La búsqueda de Ruth y José se centra en la familia paterna
Una decena de policías registra la casa de los abuelos
La angustiosa búsqueda de los pequeños Ruth y José Bretón Ortiz, los dos hermanos de seis y dos años desaparecidos en Córdoba, continúa sin resultados y sin una sola pista fidedigna de su paradero. La investigación se está centrando en el entorno del padre de los niños, José Bretón, cuyo testimonio la policía está desmenuzando. Una cámara de seguridad ha permitido comprobar que el padre efectivamente estuvo en el parque Cruz Conde el sábado, día de la desaparición, pero solo. Ni un solo testigo ha reconocido haber visto al hombre con sus niños allí. Los investigadores quieren saber al detalle qué pasó esa mañana del sábado, entre el momento en el que supuestamente Bretón recogió a los menores de casa de sus padres y cuando fue captado por las cámaras del parque, solo, hablando con un guarda de seguridad. Son algo más de cuatro horas.
El delegado del Gobierno: "No se descarta que los chicos estén vivos"
El padre y los niños comieron el sábado en Córdoba en casa de los abuelos
Una cámara registró imágenes del padre hablando con los agentes
En la investigación policial sigue sin haber detenidos ni imputados
Bretón denunció la desaparición de sus hijos el sábado por la tarde. Él y su mujer, Ruth Ortiz, que vive en Huelva con los niños, están en trámites de separación.
Tras suspender el registro de la vivienda rural que la familia del padre tiene en Las Quemadillas, y no hallar indicios que sirvan para avanzar en el caso, la policía dirigió sus esfuerzos a la casa de los abuelos en la capital. Una decena de agentes se personaron en la casa, acompañados del padre de los niños. Los investigadores estuvieron registrando la casa por la tarde. Y salieron como habían entrado, sin ningún miembro de la familia con ellos.
En el caso sigue sin haber detenidos ni imputados. El padre de los niños es testigo y denunciante y, aunque fuentes policiales mantienen que los investigadores no se creen su versión de los hechos, se mueve libremente.
La casa de los abuelos es una pieza importante dentro del rompecabezas del caso. Fuentes de la investigación confirmaron que el padre y los menores estuvieron el sábado en Córdoba comiendo en esa casa a las 14.30. En su declaración policial, Bretón reconoció que tuvo una fuerte discusión con un miembro de su familia. Lo que los investigadores tratan ahora esde esclarecer minuto a minuto qué pasó entre las 14.30 y las 18.40 en que el padre denunció la desaparición de sus hijos.
Según su propia versión, José Bretón se encontraba en un parque de la capital cuando perdió de vista a los pequeños. La policía ha encontrado numerosas contradicciones en esta historia. Algunos policías se decantan por la posibilidad de que los niños nunca pisaran el parque. En principio, no hay testigos que lo sitúen en ese lugar con los niños o buscándolos. Pero ayer se supo que unas cámaras de seguridad en un parque adyacente, llamado La Ciudad de los Niños, registró imágenes del padre hablando con los agentes a los que denunció la desaparición de sus hijos. No hay imágenes de este en compañía de Ruth y José.
Y aunque ayer se cumplió la quinta noche sin tener noticias de los dos menores, los investigadores se niegan a cerrar ninguna hipótesis. Tampoco que estén vivos en algún lugar. Así lo expresó el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, quien subrayó: "No se descarta ninguna de las posibilidades, incluso que los chicos se encuentren con vida". El delegado pidió "discreción" para facilitar la resolución del caso. Y alertó contra "ciertos comentarios inoportunos" por sus efectos sobre una familia.
En el entorno de Bretón también se baraja esta posibilidad. Sus amigos destacan la frialdad de este hombre, que pasó años en el Ejército, estuvo destinado en Bosnia en 1994, y no pudo ingresar en la academia de la Guarda Civil por falta de talla. Pero aun así, les cuesta creer la idea de que hubiese podido hacer daño a sus hijos y ya hay quien se decanta por la posibilidad de que estén escondidos en algún lugar. Ello convertiría el caso en un secuestro parental. No obstante, entre los investigadores también hay quien sigue viendo los hechos con ojos pesimistas y temen el peor final.
En el barrio de La Viñuela, donde viven los padres de José Bretón, tampoco se cree esta posibilidad. Un vecino de los abuelos recuerda haber visto a Bretón la semana pasada por la calle, departiendo con otros vecinos. Sobre el trato con sus hijos señala la normalidad. Las palabras "serio" y "reservado" se repiten en los testimonios que describen al padre. "Es muy suyo", repite otro.
Pero no se habla de violencia o malos tratos hacia sus hijos. No obstante, la noche en que desaparecieron, Ruth Ortiz, la madre de los pequeños, presentó una denuncia en Huelva contra su exmarido por malos tratos psíquicos, insultos y vejaciones. Un amigo de Bretón subraya sus prontos machistas y su problema para aceptar no solo la petición de divorcio de su mujer, sino también que ella llevase el peso económico de la familia, pues él estaba en paro desde hace unos meses.
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