Contra el abuso de poder, periodismo
Los Premios Ortega reconocen la valentía de los informadores y reivindican el oficio de contar la verdad
Con paciencia y determinación, siguiendo el rastro de billetes de 500 euros o indagando en el protocolo del Vaticano se puede llegar a destapar la mayor trama de corrupción política de la democracia española. Eso es el periodismo. Y también buscar los rostros y las voces de los que nunca tienen cara ni nadie escucha. Es lo que han hecho los ganadores de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo que este martes, justo cuando se cumplían 34 años de la salida de EL PAÍS, recogieron sus galardones en una ceremonia en la que se ensalzó la valentía del periodismo que lucha contra los excesos del poder. De ese oficio que consiste en verificar la información y contar la verdad, tal y como el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, enfatizó en la conferencia con la que concluyó el acto de entrega de la 27º edición de estos galardones, que reunieron a representantes del mundo de la política, la cultura, las finanzas y los medios de comunicación.
Y quién mejor que Jean Daniel para representar los valores de un oficio que busca la verdad con independencia y rigor. La carrera de este insobornable periodista francés, nacido en Argelia hace 90 años, es todo un ejemplo del periodismo de denuncia, del que combate la mentira con determinación y coraje. El fundador del semanario Le Nouvel Observateur, que sigue siendo una de las conciencias críticas de la izquierda, recibió el premio a la más destacada trayectoria profesional. Jean Daniel se declaró feliz y orgulloso de dedicarse a un oficio tan extraordinario "el más noble del mundo", pero el que requiere una mayor exigencia moral.
En esta edición, los Ortega y Gasset, que contaron con la presencia de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y de los ministros Carme Chacón (Defensa), Miguel Ángel Moratinos (Exteriores), Bibiana Aído (Igualdad) y Beatriz Corredor (Vivienda), han querido reconocer en la categoría de mejor trabajo de periodismo impreso, la ardua investigación que un equipo de la redacción del diario EL PAÍS ha realizado sobre el caso Gürtel frente a numerosos obstáculos y zancadillas, en el que están implicados altos dirigentes del Partido Popular. En nombre de los periodistas que han trabajado durante 14 meses para destapar la trama corrupta, recogió el premio el subdirector del periódico José Manuel Romero, que quiso compartir el premio con todas esas "redacciones de medios, grandes y pequeños, que han trabajado con idéntico afán".
Desde el lugar más peligroso del mundo, Ciudad Juárez, llegó al Círculo de Bellas Artes de Madrid, Judith Torrea, una periodidta de 37 años que ha contado desde la frontera mexicana historias que pocos se atreven a contar. Desde su blog Ciudad Juárez, en la sombra del narcotráfico, Torrea denuncia día a día el acoso criminal e indiscriminado que sufren los habitantes de esta localidad mexicana, paso obligado de la droga que viaja desde Colombia a Estados Unidos. Muy emocionada, la bloguera afincada en México anunció que parte de la dotación económica del premio irá a parar a un proyecto a favor de los 10.000 niños huérfanos que ha dejado a su paso el terror del narcotráfico.
Y desde un país envuelto en una cruenta guerra llegaron las imágenes que han merecido el premio a la mejor información gráfica. Su autor, José Cendón, tiene 35 años y a sus espaldas un secuestro de 40 días. Con soltura y naturalidad, el fotógrafo quiso rendir un gran homenaje a África como el continente olvidado, donde vivido durante seis años y que "lamentablemente no importa a los medios de comunicación".
El acto lo cerró Juan Luis Cebrián con una conferencia en la que ensalzó la grandeza del periodismo y el incierto futuro de los medios tradicionales, especialmente la prensa escrita. Después de hacer un repaso por los distintos periodos que ha vivido la libertad de prensa en España y en el mundo , Cebrián resaltó la necesidad de los ciudadanos de estar informados y reflexionó sobre el impacto de las nuevas tecnologías y la globalización de la información. "La irrupción de Internet ha trastocado los modelos de relaciones sociales y con la crisis financiera los medios se encuentran ante un complejo proceso que les lleva a preguntarse por su supervivencia", aseguró Cebrián, quien se mostró convencido de que el mundo de los diarios tal y como los hemos vivido toca a su fin. A pesar de ello, el periodista y académico señaló que lo nunca desaparecerán serán los periodistas, sea cual sea su medio de expresión, "si no queremos que la convivencia democrática se vea seriamente dañada" .
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