el impacto ambiental de los icebergs, los científicos realizaron un estudio de las masas de hielo a través de mediciones físicas, biológicas y químicas, además de datos e imágenes aportados por los satélites de la NASA.
Dos de los icebergs estudiados en detalle en 2005 eran de más de 30 kilómetros de largo, unos 40 metros de altura sobre el nivel y uno de ellos con una masa submarina que se extendía a unos 330 metros por debajo de la superficie. Cuando pudieron acercarse en el buque Laurence Gould de investigaciones oceanográficas, los científicos utilizaron un vehículo controlado a distancia (ROV) con el que exploraron los sectores sumergidos de los icebergs y las aguas que les rodeaban.
Según Maria Vernet, científica de la Institución Stripps de la Universidad de California, el fitopláncton en torno a los icebergs se enriqueció con la presencia de grandes cantidades de células diatomeas. Esas diatomeas, que constituyen el principal sustento del krill, son cruciales en los sistemas biológicos, especialmente frente a las costas occidentales de Estados Unidos y para las comunidades polares que viven junto al mar.
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