Condenado por malos tratos un policía local que atendía a las víctimas
Juan José González Olazarán es el presidente de la Asociación de la Policía Local de Cantabria. En 2004, estaba destinado en el servicio santanderino de atención a mujeres maltratadas. Mientras tanto, a su ex novia -que había decidido acabar la relación- la agarró varias veces por el cuello, la amenazó con atropellarla y le pegó en distintas ocasiones. La Audiencia Provincial de Cantabria, aumentando una pena impuesta por un juzgado inferior, lo ha condenado por tres delitos de violencia de género a 118 días de trabajos en beneficio de la comunidad y una multa de 90 días. También le prohíben acercarse a su ex novia en dos años y usar armas durante cuatro. Deberá pagar los gastos hospitalarios derivados de los golpes y puñetazos y pagarle a ella 160 euros de indemnización y 173 por los destrozos de su casa.
La primera agresión sucedió el 28 de septiembre de 2004, dos años después de que ella le dejara. A la una de la madrugada, González esperaba fuera del restaurante en el que su ex novia cenaba. Le pidió que le siguiera con el coche para hablar y la amenazó con estrellar su coche contra ella si no lo hacía. La mujer le siguió hasta un descampado cercano al Palacio de los Deportes de Santander, según consta en la sentencia. Allí aparcaron sus coches. En el curso de la conversación él le propinó varios puñetazos y "la agarró por el cuello obligándola a decir que era una puta".
"Ella me provocó"
Al día siguiente por la mañana, González se presentó en la casa de la chica. Como ella no le abría, intentó entrar por la ventana y forzó la persiana. Finalmente, la mujer le dejó pasar. Quería una carpeta con fotos. Ella no se la dio, así que él empezó a tirar libros y cuadros al suelo. Agarró a la mujer del cuello y la golpeó contra la pared. Después se marchó. Esa tarde quedaron para que ella le diera la carpeta, pero él volvió a golpearla contra el coche. La mujer acabó con hematomas y contusiones por todo el cuerpo.
El abogado de González arguyó en su escrito que la mujer le había "provocado" diciéndole que estaba con otro "con la cartera, la polla y el coche más grande", lo que supuestamente habría provocado en el hombre "una alteración psicológica tan grande" que no pudo evitar actuar como lo hizo. El hombre ni siquiera probó esta peculiar atenuante, que no ha sido apreciada por el tribunal.
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