Guerrilla fluvial contra la degradación del Ebro
Zaragoza será escenario de una batalla pirata-fluvial contra los trasgénicos y a favor de la agroecología.Una ruta de bicis y barcas orquestada por Ecologistas en Acción para denunciar las agresiones que sufre uno de los grandes ríos españoles llega hoy a la capital maña. Partió el 9 de Fontibre (Cantabria) y terminará el próximo 30 en la playa del Garxal (Cataluña).
Zaragoza será hoy escenario de una batalla pirata-fluvial contra los trasgénicos y a favor de la agroecología. Supondrá la presentación en la ciudad de Vive el Ebro, una ruta de bicis más un par de barcas tradicionales, de quilla plana, orquestada por Ecologistas en Acción para denunciar las agresiones que sufre uno de los grandes ríos españoles. Partió el 9 de julio desde su nacimiento, en Fontibre (Cantabria) y terminará el 30 en su desembocadura en la playa del Garxal, ya en Cataluña. Casi 900 kilómetros de recorrido que se cubren pedaleando, aunque de vez en cuando los ciclistas (unos 100 de media en cada tramo) echan pie a tierra y se meten en canoas, que es como llegarán a la capital maña. O se dan un chapuzón, como en el big jump, el 10 de julio: evento europeo consistente en saltar al río más próximo para reclamar su conservación, y que los participantes en esta marcha eco-cicloturística tuvieron el privilegio de vivir en Bárcena de Ebro.
Allí reivindicaron la misma calidad para todo el cauce y reflexionaron sobre cómo las hidroeléctricas influyen en el régimen de caudales. En cada parada se organizan actividades, debates y talleres con las poblaciones locales sobre los problemas que afectan a su trozo de río. Vive el Ebro escenificó un accidente nuclear frente a la central de Garoña. Ha organizado marchas contra la central térmica de Arrúbal, contra la destrucción de sotos en el Parque de Cidacos o la construcción de un campo de golf en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja). En Miranda del Ebro (Burgos) habló del movimiento 15M. Y en Flix (Tarragona) lo hará sobre su embalse de desechos tóxicos de alta peligrosidad, cuyo proyecto de descontaminación ya tiene, como apunte positivo, presupuesto.
Desde el Sella
Centrales nucleares, incineradoras, infraestructuras de transporte, destrucción de la biodiversidad, industria contaminante..."Vamos localizando los problemas pero al final hablamos de inquietudes y preocupaciones que afectan a mucha gente de muchos lugares", describe Annelies Broekman, portavoz de la ruta y responsable de agua de la organización en Cataluña. Columnas de activistas van engrosando la comitiva a medida que avanza, como el grupo de bicis llegado desde Estella (Navarra), para exponer su problemática de regadíos o los que vienen desde el Sella, los Pirineos, Valencia y Murcia, y se sumarán a la marcha ya al final.
Allí, Vive el Ebro protagonizará un acto simbólico: la devolución al Delta de los sedimentos que ha ido recogiendo en varios puntos del recorrido, y que por culpa de las presas y demás infraestructuras en el río, ya no llegan a su desembocadura. "El Delta está desapareciendo porque no existen aportes", lamenta Theo Oberhuber coordinador de campañas de Ecologistas en Acción, que explica que esta marcha surge "ante nuestra lucha contra el cambio climático, por la necesidad de un cambio de modelo socio-económico" y de tomar conciencia de que "el planeta tiene límites; porque actuamos como si no los tuviera".
La organización se planteó concretarlo todo "en una actuación sobre un territorio determinado, muy relacionado con el agua, donde se reflejan muy claramente tanto el cambio climático como del uso y abuso de los recursos". Un río que además pasa por siete comunidades autónomas distintas, y donde diversos colectivos ecologistas llevan bastantes años trabajando. "Queremos que en esta marcha participe el mayor número de gente posible, y debatir y buscar vías alternativas y posibles soluciones con los habitantes de la zona", resume Oberhuber, que resalta que el hecho de que sea cicloturística, un modo de transporte no contaminante ni agresivo con el medio ambiente, slow, también es importante.
Hace años hubo un descenso en balsa por el río pero "fue otra cosa, con menos gente", concluye... Así que este Vive el Ebro es la primera iniciativa de sus características. Pero no la última, "dependiendo de la gente, y de las ganas".
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