Irán advierte a sus internautas con una dura condena a un 'bloguero'
El pionero de las bitácoras digitales en el país debe cumplir 19 años de cárcel
Hosein Derakhshan ha sido condenado a 19 años y seis meses de cárcel, la pena más alta dictada contra un bloguero en Irán. La sentencia, que difundió el pasado martes una web próxima a la oficina del presidente, puede ser recurrida. Derakhsan, el pionero de los blogs iraníes, está detenido desde finales de octubre de 2008, al poco de regresar a Teherán tras una larga estancia en Canadá. Derakhshan ha sido condenado por "cooperación con países enemigos, difundir propaganda contra las autoridades, promover grupos contrarrevolucionarios e insultar al islam".
"Por supuesto que vamos a apelar", confía a EL PAÍS un familiar cercano al bloguero. "La sentencia es intolerable. Si la decisión se confirma, Hosein dejará el limbo de la cárcel cuando tenga 55 años", aseguran sus amigos en la página de la red social Facebook desde la que hacen campaña para su liberación. También hacen un llamamiento para que las autoridades de Canadá se movilicen. El bloguero tiene doble nacionalidad iraní y canadiense, aunque Teherán no reconoce segundas nacionalidades.
Teherán tiene a más de 50 periodistas en prisión. Dos han muerto en la cárcel
"Nunca antes se había impuesto una pena tan larga a un bloguero en este país, lo que indica que con el caso de Derakhshan se quiere dar una lección", asegura Reporteros Sin Fronteras en un comunicado. "Instamos al presidente Mahmud Ahmadineyad a que interceda personalmente para su liberación", añade.
La sentencia no menciona las acusaciones de espionaje con las que se especuló tras la detención de Hosein por el hecho de que hubiera viajado a Israel en 2006 y 2007. Fue poco después de esas visitas cuando Hoder, como firmaba su blog, dio un giro en su línea crítica con el Gobierno y empezó a respaldar a Ahmadineyad.
Ese repentino cambio molestó a sus numerosos seguidores, por lo que cuando volvió a Teherán en 2008 hubo todo tipo de rumores sobre sus motivos. También advertencias sobre el riesgo que entrañaba su regreso. La madre de Derakhshan afirmó hace unos días que su hijo recibió garantías del estatal Consejo de los Iraníes en el Extranjero y atribuyó su detención a la lucha de poder en los servicios secretos.
A pesar de la dureza de la condena, la familia y los amigos de Derakhshan respiraron aliviados al ver que el juez Abolghasem Salavati, apodado El Ahorcador, no había aceptado la petición de pena de muerte del fiscal. Desde que hace 10 días una web filtrara ese extremo, los allegados del bloguero temían por su vida. La libertad de expresión siempre ha estado muy limitada en Irán, pero desde la llegada al poder de Ahmadineyad el marco se ha estrechado. Al menos medio centenar de periodistas y blogueros se hallan encarcelados, según varias organizaciones de derechos. Otros dos han muerto en prisión, la fotoperiodista iranocanadiense Zahra Kazemi, en julio de 2003, y el bloguero Omid Reza Mir Sayafi, en marzo de 2009.
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