El candidato de Zapatero a dirigir la OIEA apoya la prórroga a Garoña
Luis Echávarri: "No se me ocurren razones para cerrar una planta segura"
Luis Echávarri (Bilbao, 1949) es uno de los cinco aspirantes a presidir el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y sustituir al egipcio Mohamed El Baradei, en el cargo desde 1997 y que en 2005 recibió un Nobel de la Paz por sus esfuerzos contra la proliferación de armas nucleares. Echávarri, que fue propuesto por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se encuentra en plena campaña para ver si su candidatura de consenso es la elegida a principios de julio. En ese empeño va a recorrer 22 países en busca de apoyos. Si lo logra se convertirá en el español con mayor rango en un organismo internacional.
Atiende al móvil antes de subir a un avión en su maratón y, en principio, intenta sortear con diplomacia la cuestión de Garoña, la central nuclear que el Gobierno debe renovar o cerrar en un mes. La decisión es clave porque Garoña sería la primera en superar los 40 años para los que fue diseñada inicialmente pese al programa antinuclear del Gobierno. "Se están dando los pasos que hay que dar. Ha habido una evaluación rigurosa del CSN que acaba de concluir que la central puede funcionar 10 años más con condiciones. Eso no es ninguna novedad. En EE UU hay unos 50 reactores de esa tecnología que tienen permiso para operar hasta los 60 años. La seguridad es lo más importante. Desde mi puesto en París no tengo que opinar. La energía nuclear levanta pasiones y hay tanta gente a favor como en contra. Haga lo que haga el Gobierno será respetable", explica atento Echávarri.
El aspirante español a relevar a El Baradei: "El renacer nuclear es un hecho"
-Respetable sí, pero usted tendrá opinión.
-"Mi opinión es la obvia. Si se cumplen las condiciones de seguridad y se decide cerrarla será por razones que a mí se me escapan. Es difícil pensar en cerrar una central que funciona bien, aporta al sistema eléctrico y es segura y más en una situación de crisis. No se me ocurren razones". Inmediatamente, Echávarri aclara: "El presidente ha sido elegido y él debe tomar una decisión pero a mí me parecería normal que funcionara 10 años más".
Este ingeniero tiene un perfil muy técnico y es muy respetado en el sector nuclear. Desde 1997 dirige la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE. Antes dirigió los proyectos de construcción de las centrales de Almaraz y Lemóniz -ésta paralizada tras el asesinato de un ingeniero a manos de ETA-, fue director técnico del Consejo de Seguridad Nuclear y consejero del mismo organismo a propuesta del PSOE. Por eso no extraña que defienda el uso de la energía nuclear y el papel que puede jugar en el futuro.
A él no le choca que un Gobierno que concurrió a las elecciones con un programa antinuclear le postule como candidato. "Los Gobiernos con los que hablo en busca del voto no me han preguntado por eso. Soy una persona conocida en el sector, llevo 12 años en París dirigiendo la agencia nuclear de la OCDE, y he visto gobernantes con todas las políticas sobre la energía nuclear". Además, añade que "en la OIEA lo más importante es la no proliferación y el control de las armas nucleares. Y España ahí es un ejemplo. Un país con un programa nuclear civil pero sin otro uso".
Echávarri no duda de que habrá un renacer nuclear en el mundo y apunta que ya está en marcha pese a los retrasos y sobrecostes de la nuclear con tecnología francesa que construye Finlandia y que ha sido puesta como ejemplo en el lobby pronuclear. "El relanzamiento de la energía nuclear es un hecho. No sólo es Finlandia. Japón, Corea, China e India construyen reactores nucleares y hay países en desarrollo con gran interés en esta energía".
Este ingeniero compite con el embajador japonés Yuyika Amano, el surafricano Abdul Samad Minty, el juez esloveno Ernst Petric y el ex viceprimer ministro belga, Jean-Pol Poncelet. En una decisión secreta, la OIEA tiene previsto pedir hoy a uno que abandone por falta de apoyos. Pero Echávarri no se ve entre ellos.
Él promueve una candidatura de consenso, a medio camino de los polos que representan el japonés y el surafricano. "Es una candidatura que aúna los intereses de los países industrializados y los no industrializados, abierta a la cooperación tecnológica con los países en desarrollo para que si apuestan por la energía nuclear lo hagan con la mejor tecnología, seguridad protección física y no proliferación".
Echávarri cuenta con su prestigio internacional en el sector -"soy el único de los candidatos que tiene experiencia técnica y con inspectores"- y con "la posición de España, un país europeo y desarrollado pero con vínculos en África y América Latina". De sí mismo destaca que reúne conocimiento técnico con "experiencia en gestión y en política".
Su mayor rival y principal favorito es el japonés Amano, pero en las primeras votaciones "tuvo muchos apoyos pero también tocó techo". En las primeras seis rondas, ninguno de los candidatos obtuvo los dos tercios de los apoyos necesarios para salir elegido en ese momento. Por ello, y ante el mes clave en la elección, Echávarri se ve "bien posicionado".
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