La crisis no frena la emisión de gases de efecto invernadero
La actividad humana generó 10.000 millones de toneladas de CO2 en 2010 - Los países emergentes compensan el estancamiento económico de los ricos
La crisis no ha reducido las emisiones de CO2 en el planeta, como muchos esperaban. Tras una ligera caída en 2009 (del 1,4%), se ha retomado la tendencia al crecimiento en 2010 (incremento del 5,9%), hasta el punto de que el año pasado se llegó a los 10.000 millones de toneladas, todo un récord. Son los datos de un análisis presentado en la revista Nature Climate Change. Las emisiones globales de dióxido de carbono generadas por la utilización de combustibles fósiles han aumentado un 49% en dos décadas.
En cuanto a este año, las proyecciones apuntan a un crecimiento del 3,1%, igual a la media anual de incremento en primera década del siglo XXI, que triplica la media de la década anterior. "Muchos vieron la crisis como una oportunidad para desligar la economía global del crecimiento persistente y creciente de las emisiones, pero el regreso a la misma tendencia en 2010 sugiere que no se ha explotado esa oportunidad", señala Glen Peters, del Centro Internacional de Clima y Medio Ambiente (Noruega), primer firmante del análisis realizado por el Global Carbon Project. Estos nuevos datos se presentan precisamente cuando la cumbre anual del clima de Naciones Unidas, que se celebra en Durban (Sudáfrica), entra en su tramo final, el de las decisiones.
Con estas cifras, la temperatura subirá más de dos grados en 2100
"Las emisiones globales desde 2000 se sitúan en el extremo más alto de las proyecciones utilizadas en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), que indican un calentamiento muy por encima de los dos grados centígrados para 2100", señala Corinne Le Quéré, directora del Centro Tyndall para Cambio Climático y profesora de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), una de los autores del análisis. "Sin embargo, los Gobiernos se han comprometido a contener el calentamiento por debajo de los dos grados y evitar así los aspectos más peligrosos, como la escasez de agua en extensas zonas, el aumento del nivel del mar o el incremento de fenómenos meteorológicos extremos", afirma.
El crecimiento hay que apuntárselo tanto a los países desarrollados como a algunos en desarrollo. "El impacto de la crisis financiera de 2008-2009 en las emisiones globales ha sido breve debido a los fuertes incrementos en las economías emergentes, al retorno al crecimiento de las emisiones en los países desarrollados y al incremento de la intensidad del uso de los combustibles fósiles en la economía mundial", dice el informe.
Los países desarrollados redujeron sus emisiones en 2008 (1,3%) y en 2009 (7,6%), aunque las aumentaron en 2010 (3,4%). Aunque donde el crecimiento es continuo y notable es en los países en vías de desarrollo: 4,4% en 2008; 3,9%, en 2009; 7,6%, en 2010. El incremento del año pasado "fue debido a las altas tasas de aumento de unas cuantas economías en desarrollo clave -como China (10,4%) e India (9,4%)- aunque la contribución de algunos países desarrollados fue también sustancial, como EE UU (4,1%), Rusia 5,8% y la UE (2,2%)", según el análisis.
"Con este último estudio vemos que la caída [en 2009] fue demasiado efímera e incluso la floja recuperación económica de 2010 nos ha puesto de nuevo en la trayectoria de altas emisiones", señala David Reay, especialista de la Universidad de Edimburgo. "Se han puesto peor las cosas para quienes pretenden un avance en la conferencia de Durban", añade.
Dado el peso del comercio global, hay que situar el origen de las emisiones para obtener un panorama preciso de las responsabilidades. Los países desarrollados deslocalizan parte de sus emisiones a las economías emergentes a través del comercio internacional. Peters y sus colegas señalan que las generadas en la producción de bienes y servicios en los países en desarrollo que se consumen en los ricos han pasado de suponer el 2,5% del total en 1990, al 16% en 2010.
El caso británico es un ejemplo: el CO2 generado por el uso de combustibles fósiles creció un 3,8% en 2010, pero, aun así, Reino Unido se situó un 14% por debajo de su nivel de 1990 (el año base de la contabilidad del Protocolo de Kioto); sin embargo, las emisiones del comercio de bienes y servicios pasó del 5% del total del país hace 20 años al 46% ahora. Hay que tener en cuenta que en 2009, por primera vez, los países en desarrollo superaron a los desarrollados por emisiones basadas en el consumo (incluyendo las asociadas a las importaciones y excluyendo las de las exportaciones). Ese año China superó a EE UU en este parámetro.
Los científicos calculan que la mitad del CO2 permanece en la atmósfera y la otra mitad es absorbida por el océano y por los sumideros terrestres. Con los 10.000 millones de toneladas, la concentración de este gas de efecto invernadero en la atmósfera se sitúa en 389,6 partes por millón. El nivel anterior a la revolución industrial era de 280.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.