Líbano y Kuwait se suman al cerco a la Blackberry
Los reguladores en Oriente Próximo exigen más control
Los ejecutivos de Research In Motion no están teniendo tiempo para disfrutar con el lanzamiento de su última Blackberry, la Torch, el teléfono con el que la empresa saca el músculo frente al empuje del iPhone y los dispositivos Android. Ahora sus nuevos enemigos están sobre todo en Oriente Próximo, donde los reguladores de las telecomunicaciones están levantando un verdadero muro legal.
A la amenaza de suspensión del servicio lanzada el domingo por Emiratos Árabes, y a la acción días después de Arabia Saudí, se le sumaron ayer las dudas de Líbano y Kuwait. Los cuatro países, lo mismo que la India, alegan cuestiones de seguridad para poder acceder a los datos que circulan por su sistema.
Los Gobiernos árabes alegan motivos de seguridad
En el centro del litigio está el modelo de transferencia de datos codificados que utilizan las Blackberry, para que sus usuarios puedan mandar y recibir mensajes, chatear o navegar por Internet sabiendo que su privacidad está garantizada. Básicamente lo que hace RIM, empresa canadiense, es exportar esa masa de información digitalizada hacia sus servidores en Canadá, en lugar de gestionarlos en el país en el que se utiliza el dispositivo.
La compañía dice que la tentación de estos países de controlar las comunicaciones pone en riesgo el comercio electrónico y la misma Internet. "Esto no es solo una cosa que afecta a la Blackberry", ha advertido Michael Lazaridis, presidente de RIM en una entrevista en The Wall Street Journal. Sin embargo, los Gobiernos árabes dejan claro que no están pidiendo nada diferente de lo que ya hicieron otros reguladores, incluido el de EE UU. De hecho, RIM ya llegó a acuerdos similares con Rusia y China.
La situación ha forzado a reaccionar a la diplomacia de EE UU. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo ayer que hablará con Emiratos para evitar que se suspenda a partir del 11 de octubre el servicio de mensajería de las Blackberry. Admitió que el argumento de la seguridad "es una cuestión legítima", pero añadió que "también son legítimos el uso y el acceso libres".
Se trata, por tanto, de un asunto de gran dificultad técnica, y que empieza a tener ramificaciones políticas. El Departamento de Estado ya criticó la decisión de Abu Dhabi porque sienta "un peligroso precedente". Beirut, por su parte, se limita a decir que de momento está estudiando la cuestión, pero aún no habla de seguir los pasos de Abu Dhabi o de Riad. Lo que preocupa a algunos analistas es que este sea el inicio de una tendencia.
Está por ver hasta qué punto RIM va a mantener su posición, ya que es su particular sistema de encriptado el que le distingue del resto de fabricantes de móviles.
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