Más ricos pese a la crisis
La riqueza mundial crece un 72% por los emergentes y la debilidad del dólar
Pese a la caída de las Bolsas, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, las quiebras bancarias, el dramático aumento del desempleo, los apuros financieros de muchas empresas y los planes de ajuste de algunos Gobiernos europeos, hoy somos más ricos que hace 10 años. Según el informe sobre la riqueza global de Credit Suisse, somos exactamente un 72% más ricos que en el año 2000. "Pese a la crisis financiera, la década ha sido un periodo positivo para la acumulación de riqueza de los hogares", señala el informe.
Eso ha sido así, en buena medida, por el fuerte crecimiento de las economías emergentes y el incremento de su población. Pero casi la mitad de ese aumento se debe exclusivamente a la debilidad del dólar. "Al medir el valor de los activos y de la riqueza en dólares, algunas zonas se ven beneficiadas por el tipo de cambio. Ese es claramente el caso de Europa", explica Michael O'Sullivan, jefe de análisis de Credit Suisse en Londres. Eso explica que Europa acapare el 32% de la riqueza mundial, frente al 31% de América del Norte y el 22% de la región de Asia-Pacífico, sin incluir China ni India. Si los tipos de cambio se hubieran mantenido constantes, la riqueza en la última década apenas habría crecido un 24%.
En España, la riqueza familiar ha pasado de 118.500 dólares a 89.444
4.400 millones de personas acumulan un patrimonio de 195 billones
Hay unas 1.000 personas con una fortuna superior a 1.000 millones
China domina la parte media de las rentas, el mayor potencial de futuro
En conjunto, la riqueza global asciende a unos 195 billones de dólares, una cuantía en poder de unos 4.400 millones de personas. Ante el futuro, los investigadores del informe calculan que la riqueza crecerá otro 61% para 2015, hasta situarse en 315 billones de dólares.
Tampoco todo han sido alegrías y siempre hay excepciones a la mejora generalizada. Islandia y Argentina han visto reducirse su riqueza en torno a un 30%, mientras que en Japón apenas ha aumentado un 5%, y todo por la apreciación del yen. Los mayores incrementos en la riqueza, por el contrario, los han protagonizado Australia, China, Nueva Zelanda, Polonia y Rumanía, que han visto sus rentas multiplicarse por tres. Pero, sin duda, la mayor explosión se ha dado en Rusia e Indonesia, donde la riqueza casi se ha multiplicado por cinco en estos 10 años.
Uno de los factores más destacados del estudio es el moderado impacto que la crisis financiera ha tenido, en términos generales, sobre la riqueza de los hogares. Si observamos el gráfico adjunto, el pico de riqueza global se alcanzó poco antes del estallido de la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos, en agosto de 2007. Pero hay diferencias significativas según los países. "La crisis de crédito ha hecho mella en los países donde la riqueza no financiera ha crecido con rapidez", señalan los autores del informe. Eso supone que el valor de la vivienda en Irlanda cayó de un nivel medio de 166.000 dólares en 2007 a 103.000 dólares a mediados de este año. En el caso de España, la pérdida de riqueza para una familia media ha pasado de los 118.500 dólares a 89.444.
"Hay países como España o Irlanda donde el estallido de la burbuja inmobiliaria se ha traducido en una pérdida del valor de la vivienda, y eso se ha dejado sentir en el nivel de riqueza de las familias. En otros países, como Reino Unido o EE UU, lo que se ha producido ha sido un aumento del nivel de endeudamiento. Pero, aparte de eso, el peso de las acciones -donde más riqueza se ha perdido- nunca ha tenido un peso mayoritario en el capital familiar", explica O'Sullivan.
De hecho, en el caso de los países más pobres, como India o Indonesia, lo habitual es que el 80% o más del valor de los activos familiares se invierta en la vivienda o en una granja, una proporción que tiende a reducirse según se avanza en el nivel de desarrollo. China, por ejemplo, ya está cerca de que la riqueza familiar se distribuya a partes iguales entre la vivienda y otros activos financieros, como acciones, divisas o depósitos.
Para ser considerado uno de esos ricos, "solo" hay que tener unos 4.000 dólares en activos, una vez pagadas las deudas. Si nuestro objetivo es estar entre el 10% más rico del mundo, la suma ya asciende a 72.000 dólares, y para ser miembro del exclusivo club del 1% más rico, la cartera debe tener disponibles más de 588.000 dólares. Y como cabe esperar, la distribución de la riqueza es inversamente proporcional al número de personas que la poseen.
Es decir, el 10% más rico posee un 83% de la riqueza total, y de esos, solo el 1% acumula el 43% de la riqueza global. Al contrario, la mitad menos afortunada de la pirámide apenas acumula el 2% de las rentas totales.
El informe desvela que actualmente hay unas 1.000 personas en todo el mundo con fortunas superiores a los 1.000 millones; la mayoría de ellos [ver gráfico] proceden de EE UU (41%) y, muy de lejos, de Japón (10%). En Europa es Francia (9%) quien encabeza el ranking de millonarios, seguida de Italia (6%), Alemania (5%) y Reino Unido (5%).
Pero esas son las pautas existentes hoy en día, porque el futuro ofrece un escenario bien diferente. China ahora apenas tiene una representación significativa entre los más ricos -tampoco en las posiciones más bajas de la tabla-, pero domina la parte media de las rentas, "lo que refleja no solo el tamaño de su población y su renta moderada, sino su relativamente bajo nivel de desigualdad", apunta el informe. De hecho, el cambio que se ha producido ya en esta década ha sido espectacular. En el año 2000, el número de chinos con una riqueza superior a 100.000 dólares era tan pequeño que no estaba si quiera registrado. Hoy esos nuevos ricos chinos son el 5% del total.
"Tanto China como India ofrecen un gran potencial ante el futuro", apunta O'Sullivan. De hecho, "el segmento de la base de la pirámide y del medio [aquellos con riqueza inferior a los 100.000 dólares] refleja el potencial de este grupo ante las tendencias de consumo y el desarrollo de servicios de la industria financiera en el futuro", apunta Credit Suisse. Un 60% de esos individuos vive en la región de Asia-Pacífico.
El informe también señala que las mujeres han perdido más riqueza que los hombres desde finales de los años sesenta, por un descenso del dinero recibido a través de herencias o de divorcios. El número de mujeres que ha construido su propia riqueza ha aumentado en la última década, pero a un ritmo todavía muy lento.
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