Madrid tiene el aire aún más sucio que el año pasado
Si las condiciones atmosféricas no lo remedian, Madrid volverá a superar este año el límite legal de contaminación que marca la Unión Europea. La capital ha cerrado el primer semestre con unos niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) por encima del máximo permitido. La media de la red de medición ha sido de 45 microgramos por metro cúbico, cuando la legislación europea prohíbe superar los 40. Madrid ya suspendió el examen europeo de la contaminación el año pasado, el primero en que los límites pasaban de ser orientativos a obligatorios. Cerró 2010 con una media de 44 microgramos, lo que obligó a su concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, a reconocer el incumplimiento y a anunciar la petición de una moratoria de cinco años a Bruselas.
El Ayuntamiento de Madrid aún no ha solicitado esa prórroga. La directiva europea 2008/50 contempla la posibilidad de que las ciudades que superan los límites tengan cinco años extra para ponerse al día, pero bajo condiciones muy estrictas. Madrid deberá, por un lado, justificar que ha hecho todo lo posible para reducir su contaminación y, por otro, "demostrar" que al final de la prórroga será capaz de cumplir. A su petición tiene que adjuntar un plan de calidad del aire con las medidas concretas que vaya a poner en marcha y que, por ahora, no ha redactado. "Estamos esperando a que el Ministerio de Medio Ambiente elabore el plan nacional para ajustarnos a él", aseguró el coordinador general de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio madrileño, Antonio de Guindos.
Retraso del plan nacional
Sin embargo, ese plan nacional, actualmente en información pública, se retrasa. El ministerio quiere estudiarlo con las comunidades autónomas, con las que se reunió la semana pasada. En Medio Ambiente admiten que la ministra, Rosa Aguilar, no va a poder cumplir su compromiso de llevar al Consejo de Ministros el Plan Nacional de Calidad del Aire en este mes de julio, tal y como aseguró en febrero pasado, durante un episodio de intensa contaminación que disparó los niveles de NO2 y de otros gases en ciudades como Madrid y Barcelona.
Ese episodio, que se produjo por una combinación de tráfico excesivo y anticiclón prolongado, ha hecho subir la media, justifica el Ayuntamiento de Madrid, que asegura que la cifra de 45 microgramos es "bastante razonable".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Ana Botella
- Legislación ambiental
- Ayuntamientos
- Contaminación atmosférica
- Madrid
- Administración local
- Unión Europea
- Política ambiental
- Protección ambiental
- Comunidad de Madrid
- Contaminación
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- España
- Problemas ambientales
- Administración pública
- Legislación
- Justicia
- Medio ambiente