Falla la prevención del crimen machista
El Poder Judicial alerta de la falta de evaluación del peligro que corren las mujeres maltratadas - 17 de las 55 asesinadas el pasado año habían denunciado
En 2009 murieron 55 mujeres víctimas de la violencia machista. Algunas habían denunciado, otras no. Unas tenían orden de alejamiento, otras no. En varios casos se condenó al agresor por maltrato, pero en otros la sentencia fue absolutoria. Y un factor que ha resultado decisivo: en pocos casos se evaluó el riesgo que corría la mujer.
De las 55 muertas, 17 habían denunciado, lo que dio lugar a 26 procedimientos: de ellos, 12 terminaron en sentencia condenatoria y dos fueron absoluciones; cinco casos tuvieron un sobreseimiento provisional. En algunos casos la condena llegó después de la muerte. El último informe del observatorio para la violencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), publicado ayer, analiza caso a caso y concluye, en esta ocasión, haciendo hincapié en "el bajo número de informes periciales sobre evaluación del riesgo que corrían las víctimas".
12 de los asesinos tenían condena por maltrato y otros dos fueron absueltos
Las secuelas de la violencia de género llevan a las víctimas a negar su acusación
Sólo en siete de los 26 procedimientos que se tramitaron en 2009 había una valoración policial del riesgo (un 26% de los atestados). Ahora la policía en todos sus atestados por este motivo debe rellenar un protocolo que determina el peligro que corre la víctima mediante un sistema informatizado. Pero el CGPJ insiste en la necesidad de que se extiendan las unidades de valoración forense que asisten a los juzgados, que no llegan a una por provincia. "Eso es fundamental para determinar la protección que debe llevar la mujer maltratada, por ejemplo para que dispongan de brazaletes que permitan detectar que el agresor se está acercando", señala la presidenta de este observatorio de Consejo, Inmaculada Montalbán.
Sobre la escasez de unidades de valoración de riesgo opina también Consuelo Abril, presidenta de la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres. "Para los juzgados mixtos prácticamente no hay. Y tampoco en todos los que son específicos para tratar el maltrato. Además son desiguales, no siempre los integran los mismos profesionales. No hay homogeneidad, ni entre juzgados ni entre comunidades autónomas", dice. "Es un descontrol absoluto", añade.
De las 55 muertas, sólo 17 mujeres habían denunciado, condición primera para que reciban protección, pese a que ocho de ellas fueron asesinadas aunque estaban supuestamente protegidas porque sobre sus agresores pesaba una orden de alejamiento, que se reveló dramáticamente inútil.
A pesar de ello, todos los expertos insisten en la necesidad de que se denuncie. Aunque el número de denuncias se ha incrementado un 11% respecto a 2008, sólo un 31% de las víctimas lo había hecho, 17 de las 55 muertas en 2009. "Las acusaciones de denuncias falsas que tanto estamos oyendo últimamente está haciendo mucho daño", coinciden Consuelo Abril y Altamira Gonzalo, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis.
Hay mujeres que nunca se atreverán a denunciar, por miedo o por la presión sociocultural que las atenaza. Las mismas razones que las llevan a retractarse de sus denuncias y retirarlas cuando se les pide que ratifiquen las acusaciones que hicieron contra sus agresores en el momento en que habían sido maltratadas. Ocho de las 17 que denunciaron en 2009 expresaron en algún momento su deseo de que el proceso no continuara. Otras permiten que el agresor rompa la orden de alejamiento y vuelven a convivir con ellos. Aunque una de ellas denunció hasta el cuatro ocasiones a lo largo de los años.
Isabel A. denunció a su marido tras una sórdida agresión sexual amenazada con un cuchillo en 2004. En febrero de 2008, cuando el marido se saltaba la orden de alejamiento tras otra denuncia de la policía, ella dijo: "Quiero vivir con mi marido en paz". El 10 de abril moría asfixiada.
"Retirar las denuncias es propio de este tipo de violencia. Yo entiendo que haya profesionales que se desgasten cuando esto ocurre, o cuando la mujer niega lo que dijo, pero tienen que saber que eso se deriva de las secuelas de la violencia machista; o por puro miedo", dice Montalbán. Y cree que es muy importante que los profesionales que les toman declaración estén formados para detectar si los maltratos son habituales.
Este año han muerto ya 22 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas.
Historias de abusos y vejaciones
- Nairobys Yaliaira. La mujer, de 23 años, denunció el 28 de abril de 2007. Fue pronto: al tercer bofetón. "Contusión leve en el cuello", se lee en el parte de lesiones. Tenía un hijo con su agresor. El 16 de mayo, en el juicio, Nairobys se negó a declarar contra su pareja. Una prima dijo que aunque ella no lo había visto, la mujer sólo le había contado que habían discutido. La sentencia del 16 de mayo de ese año sólo declaró probada la discusión, "sin que hubiera constancia de que se produjera alguna agresión", y absolvió al acusado. No hay datos sobre qué pasó en la pareja hasta el 20 de junio de 2009, cuando Nairobys murió apuñalada. Tenía 22 años.
- Gabriela Rocío. Llevaba cinco años de convivencia, desde los 19, cuando se casó con quien sería su asesino. Aguantó con él un año más. Cuando denunció, el 3 de junio de 2009, dijo que muchas veces él la había echado de casa, que le había dado puñetazos, empujones y patadas. Que hasta entonces no había denunciado porque no tenía a dónde acudir. Se le evaluó "riesgo medio". Pero los cinco años que había aguantado los malos tratos se volvieron en su contra. En el juicio, el 3 de junio, se denegó la orden de protección porque aunque decía que llevaba seis años de agresiones, no las había denunciado. El 1 de septiembre, Gabriela declaró que quería seguir el proceso. El 16 moría estrangulada.
- Eva María. Denunció dos veces a su ex pareja, en diciembre de 2008 y junio de 2009. Ya no vivía con él. Argumentó que tenía miedo, por ella y por sus dos hijos. Que él le pegaba y la amenazaba: "Hija de puta, te voy a hacer daño a ti y a tu familia". El juzgado de lo penal recibió las actuaciones el 22 de diciembre de 2008; señaló el juicio oral para un año después, el 4 de diciembre de 2009. La mujer no llegó viva. El 23 de junio de 2009, denunció otra vez a su ex marido. Murió el 25 de julio, golpeada con un jarrón. Su agresor usó los cristales para cortarle en la cara y el cuello.
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