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Reportaje:Vida&artes

El chocolate del loro sí importa

La política de gestos se extiende por la crisis - Los Gobiernos recortan sus sueldos y limitan el uso de coches oficiales - El despilfarro es inaceptable si se piden sacrificios

Amanda Mars

El dicho popular que invoca al chocolate del loro para hablar de un ahorro insignificante procede de un viejo chascarrillo sobre una señora de clase alta que acabó por encontrarse al borde de la ruina a causa de sus enormes gastos. Cuando la buena mujer tuvo que pasar la tijera a su presupuesto -continúa la leyenda-, no se le ocurrió otra cosa que privar a su loro de la porción de chocolate que le daba a diario, un gesto que, por muy simbólico de fin de la opulencia, era nimio y, desde luego, no le iba a librar de la bancarrota.

La historia, recogida por el diccionario de frases hechas de Espasa Calpe, no cuenta qué hubiera ocurrido si esa dama de la alta sociedad, para ahorrar de verdad, hubiese despedido a un par de sus sirvientes, le hubiese rebajado un 5% el sueldo al resto, pero, en cambio, hubiese mantenido la costumbre de dar a su loro la ración diaria de chocolate, dado el poco dispendio que suponía en el total de las cuentas.

Las medidas ejemplarizantes son importantes en épocas de crisis
"Si bajas el sueldo a los funcionarios, debes bajárselo a su jefe", dice un experto
Igualdad dice que eliminar el ministerio ahorraría solo dos millones
El impuesto para 'ricos' puede tener también efectos limitados

No sabemos si el personal de servicio, menguado en miembros y en jornal, hubiese digerido fácilmente la imagen cotidiana del pajarito comiendo chocolate. Y tampoco conocemos el destino del ave en cuestión.

La rica venida a menos que podría ser la economía española de los dos últimos años ha diseñado ya un amplio recorte de gasto público, el más doloroso de la democracia, que pasa por reducir el sueldo de todos los empleados públicos un promedio del 5% durante dos años; congelar las pensiones uno y recortar las inversiones en unos 6.000 millones de euros, amén de la supresión de varias ayudas sociales.

El objetivo global es alcanzar un ahorro de 15.000 millones de euros en dos años para controlar el déficit público. Y pensionistas y funcionarios tendrán que asumir el 40% de ese esfuerzo. A esto se añade la subida del IVA.

La factura de la crisis, en fin, recaerá especialmente sobre los hombros de las clases medias y bajas. Así que, con este escenario, las administraciones no han tardado en aprobar recortes de sueldos para todos los altos cargos, entre un 8% y un 15%, pese a que los políticos españoles son unos de los más baratos de Europa. Acto seguido, se han aplicado los mismos ajustes diputados, senadores, alcaldes, y hasta la Casa del Rey.

El Gobierno también anunció hace semanas un sonoro recorte del número de empresas públicas y de altos cargos, que quedó en 29 sociedades y 32 cargos menos, pero supuso un ahorro de 16 millones, una nimiedad en el global del ahorro.

"Son medidas ejemplarizantes. Los salarios de los políticos en España [el presidente del Gobierno gana 91.982 euros antes del recorte, menos que muchos presidentes autonómicos y que directivos de empresas] son muy bajos respecto a otros países, pero la política de gestos es muy importante en las épocas de crisis", opina Fernando Vallespín, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Ángel de la Fuente, experto del Instituto de Análisis Económico del CSIC, coincide en que "si les recortas el sueldo a los funcionarios, se lo debes bajar también a los que les mandan aunque el efecto sea muy menor, porque hace los recortes más digeribles".

En unas cuentas públicas como las españolas, en las que las pensiones se llevan 108.000 millones del presupuesto, cualquier oscilación en ese capítulo tiene un efecto más amplio y automático que otros recortes. También el sueldo de los empleados públicos es un terreno en el que puede actuar el Gobierno solo y conseguir un efecto inmediato.

La cuestión es si la población va a ver equilibrado, equitativo, su sacrificio a golpe de símbolos, y cuándo el gesto resulta sólo populista. La equidad juega su papel importante para el funcionamiento de la máquina, de eso que llaman sistema. "Las medidas percibidas como injustas acaban fracasando, porque el que las tiene que aplicar -muchas veces, alguien distinto de quien las ha publicado en el BOE- busca subterfugios para suavizarlas; y también porque si bajas el salario de alguien que lo rechaza, ese alguien también tiende a rebajar su eficacia y el efecto es perverso", reflexiona Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona.

Para Costas, "no hay que despreciar el valor del simbolismo si va acompañado de una imagen de equidad". El catedrático advierte de que lo drástico del ajuste planteado por el Ejecutivo de Zapatero, uno de los más duros de Europa, "puede tener que ver con ese llamado síndrome de debilidad, que la psicología define como la tendencia a demostrar que eres capaz de hacer aquello de lo que los demás te ven incapaz".

Acechado por críticas dentro su propio partido, el PSOE, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha acabado por hablar también de un impuesto para ricos, pero parece tan plagado de matices -será temporal, limitado y excluirá al "99,9%" de la población- que no tiene visos de suponer un gran efecto recaudatorio, y podría resultar una señal de que los mejor situados económicamente también deben arrimar el hombro.

En Francia ya existe un impuesto de solidaridad de las fortunas, para aquellos con más de 790.000 euros de patrimonio. En Alemania hay un llamado impuesto de la envidia que grava en un 3% adicional sobre el tipo máximo, del 42%, a los que ganan más de 250.000 euros anuales.

Ya hace unos meses, la dureza de la crisis y la subida de impuestos anunciada (se suprimía la devolución generalizada de 400 euros en el IRPF y se anunció el incremento del IVA partir de este verano) llevó reformar también la Ley Beckham, que permitía a los talentos extranjeros (o españoles que llevaban 10 años fuera de España) tributar al 24% a Hacienda, igual que un mileurista, en lugar del 43% correspondiente por sus altas nóminas. Además, Europa debate sobre la imposición de una nueva tasa a la banca.

Sin embargo, las medidas simbólicas o de calado que afectan a los capitales asumen muchos riesgos. El dinero, a diferencia de los trabajadores, corre como la pólvora de un país a otro en busca de mejor trato fiscal. Juan José Rubio, catedrático de Hacienda Pública y ex director del Instituto de Estudios Fiscales, considera que el anuncio de Zapatero de un gravamen -aún muy gaseoso- para "los que más tienen", "si es limitado a tan poca gente puede estar bien desde el punto de vista de marketing político, pero penalizar los patrimonios podría suponer más costes que beneficios".

No obstante, Rubio sí ve cierto margen de maniobra para gravar más las sociedades de inversión colectiva (Sicav), que sólo pagan al fisco el 1% de sus beneficios -frente al 30% general del impuesto de sociedades-. arguyendo que ya pagan cuando se retira el capital. Otros expertos sí creen que se produciría una fuga de estas sociedades si se les subieran los impuestos.

La fiebre de los gestos también ha aterrizado -y cómo- en el Reino Unido, donde un recién formado Gobierno británico, formado por los conservadores y los liberal-demócratas, ha llegado a prohibir los coches oficiales a los miembros del Gobierno, incluso a los cargos equivalentes a los secretarios de Estado en España, que tendrán que compartir coche o viajar en transporte público. El ahorro, de 5,8 millones de euros, no deja de ser irrisorio, cuando el ajuste global asciende a 7.300 millones para el ejercicio fiscal 2010-2011.

Los gobiernos del PP también hacen acopio de estos símbolos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, decidió reducir de 125 a 77 su flota de coches oficiales y con ellos prescindió de 23 conductores con contrato eventual, entre otras medidas. El ahorro de los vehículos oficiales se queda en 2,1 millones, dentro de un presupuesto global de 18.383. También el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, entre su paquete de medidas para ahorrar el 20% del presupuesto local, pasará de 167 a 57 coches oficiales -tenía más que la Comunidad de Madrid-. Además, el alcalde planea cambiar uno de sus dos Audi 100 blindados, con un coste de 600.000 euros, por un modelo de unos 40.000 euros.

En el caso de los vehículos oficiales, Fernando Vallespín advierte de que "hay que tener más cuidado, ya que no se trata de un pago en especie (como los coches de empresa para directivos) sino de un medio de seguridad para los cargos" en un país afectado por el terrorismo. Sin embargo, "sí se puede racionalizar el gasto, y tener una flota de coches de incidencias, en lugar de tener un vehículo y un coche por persona, que muchos días está en el despacho y el coche y el chófer inutilizado.

Pero en la paleta de gestos de austeridad, hay algunas medidas más irrisorias y cosméticas que otras. El Partido Popular lanzó el pasado miércoles una propuesta de recorte de 3.000 millones de euros mediante la reducción del 50% del personal eventual que trabaja en la Administración, lo que destruiría empleo, aunque esquivaría la reducción de sueldos.

Pero, antes que eso, una de las primeras medidas que los populares no dejaron de reclamar como solución al déficit público fue la eliminación de la vicepresidencia tercera del Gobierno, que ocupa el ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, y la fusión de varios ministerios.

Nunca cifraron el calado económico que esperaban con ello. En el caso de la vicepresidencia, fuentes del ministerio de Chaves señalan que "la práctica totalidad del presupuesto" corresponde con funciones que deben seguir desarrollándose, así que convertir la vicepresidencia en ministerio sólo supondría la rebaja de sueldo de Chaves", de 86.000 a 81.000 euros. "La elección entre vicepresidencia o ministerio para un área de gobierno sólo es una decisión política, el PP pasó de una a dos cuando llegó al Gobierno, y el PSOE ahora tiene tres, pero no hay gran cambio económico entre ambas opciones", agregan estas mismas fuentes.

Otro gran caballo de batalla del PP ha sido reclamar la supresión del Ministerio de Igualdad o Vivienda, así como la fusión de Cultura y Educación o Sanidad y Trabajo. Salvo que conllevase la supresión de estas políticas sociales, la medida tampoco reduciría mucho más que el sueldo de sus ministras y sus gabinetes.

En el caso del Ministerio de Igualdad, fuentes del departamento explican que la mitad de los 110 millones de su presupuesto corresponden al Instituto de la Mujer y el de la Juventud. De suprimir la cartera, se podría prescindir de 29 personas (entre ellas, la ministra) y el ahorro alcanzaría los dos millones de euros. Con un matiz, de las 29 personas, 21 son funcionarios.

La suma de muchos chocolates del loro acaba por significar ahorros menos cosméticos. Ángel de la Fuente cree que habría que revisar muchas de las subvenciones públicas y estructuras administrativas que se solapan. La crisis ha llevado ahora a la clase política a abonarse al club -al menos de momento- de la racionalidad del gasto. Tal y como explica Fernando Vallespín, la mejor manera de defender lo público es desde la ética pública y, en ella, el despilfarro de los recursos es el mayor de los pecados.

Ristra de coches oficiales aparcados ante el Parlamento de Cataluña el pasado miércoles.
Ristra de coches oficiales aparcados ante el Parlamento de Cataluña el pasado miércoles.MARCEL.LÍ SÀENZ

Recortes sociales en los países del euro

- Reino Unido. Planea gastar 7.300 millones de euros menos.

El departamento de Negocios deberá ahorrar 972 millones de euros; Transporte 794; Educación 779; Justicia 378, y Trabajo y Pensiones 772. Los ministros no tendrán coche oficial y los funcionarios ya no viajarán en primera clase.

- Italia. Plan de ajuste de 24.000 millones de euros entre 2011 y 2012. Se congelan los salarios de los 2,3 millones de funcionarios. Además, bajan las retribuciones de ministros y parlamentarios y se suprimen varios entes públicos. La edad de retiro de las funcionarias se equiparará progresivamente a la de los hombres, hasta situarse en 2016 en los 65 años (ahora 60). Se suprime la administración de nueve provincias.

- Francia. Congelación del gasto público los próximos tres años. Los franceses tendrán que cotizar 40 años para jubilarse a los 60 y bien aumentar la edad de jubilación a los 63.

- Grecia. Los sueldos de los funcionarios quedarán congelados tres años y los que cobren más de 3.000 euros mensuales perderán dos pagas extra. Al resto, una reducción de esos complementos y de conceptos extraordinarios. Los pensionistas con más ingresos también se despiden de sus extra. La edad mínima de jubilación (ahora en 65 años para hombres y en 60 para mujeres) se adaptará al aumento de la esperanza de vida.

- Portugal. Recorte de un 5% en los sueldos de los altos cargos públicos y congelación para los funcionarios. Impuesto del 2,5% adicional para grandes empresas y banca. El IVA sube un punto, hasta el 21% y el IRPF en 1 y 1,5 puntos.

- Alemania. El Gobierno no ha concretado aún su plan de recorte, pero quiere reducir 10.000 millones de euros.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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