Faltan guarderías, sobran promesas
El impulso público a las escuelas infantiles vuelve a los programas electorales de los partidos tras haberse incumplido - Habilitar más plazas, una demanda creciente y clave para la conciliación
Es como una promesa caída en saco roto. Construir escuelas infantiles, ofrecer plazas escolares para los niños menores de tres años, garantizar el mantenimiento de un mercado laboral cada vez más femenino y posibilitar que mejore la tasa de natalidad española, una de las más bajas de la Unión Europea. ¿Dónde dejamos al bebé en esta ocupación incesante? La respuesta a esta pregunta aparece reflejada en los programas electorales pero no necesariamente se materializa.
La conciliación ha sido una de las estrellas en las últimas campañas con iniciativas de todo tipo: el reparto del cheque-bebé (con 2.500 euros por recién nacido que la crisis se llevó por delante), iniciativas para llevar guarderías a los polígonos industriales o el Plan Educa3, con el que el actual Gobierno se comprometía a construir 300.000 plazas públicas "de calidad" entre 2008 y 2012. Pero tres años después y a punto de acabar el plazo, solo hay 71.000 plazas, según los últimos datos cerrados en 2010. La situación económica actual, con las Administraciones aprobando cada vez más medidas de austeridad y con recortes crecientes en el gasto educativo, hacen peligrar la vieja promesa que se reedita una y otra vez al entrar en campaña.
Solo se han creado 71.000 de las 300.000 plazas del Plan Educa3
En dos décadas, se ha duplicado la cifra de trabajadoras de 20 a 49 años
Finlandia paga el 60% del sueldo al padre que decide cuidar a sus hijos
"La escuela infantil debe ser un lugar para educar al niño", dice CC OO
"Cubre necesidades familiares y da votos", dice un sociólogo
Una guardería privada cuesta 200 euros más al mes que una pública
El candidato y exministro del Gobierno socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo hace dos semanas que impulsará más escuelas infantiles si gana las elecciones. Rubalcaba retomó la promesa electoral que hizo José Luis Rodríguez Zapatero en 2007, cuando se comprometió a construir las 300.000 que luego impulsarían el Plan Educa3. Mariano Rajoy (PP) prometió también por esas fechas 400.000. El principal partido de la oposición aún no ha avanzado propuestas concretas para el 20-N sobre escuelas infantiles. Pero sí ha dicho que irán "en línea" con la flexibilización de horarios de trabajo, la conciliación familiar y laboral y la corresponsabilidad entre padres y madres. Pero, ¿son necesarias esas plazas? ¿Lo es repetir esas promesas? ¿Hay otras formas de hacerlo?
Primer punto: se necesitan más plazas y más escuelas infantiles públicas por varias razones. Por un lado, por las ingentes listas de espera de las comunidades autónomas. Según estimaciones sindicales, unos 25.000 niños se quedaron sin plaza pública el curso pasado en la Comunidad de Madrid, 14.000 en la Comunidad Valenciana o 16.000 en Castilla-La Mancha, entre otros ejemplos. Además, una guardería privada puede costar 200 euros más al mes que una pública. La presencia cada vez más contundente de la mujer en el mercado laboral también refuerza esa necesidad. En las últimas dos décadas, el número de trabajadoras de 20 a 49 años se ha duplicado hasta los 6,3 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay demanda y, con ella, llegan las promesas.
"Existen temas que siempre tendrán protagonismo en las campañas, como la educación, la sanidad o las pensiones", explica José Pablo Ferrándiz, sociólogo y director general de Metroscopia. "No tanto porque determinen el voto sino porque el PSOE sabe que, si no se adelanta, lo incluirá el PP y viceversa. No se arriesgan a quedar fuera de juego".
"Es una prioridad magnífica para vender a los votantes. Da votos, cubre una necesidad de las familias y además crea miles de puestos de trabajo", añade Fermín Bouza, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. La educación infantil "será uno de los 10 o 12 temas de la agenda política" de las próximas elecciones generales del 20-N, augura Bouza. "Ahora que la gente entiende que poco a poco vamos a salir de la crisis, el PSOE va a dar esta batalla", añade.
Hacer la promesa es atractivo, es fácil y no tiene graves consecuencias. Los dos sociólogos aseguran que, si luego no se cumple, no pasará factura a los políticos. "Que no habiliten las plazas a las que se comprometan puede afectar a votos aislados, pero en lo que se la juegan los políticos es en la crisis económica", considera Ferrándiz. "La gente entiende que las promesas vienen con rebajas. Si los políticos hicieran todo lo que intentan, el mundo sería un paraíso y no lo es", añade Bouza.
Canarias es una de las autonomías que más ha incumplido lo previsto en el Plan Educa3 que surgió tras la promesa de Zapatero. El 94% de las plazas que fijaron en 2008 siguen sin construir. Es una de las dos peores estadísticas de todo el país, solo por detrás de la Comunidad Valenciana. Y más allá de la promesa nacional, tampoco se cumple el programa autonómico. El PSOE, socio de Gobierno de Coalición Canaria, hacía referencia en su programa a "la plena escolarización" en la etapa infantil. Pero, una vez en el poder, admite que será difícil cubrir esa expectativa. "La crisis paraliza todas las ideas, no vamos con toda la celeridad que nos gustaría", asegura la directora general de Ordenación e Innovación de Política Educativa del Gobierno de Canarias, Georgina Molina. Y explica otros pormenores. El programa estatal Educa3 supone que Gobierno y comunidades deben cofinanciar la construcción de plazas. No incluye ninguna partida para la gestión de personal o el mantenimiento de los centros. Estos gastos recaen en los Ayuntamientos, que ahora no pueden afrontarlos. "Los municipios canarios están teniendo muchos problemas", admite Molina.
"La crisis ha reducido la sensibilidad de las Administraciones en estos temas. Las políticas educativas para niños de hasta tres años han quedado arrinconadas en el décimo lugar de la lista de prioridades de los políticos", considera María Victoria Gómez, profesora titular del departamento de Ciencia Política y Sociología de la Universidad Carlos III. La Plataforma por la Educación Infantil 0-6 años -en la que participan diferentes asociaciones docentes e IU- lleva años reclamando una ley que regule el modelo y ponga coto a posibles abusos como la aparición de guarderías ilegales que escapan del control de la Administración, la carencia de plazas públicas o la subida de tarifas en los centros privados. Finlandia aprobó una normativa así hace casi 40 años. "La normativa garantiza que las familias deben tener alternativas para sus hijos pequeños y estipulan que las autoridades locales den cobertura a ese derecho", explica Marjo Kuronen, profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia).
En Finlandia, las escuelas infantiles públicas son gratuitas y existe una segunda opción. Las familias que prefieren cuidar personalmente de los niños pueden quedarse en casa y recibir un subsidio (el equivalente al 60-70% de su sueldo) hasta que el menor de todos sus hijos cumpla tres años. Cuando son más mayores pueden además solicitar otra subvención para pagar a una niñera.
"Hubo un momento en el que España abrió el debate para imitar a los países nórdicos, pero ese momento pasó", considera la profesora Gómez. "Ahora nos espera un largo paréntesis hasta conseguir que una medida así fructifique".
Padres y docentes reclaman además más medidas sociales para favorecer a las familias aparte del aumento de plazas. Medidas que reduzcan las jornadas laborales de los padres y permitan a la familia pasar más tiempo en casa o fuera de las aulas. Dinamarca es otro referente en medidas alternativas para el cuidado y la educación de los menores de tres años. Una de las opciones es, por ejemplo, contratar a especialistas educativas que cuidan a varios niños de distintas familias en una casa. "Son como las madres amigas del siglo XIX pero profesionalizado", señala Pepa Alcrudo, maestra de infantil, pedagoga y portavoz de la Plataforma 0-6.
El Plan Educa3 se puso en marcha, entre otros motivos, para evitar la proliferación de centros ilegales ajenos al control de la Administración detectados en 10 comunidades autónomas. Nació con la condición de que fueran plazas públicas y "de calidad", aunque que la realidad ha edulcorado esta exigencia.
El plan dejó una rendija para que entrara la oferta privada -con centros de titularidad pública pero gestionados por cooperativas particulares- que, según las asociaciones de padres y sindicatos, ponen en riesgo el carácter educativo de esta etapa.
"Reclamamos que todo el proceso fuera gestionado desde las instituciones públicas, pero no conseguimos que lo incluyeran en el plan", señala José Luis Pazos, miembro de junta directa de Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos).
La comunidad educativa desprecia el término guardería porque consideran que obvia las necesidades educativas y solo ofrece un lugar para aparcar a los pequeños cuando no se les puede atender. "La escuela infantil no debe ser un lugar para guardar a los niños sino para educarlos", critica Carlos López, secretario general de Educación de UGT. La falta de una normativa más contundente, prosigue López, ha facilitado que algunas comunidades autónomas dejen la etapa en manos de la iniciativa privada en lugar de hacerse cargo de la proliferación de plazas.
La Comunidad de Madrid abrió la puerta a empresas de servicios o de restauración en la gestión de las escuelas infantiles al cambiar los pliegos de adjudicación en 20087. Antes de ese cambio, el proyecto educativo presentado otorgaba más puntos a un candidato que la oferta económica. Un nuevo decreto igualó educación y precio en la puntuación y dejó fuera de los concursos a cooperativas con décadas de experiencia en el cuidado y educación de los menores.
José Campos, responsable de Educación en CC OO, augura un empeoramiento del modelo. "La aplicación del Plan Educa3 no está siendo positiva. Cada vez tiene una deriva más asistencial", critica. Comisiones Obreras y UGT suman el escaso nivel de cumplimiento de esta propuesta a otras carencias del sistema educativo, afectado por recortes en profesores y medios desde que empezó la crisis. Y anuncian que recibirán el nuevo curso con movilizaciones. Sus voces y quejas llegarán al filo de las próximas elecciones, con las campañas y las promesas políticas a todo gas.
El mapa de las plazas educativas
- En 2008, el Gobierno impulsó el Plan Educa3, con vigencia hasta 2012, para la construcción de 300.000 plazas públicas en escuelas infantiles para niños menores de tres años.
- La propuesta suponía que Estado y comunidades autónomas cofinanciaran la construcción al 50%
- A año y medio de que acabe el plazo, apenas se han construido un 23% de las prometidas.
- Casi todas las comunidades autónomas (excepto Castilla- La Mancha y Ceuta y Melilla) han construido menos de la mitad de las plazas que necesitaban.
- Las que peor han gestionado la propuesta, según los datos oficiales del Ministerio de Educación, son Comunidad Valenciana, Canarias, Murcia y Galicia.
- País Vasco y Navarra están fuera de este proyecto por su régimen foral.
- El PSOE ha prometido seguir con el plan si gana las próximas elecciones generales del 20-N.
- El PP, que no ha avanzado aún sus propuestas concretas, promete ahondar en la flexibilización de los horarios de trabajo de los padres, otra de las demandas del sector educativo.
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