El 'Atlantis' parte hacia el 'Hubble'
La nave llegará al telescopio el próximo miércoles y las reparaciones empezarán al día siguiente
A las 20.01 de este lunes, hora peninsular, tal y como estaba previsto, el transbordador Atlantis ha partido desde el centro espacial Kennedy en Florida (EE UU). Se dirige hacia el telescopio espacial Hubble, al que llegará el próximo miércoles. Su objetivo es reparar y poner a punto el veterano observatorio.
El Atlantis tiene por delante una misión de once días, al mando del veterano comandante Scott Altman, en la que los astronautas realizarán cinco paseos espaciales para instalar dos nuevas cámaras en el Hubble, reparar otras dos, cambiar sistemas que están estropeados y dar un repaso final del observatorio que, si todo sale como está previsto, podría seguir funcionando hasta 2015. Para el jueves está previsto el primer paseo espacial de los astronautas.
La quinta misión del Hubble, con toda la emoción que despierta tanto entre los astrónomos de todo el mundo por lo que supone para ellos seguir contando con esta excelente máquina científica, como en la misma NASA, por la especial dificultad y riesgo de la misión, es ocasión también para nuevos alardes espaciales, al menos sobre el papel. Como el Atlantis no podría refugiarse en la Estación Espacial Internacional (ISS) si sufriera un percance que impidiese su regreso a la Tierra (la base orbital está más baja y en una órbita con diferente inclinación), la NASA ha preparado un segundo transbordador, el Endeavour, que iría al rescate del primero. Los dos están listos en la base de Florida, en las plataformas 39A y 39B y los expertos han explicado cómo sería la operación de rescate.
Los astronautas del Atlantis llevan comida y oxígeno para aguantar en órbita unos 25 días. En ese plazo tendría que partir el Endeavour si algo fuera mal. A bordo de éste irían sólo cuatro astronautas y tardarían 23 horas en acercarse a la nave hermana. Una vez allí, el Endeavour agarraría al Atlantis con su brazo robótico y ambos se quedarían sujetos a una distancia de unos siete metros. Entonces los astronautas de la nave averiada pasarían a la de rescate realizando varios paseos espaciales. La NASA considera que es bajísima la probabilidad de que se produzca un percance que exija esta operación nunca ensayada siquiera, pero no por ello deja de estar planeada al milímetro.
Este nuevo plan de seguridad, que no se hizo en las cuatro misiones anteriores al telescopio, se planteó a raíz del accidente del Columbia, que sufrió serios desperfectos en su cubierta térmica durante el ascenso, no se apreciaron durante la misión y provocaron su destrucción al reentrar en la atmósfera. Los estudios posteriores demostraron que esos desperfectos podrían ser más corrientes en los transbordadores de lo que se pensaba, por lo que desde entonces cada vez que despega una de estas naves los astronautas tienen que realizar en órbita varias revisiones completas de su nave antes de regresar. Si se apreciara algún desperfecto en los vuelos a la ISS, la tripulación podría refugiarse allí en espera de ayuda.
Mientras llegan los astronautas, el Hubble, en órbita a 550 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre, sigue funcionando pese a las averías que sufre y que exigen reparación. Hace unos días, la cámara WFPC2, que será retirada por los astronautas del Atlantis para instalar en su lugar una más moderna, ha obtenido una espectacular fotografía de la nebulosa planetaria Kohoutek 4-55. Para hoy está previsto fotografiar una galaxia cercana, la IC-51-52. El histórico telescopio espacial es un proyecto conjunto de la NASA y la Agencia Europea del Espacio (ESA).
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