Clase al sol para reclamar un colegio
Los alumnos del CEIP Mediterrània de Barcelona dan una clase en el paseo Marítim para protestar por el retraso de cuatro años en la construcción de su escuela
Los padres y madres del CEIP Mediterrània de Barcelona han decidido sacar las aulasal paseoMarítim, delante del solar de lo que fue su escuela. A partir de las 16.45 horas y durante más o menos una hora, niños, maestros y vecinos del barrio barcelonés de la Barceloneta, convocados por la asociación de madres y padres y la Plataforma CEIP Mediterrània (que agrupa la comunidad escolar y vecinos), han protestado de esta manera por los cuatro años que la escuela lleva ubicada en barracones.
Afectado de aluminosis, en 2007 se decidió derribar el centro, que debía levartarse de nuevo a partir del año siguiente, según estaba previsto. Problemas administrativos relacionados con la ley de costas retrasaron el proyecto, que finalmente fue hecho público por la Generalitat el pasado 14 de abril. Sin embargo,el Gobierno catalán, aquejada por la falta de liquidez, se niega ahora a dar una fecha para el inicio de las obras, situación que ha indignado la comunidad del Mediterrània.
Los barracones de la escuela, que se encuentran ubicados en el patio del vecino CEIP Alexandre Galí y acogen nueve cursos (desde P3 hasta sexto de primaria), no disponen de comedor, biblioteca, gimnasio ni aula de música. Para escenificar esas carencias, los alumnos han dado clase de educación física, se ha montado una pequeña biblioteca y el grupo de hip-hop Poker d'Asos, compuesto por alumnos del instituto Salvat Papasseit del mismo barrio de la Barceloneta, han interpretado una canción compuestaexpresamente para la ocasión, después de lo cual se ha dado de merendar a los niños. Carteles de "políticos mentirosos" y "Hotel Vela 1, Mediterrània 0" han decorado el espacio, evidenciado el malestar de la comunidad escolar.
Según Montse López, presidenta del AMPA y de la Plataforma CEIP Mediterrània, la gente ya se indignó cuando, después de todos los problemas con la ley de costas, el barrio vio como se construía el Hotel W, conocido como Vela. María Ascensión Fumanal, directora del centro, se queja de los inconvenientes de la situación: el espacio sobre todo, además del ruido y el evidente deterioro de los barracones.
Actualmente los alumnos deben compartir el comedor con el Alexandre Galí y usan la biblioteca del barrio. "Todo esto es difícil de coordinar, porque cada vez que los niños salen necesitamos como mínimo dos adultos que los acompañen. Dos años así, como nos dijeron, se podian afrontar, pero ya llevamos cuatro y aún no se ve el final", dice Fumanal.
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