Angela Merkel defiende la gestión de la crisis de la 'E.coli'
La canciller alemana habla, por primera vez, de la gestión de su Gobierno en este caso de infección alimentaria, que hasta ahora se ha cobrado 29 muertos en Alemania
La canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido hoy la gestión de la crisis derivada por la bacteria E.coli, que hasta ahora se ha cobrado 29 muertos en Alemania, y ha afirmado que la coordinación entre el Gobierno federal y los Länder ha funcionado correctamente.
"Ha habido una buena coordinación entre las autoridades competentes. Lo importante ahora es dar con el origen de la infección, y eso es muy complejo", ha afirmado la jefa del Gobierno al término de una reunión con los líderes de los estados federados. Merkel, quien hasta ahora no se había pronunciado al respecto más que a través de su portavoz, ha respondido así a una pregunta que aludía a las críticas suscitadas tanto en Alemania como a escala europea por los supuestos fallos de coordinación ante esa crisis sanitaria.
La canciller ha afirmado no tener la menor duda acerca de la corrección de las medidas adoptadas y ha añadido que se trabaja a pleno rendimiento para atajar la situación.
El número de muertos en Alemania a consecuencia de la infección subió hoy a 29, tras producirse tres fallecimientos en las últimas horas, dos de ellos en Baja Sajonia (norte) y otro en Hesse (centro-oeste), a los que hay que sumar la víctima registrada en Suecia. Según el Instituto Robert Koch, que centraliza las investigaciones relacionadas con patologías infecciosas, hasta ahora el cómputo de ingresos en los que se ha confirmado la enfermedad es de 2.800, de los cuales 722 desarrollaron el peligroso síndrome urémico hemolítico (SUH).
La mayoría de las víctimas mortales se han registrado en Hamburgo, la ciudad-estado alemana donde se desató la infección, mientras que en Baja Sajonia hasta ahora se han producido 10 fallecimientos y en Hesse se dio hoy el primer caso, en un hombre de 57 años.
El Instituto Robert Koch está tras la pista de la peligrosa bacteria desde el primero de mayo, cuando se detectó el primer caso, al que siguieron, entre el 20 y el 25 de ese mes, centenares más.
Desde el 25 de mayo, las autoridades alemanas mantienen la recomendación de no consumir pepinos, ensaladas ni tomates crudos, a lo que se sumó el pasado fin de semana la advertencia contra las semillas germinadas. Hasta ahora, y pese a los numerosos hospitales y laboratorios que investigan el posible foco, no se ha logrado establecer cuál es el origen de la infección, lo que ha provocado daños multimillonarios en el sector agrícola de media Europa.
Inicialmente, las autoridades de Hamburgo atribuyeron la infección a una partida de pepinos españoles, lo que acarreó su retirada de la venta, pero tras unos días de incertidumbre se descartaron como foco del brote.
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